Repsol ha realizado un nuevo e importante descubrimiento de petróleo en aguas estadounidenses del Golfo de Míéxico. El descubrimiento se ha realizado en el pozo submarino denominado Buckskin, en el Keathley Canyon, situado a 300 kilómetros de la costa de Houston.
Repsol es el operador exploratorio de este nuevo yacimiento en el que se ha descubierto una columna de hidrocarburos de cerca de 100 metros, que se estima puede ser superior en la culminación de la estructura. El nuevo pozo tiene una profundidad de unos de 10.000 metros con una lámina de agua de 2.000 metros.
El consorcio descubridor, en el que Repsol participa con un 12,5%, esta compuesto por la compañía Chevron (55%), Maersk Oil America (20%) y Samson Offshore Company (12,5%).
El pozo descubierto apunta la existencia de importantes recursos de petróleo ligero y dulce, es adyacente y tiene una estructura geológica similar al campo Jack, operado por la petrolera Chevron.