Por... ANA CRISTINA ARISTIZíBAL URIBE
Aunque estamos entrando en la disputa entre el libro impreso y el libro electrónico, gracias a las generosas bibliotecas todavía tendremos acceso por mucho tiempo al deleite que significa leer en papel y disfrutar no solo del olor de la tinta, sino del goce de llevar un buen libro debajo del brazo.
La buena lectura nos hace mejores seres humanos, más críticos, más reflexivos, nos prepara para no repetir los errores del pasado, nos ayuda a trazar mejores futuros.
Sin el poder adquisitivo para leer todos los libros que queremos y debemos (porque hay lecturas obligadas), las generosas bibliotecas nos permiten entrar a todos los mundos imaginados, sin esperar recompensa a cambio. Solo que les devuelvan el libro prestado.
Borges se preciaba más de los libros que había leído que de los que había escrito; pero parece que aquí algunos se precian más de los libros con el sello de una biblioteca que exhiben en su casa, que los que exhiben con el sello de compra de una librería.
Hace unos años escuchíé a un "señor" presumir de los libros que había robado de una biblioteca universitaria, argumentando que en ella no había quiíén los apreciara como íél. Y tambiíén supe de alguien que en su biblioteca privada, en un país europeo, exhibe orgulloso un documento colonial sustraído clandestinamente de una biblioteca universitaria de nuestra ciudad. Definitivamente muchos ejecutan con fervor el atrevido dicho popular de que es más "bobo" el que devuelve un libro que el que lo presta.
Pobres bibliotecas públicas y universitarias: hacen un esfuerzo descomunal por poner la lectura al alcance de todos y la respuesta de algunos es jamás devolverlos por olvido, por robo o por lo que sea.
Todos nos quejamos de la corrupción de los funcionarios que se apropian de bienes comunes; pero a pocos les parece que quedarse con el libro de una biblioteca signifique lo mismo.
Una sociedad con el tema íético en grises, calcula la medida del bien y del mal en costo monetario: mientras más bajito el costo del daño causado, más "chiquita" la falta moral. Algunos se autoconvencen de que tienen el libro "prestado" inclusive 6 meses, 2, 3, 5 años despuíés. Y otros, cuando se los reclaman, tienen el descaro de decir "¿Y esta es la hora de venir a reclamarlo?", a lo que se les contesta: "¿Y es que había que reclamárselo?".
Por favor: vaya, mire su biblioteca, y si tiene libros sin devolver, haga el favor de permitir que alguien más los use, no prive a otros de ese tesoro.