Por... Chris Papageorgiou, Lisa Kolovich y Sean Nolan
Los países de bajo ingreso han dedicado mucho tiempo a reflexionar sobre cómo lograr un crecimiento más rápido, y nosotros hemos llevado a cabo varios estudios sobre este tema para ayudarlos. Hemos observado que aplicar una estrategia de diversificación de las exportaciones es una puerta que conduce a un mayor crecimiento para estas economías. Utilizando un nuevo conjunto de herramientas para medir la diversificación, nuestro análisis empírico muestra que la gama y la calidad de los bienes que produce un país tienen un impacto directo en el crecimiento.
Tendencias de los países
Históricamente, los países de bajo ingreso han dependido de un número limitado de productos primarios y unos pocos mercados de exportación como fuente de la mayor parte de sus ingresos de exportación.
Sin embargo, la diversificación de las exportaciones está asociada a un aumento del ingreso per cápita, una menor volatilidad del producto y una mayor estabilidad económica: es posible realizar un seguimiento de estas relaciones utilizando nuestro nuevo conjunto de datos, que está a disposición del público y que proporciona a los investigadores y a las autoridades económicas acceso a indicadores de diversificación de las exportaciones y de calidad de los productos de 178 países durante el período 1962–2010.
Hemos analizado dos indicadores de diversificación de las exportaciones y su impacto en el crecimiento económico. Uno de ellos capta la diversificación hacia nuevas líneas de producción, el otro refleja el desarrollo de una combinación más equilibrada de los productos existentes. El análisis basado en estos indicadores muestra que la diversificación de las exportaciones en los países de bajo ingreso es, de hecho, uno de los factores más eficaces para impulsar el crecimiento económico.
Desde mediados de los años noventa, se ha producido un notable aumento de la diversificación de las exportaciones en los países de bajo ingreso, en particular en Asia meridional, y un cambio de la producción agrícola hacia la producción manufacturera en muchas de estas economías. Por ejemplo, Vietnam se convirtió de un exportador pequeño de productos agrícolas a un exportador mediano de productos manufacturados en menos de dos díécadas.
En los países de ífrica subsahariana la experiencia en el ámbito de la diversificación ha sido más variada en comparación con otras regiones. Por ejemplo, Tanzanía, Uganda y Kenya han diversificado considerablemente sus exportaciones en los últimos 20 años, pero muchos otros países de la región aún no lo han hecho.
En general, la diversificación en Asia oriental y meridional ha ido acompañada de una rápida disminución de la proporción de exportaciones agrícolas, del 40% en 1965–1970 al 15% en 2006–10, junto con un aumento constante de la actividad manufacturera, del 17% en 1965-1970 al 66% en 2006–10. Sin embargo, en ífrica, el cambio sustancial de la exportación agrícola hacia la exportación de manufacturas solo ha representado un pequeño aumento de las exportaciones del sector manufacturero.
Todas las regiones, incluida ífrica subsahariana, han avanzado considerablemente en la diversificación de sus exportaciones entre los socios comerciales. Esta tendencia está relacionada con el proceso de globalización en curso y con un cambio evidente en los países de bajo ingreso que han reducido su comercio con la Unión Europea y lo han reorientado hacia Asia —en particular, hacia China— y ífrica subsahariana.
Calidad y no cantidad
El desarrollo económico se ve impulsado por la aparición de nuevos productos y nuevos socios comerciales, así como por las mejoras en la calidad de los productos existentes.
A los países de bajo ingreso quizá les resulte muy caro orientar su exportación hacia muchos productos nuevos debido al pequeño tamaño de su economía y su limitado potencial para aprovechar las economías de escala; por lo tanto, una opción más viable para diversificar las exportaciones puede ser mejorar la calidad de sus productos existentes.
Para cuantificar la mejora de la calidad —es decir, producir variedades de productos existentes de mayor calidad— hemos elaborado un nuevo conjunto de datos que mide la calidad de 851 productos en casi todos los países.
Estos nuevos datos muestran que desde mediados de los años ochenta, los países en desarrollo de la región de Asia oriental y el Pacífico han experimentado un aumento constante de la calidad global de sus exportaciones, impulsado principalmente por mejoras en el sector manufacturero. En cambio, en ífrica subsahariana ha habido una disminución constante debido a que la mejora de la calidad en dicho sector ha sido limitada, y en el sector agrícola se ha desacelerado significativamente.
Observamos una mejora de la calidad particularmente rápida durante las primeras etapas de desarrollo, lo que está vinculado a un mayor crecimiento. Esta relación se observa particularmente en el sector manufacturero.
Sin embargo, tambiíén observamos que existen amplias oportunidades para mejorar la calidad en el sector agrícola, el cual es particularmente importante en los países de bajo ingreso, dado que este sector todavía emplea a una gran proporción de la población.
Por lo tanto, sería un error descuidar el desarrollo agrícola como mecanismo para diversificar la producción y mejorar la calidad. De hecho, los países de bajo ingreso observarán que si modernizan y transforman sus sectores agrícolas, podrán obtener sustanciales beneficios en tíérminos de productividad y calidad. Por ejemplo, la diversificación agrícola puede respaldar la entrada de nuevos productos y acelerar la transición de una agricultura de subsistencia a una producción para el mercado.
Políticas para ayudar a diversificar la economía
Los países de bajo ingreso deberían considerar la diversificación y la mejora de la calidad como un componente fundamental de su estrategia de desarrollo, dado que ambas son importantes para impulsar el crecimiento. ¿Cómo pueden estos países diversificar sus exportaciones hacia nuevos productos, y mejorar la calidad de los productos existentes?
Según los resultados de nuestro análisis empírico, observamos que hay un conjunto común de variables fundamentales y políticas económicas que están asociadas a varias dimensiones de la diversificación.
La inversión en capital humano e infraestructura, la calidad institucional, la profundización financiera —una mayor eficiencia, profundidad y amplitud de los sistemas financieros— y la proximidad a los mercados son factores que impulsan la diversificación de las exportaciones.
Las políticas económicas tambiíén pueden alentar la diversificación y la mejora de la calidad; por ejemplo, aumentar la estabilidad, como las medidas adoptadas por Vietnam para reducir la inflación a finales de los años ochenta; reducir las barreras directas de entrada, como el desmantelamiento del sistema estatal de distribución en Tanzanía, y reformar los sectores bancario y agrícola, son medidas que ayudaron a fomentar la diversificación.
Sin embargo, como demostraron nuestros estudios de casos de países, no existe una trayectoria de diversificación que sirva para todos los países, y debería evitarse la aplicación de un enfoque único con respecto a la diversificación y transformación.
El nuevo conjunto de herramientas para medir la diversificación proporciona fácil acceso a datos altamente desagregados a nivel de productos sobre la diversificación de las exportaciones y la calidad de los productos, permitiendo a las autoridades de los países, a los encargados de formular políticas y a los investigadores realizar análisis más detallados y específicos de cada país.