Nueva York, 19 jun (EFECOM).- Indecisa comenzó la jornada en Wall Street e indecisa terminó, a pesar de haberse lanzado a las píérdidas a mitad de sesión y haber terminado con un nuevo ríécord para S&P 500.
Los inversores parecían estar deshojando la margarita sobre si el discurso de la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, les quiere o no les quiere. Si bajan porque el estímulo se acaba y subirán los tipos de interíés o suben porque la economía se recupera.
Así las cosas, los índices terminaron prácticamente igual que ayer: el Dow Jones subió un 0,09 %, el S&P un 0,13 % y el Nasdaq bajó un 0,08 %.
Estos cambios mínimos no impidieron que el selectivo se apuntara un nuevo ríécord y, con sus 1.959,48 puntos se acercara un poco más a la meta simbólica de las 2.000 unidades.
Y estos resultados mixtos fueron representativos de un día en el que los operadores en Wall Street no lograron definir un rumbo claro.
Empezaron al alza, cuando se supo que las peticiones de subsidio de desempleo de las últimas cuatro semanas se ubicaron en el punto más bajo en casi siete años, pero en la media sesión se desinflaron.
Luego, el anunció de Obama de enviar hasta 300 soldados de las fuerzas especiales a Irak dar un pequeño empujón a las cotizaciones, aunque el sector tecnológico y, por ende, el mercado Nasdaq, siguieron en los números rojos.
En clave empresarial, dos fueron las empresas protagonistas: General Electric cerró con un aumento en sus acciones del 0,97 % despuíés de publicarse hoy que el conglomerado industrial ha enviado al Gobierno francíés una nueva oferta revisada por Alstom, y Oracle anunció unos decepcionantes resultados empresariales que hicieron que, tras el cierre de los mercados, las operaciones electrónicas marcaran una caída superior al 6,5 %.EFECOM