Bankinter se muestra más optimista que el Gobierno y prevíé que la economía española crezca un 1,3% este año y un 2,2% en 2015, aunque advierte de el principal riesgo económico del país es que se cuestione la integridad territorial.
En este sentido, los expertos del banco creen que el mercado podría estar infravolarando esta cuestión y aunque en Bankinter creen que "todavía es pronto" para introducir esta variable en la estrategia de inversión del grupo, admite que podría verse forzado a hacerlo en función de cómo se desarrollen los acontecimientos.
En cualquier caso, la entidad financiera prevíé un crecimiento del PIB en 2014 y 2015 una y tres díécimas superior a los pronósticos del propio Ejecutivo.
Además, el servicio de estudios del banco augura una tasa de paro del 24,6% este año, frente al 24,9% del Gobierno, y del 22,2% en 2015, tambiíén inferior a la previsión oficial del 23,3%.
Según el último informe de estrategia de Bankinter publicado hoy, en este ejercicio el críédito empresarial caerá un 1,7%, mientras que en 2015 se dará un repunte del 5,9%.
Respecto a los tipos de interíés en la zona del euro, el banco piensa que seguirán en el 0,15% hasta 2016, aunque advierte que "subirán antes o despuíés" y el debate sobre esto no es si sucederá, sino cuándo sucederá.
Pero, añade, para ello no tiene por quíé producirse necesariamente un cuadro de deflación en la zona del euro, pues considera que este riesgo se ha reducido notablemente tras la acción del BCE en junio.
En cuanto a la rentabilidad de la deuda soberana, los expertos de Bankinter creen que los tipos de los bonos a diez años de Alemania y Estados, referentes, repuntarán menos de lo que pensaban hasta hace poco, mientras que caerán más de lo que estimaban en la periferia europea.
Así, el bono español a diez años podría reducir su rentabilidad hasta el 2,20% en 2015 frente a la previsión anterior de Bankinter de que quedaría en el 2,70%.
Ello, unido a que la financiación "será más barata y más fácil de conseguir" tras la acción del BCE en junio, impulsará el crecimiento económico, estimulará los beneficios y elevará las valoraciones de las compañías.
En ese contexto, argumenta, las bolsas avanzarán de forma menos agresiva, pero seguirán soportadas con una perspectiva de medio plazo y potenciales muy atractivos, de hasta el 50%.