Por… Víctor Andríés Gómez Rodríguez
Nada es tan nuevo
En 1996 Giovanni Arrighi comentó de la globalización, que muchas de sus tendencias no eran una novedad. El ferrocarril y el telíégrafo, el automóvil, la radio y el telíéfono en su íépoca impresionaron igual. Y la actividad económica virtual no es tan nueva como parece. El cable submarino para el telíégrafo, desde la díécada de 1860′s en adelante conectó entre sí a los mercados de valores; posibilitó el comercio diario y el ajuste de precios a travíés de miles de millas, debido a la electricidad. Chicago y Londres, Melbourne y Manchester se enlazaron mediante una estrecha interconexión en tiempo real. Propiciando un fluido crecimiento mundial durante ese periodo. [2]
La sociedad de la información es un reajuste a la hegemonía mundial conque paliar las hendijas que esta sufre. La globalización nació del auge en la aceleración tecnológica -a partir de 1944-, hasta la hoy sociedad de la información, a efectos de los cambios en las ciencias, básicamente las vinculadas a la comunicación, que a su vez ha creado un soporte teórico normativo para la pretensión imperialista de neocolonizar al mundo humano conocido en el siglo XXI. Por el camino de las redes digitales fluye incontrolable el capital financiero. Globalización y sociedad de la información interactúan, esencialmente, para ese objetivo.
Hobsbawm, alertó que la actual globalización alcanzó un punto iníédito en tres planos: la interdependencia, la tecnología y la política precisando que, vivimos en un mundo tan interdependiente, que las operaciones corrientes se encadenan y cualquier interrupción tiene consecuencias globales inmediatas.[3] La interdependencia, la tecnología y la política, mediante las redes digitales, constituyen el fundamento de la sociedad de la información, o del conocimiento, en la unipolaridad capitalista durante la hegemonía angloestadounidense. Dichos planos interactúan al interior de esa globalización. El historiador inglíés puntualizó que el efecto perturbador de la globalización, se hizo sentir con una rapidez impensable en cualquier íépoca anterior.[4]
La última díécada del siglo veinte le sirvió como punto de despegue. Es improbable la emergencia de la sociedad de la información al margen de la globalización, siguiendo la pauta -de ahí la interacción entre esos tres planos-, del enorme poder de una tecnología que revoluciona el terreno económico; sobre todo en lo militar. La tecnología es más decisiva que nunca en cuestiones militares. Hoy, la sociedad de la información y sus redes digitales, asisten a la cariada supremacía económica angloestadounidense mediante su Complejo Militar Industrial. La economía estadounidense se basaba en la protección de la industria nacional respecto de la competencia externa en su propio mercado. Pero el hecho de que esa economía ya no ocupa en el mundo industrializado actual la posición dominante de antaño constituye uno de sus puntos díébiles en el siglo XXI. La forma de solventarlo fue desarrollar el comercio de armas. A partir de la Segunda Guerra Mundial, el acopio de armas en tiempo de paz alcanzó en Estados Unidos un nivel sin precedentes en la historia moderna, lo que puede explicar la dominación ejercida por ese complejo.[5]
Goldstein avizora que el capitalismo como sistema de producción con fines de lucro, está en un callejón sin salida. Con la tecnología y la competencia empresarial a escala planetaria junto a la caída de los salarios[6], el imperialismo busca dividir a los individuos para disimular el crecimiento de la desigualdad en medio del agravamiento de la crisis desde 2007. El ciclo histórico que soportó a la economía terminó[7] Coincidiendo con Arrighi, Goldstein expone la aplicación de la ciencia y la tíécnica a los procesos industriales y a las comunicaciones en la revolución tecnológica desde mediados del siglo XX. La crisis actual es global, y su esencia es la sobreproducción. Dispositivos materiales y virtuales derivados de esa última revolución tecnológica, se concentran en la implementación de la era digital mediante la informática y las comunicaciones para sustituir a la mano de obra humana por procesos virtuales.[8]El salto tecnológico que representó la Internet, la comunicación por satíélite, la robótica de alto nivel y la nanotecnología, la aviación no tripulada y la automatización de los puertos, fue aprovechado por la plutocracia capitalista para extender su alienación a nivel global apelando a un mínimo de mano de obra humana. Con el estallido en el 2000-2001 de la “burbuja tecnológica†de las pí¹nto.com, el exceso de producción tecnológica terminó en colapso, extendido a la contracción económica que fue generalizada y afectó a los sectores inmobiliario, automovilístico, electrónica, herramientas, etc. El mundo, de repente se desbordó de: pantallas planas de televisión, bulldozers, muñecas Barbie, centros comerciales…[9]En la sociedad de la información, o del conocimiento, la informática, la robótica sustituyen en un contexto de crisis del sistema, al trabajo humano. La revolución tecnológica involucra al desmantelamiento del mercado del trabajo a escala global.
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[2]Ver: Giovanni Arrighi. “Beyond Western Hegemoniesâ€. 1997. Paper presented at the XXI Meeting of the Social Science History Association, New Orleans, Louisiana. October 10-13, 1996.
http://fbc.binghamton.edu/gaht5.htm.
[3] Ver: Eric Hobsbawm. Un Imperio que no es como los demás. EE.UU. IADE. 1/8/2008.
http://www.iade.org.ar[4] Ibidem.
[5] “El mundo de hoy es demasiado complicado para ser dominado por un solo Estado […], dejando de lado la superioridad militar, Estados Unidos depende de recursos cada vez más escasos […], su proporción en la economía mundial va en disminución y es vulnerable a corto y a largo plazo. Imaginemos que la […] (OPEP) decidiera mañana facturar el barril de petróleo en euros en lugar de dólares…†Ibidem.
[6]Fred Goldstein. El capitalismo en un callejón sin salida. UN PUNTO DE VISTA MARXISTA. Traducido por Manuel Talens y Atenea Acevedo. Copyright 2012, World View Forum.
http://www.rebelión.org.
[7] porque: “el funcionamiento automático del mercado capitalista, el ciclo normal de auge y caída del desarrollo capitalista, se quedó exhausto. El capitalismo llegó a un punto en el que ninguna medida de carácter económico podría por sí sola mantener el sistema en movimiento ni hacerlo avanzar por más tiempo [...]; sumido en la parálisis económica; el desempleo masivo sobrepasa la capacidad del sistema.†Ibidem.
[8] “la “recuperación sin empleo†es una característica de la crisis actual [...], [desde el] extraordinario desarrollo de la mundialización de la [...] banca y las finanzas, la crisis actual se está jugando en un escenario mucho más amplio que las anteriores [...] conforme esta crisis se profundiza y se prolonga, la clase dominante intensifica su intervención militar y agrava las tensiones mundiales al tiempo que aumenta su arsenal [...] de alta tecnología [...], la opción de la movilización militar como estímulo económico para alimentar la economía ha disminuido en gran medida. [...] Este proceso de sustitución de trabajadores por máquinas (hoy en día computadoras y software) ha estado en marcha desde el inicio de sistema capitalista, hace unos quinientos años. [...] Suya [de Allen Sinaí] es la frase “la madre de todas las recuperaciones sin creación de puestos de trabajo†en referencia a la mal llamada “recuperación†de 2009-2010.†Ibidem.
[9] “Si hubo sobreproducción fue porque los bienes no podían venderse con ganancias.†Ibidem.
Suerte en sus vidas…