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Autor Tema: 14 tácticas de las personas manipuladoras.  (Leído 605 veces)

Scientia

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14 tácticas de las personas manipuladoras.
« en: Agosto 12, 2014, 08:35:26 pm »
http://nodejardeleer.blogspot.com.ar/2014/08/gente-toxica-la-manipulacion-y-14.html


Gente tóxica. La manipulación y 14 tácticas de las personas manipuladoras.




 
elartedelaestrategia



A las personas manipuladoras las encontramos en distintas circunstancias de nuestras vidas. Hay manipuladores en nuestro trabajo, jefes o compañeros de oficina, en nuestras amistades y sobre todo en nuestra familia.




No es fácil descubrir cuáles son las caracterí­sticas de las personas manipuladoras, pero la mayorí­a de nosotros hemos sentido y vivenciado estas relaciones que nos confunden profundamente, porque no estamos seguros que está sucediendo. Nos sentimos culpables y al mismo tiempo ví­ctimas.




Comienza un circulo vicioso donde muchas veces hemos sido heridos o dañados por una persona manipuladora, donde hacemos un gran esfuerzo por mantenernos alejados, pero a la vez nos sentimos incómodos por la presión y volvemos a intentarlo, volvemos a depositar la confianza, pero sin resultados positivos. Al final relacionarnos con personas manipuladoras nos puede conducir a tomar malas decisiones, y sentirnos muy confundidos e inseguros con respecto a nosotros mismos.


Caracterí­sticas de las Personas Manipuladoras




Personalidad agresiva encubierta




Hay dos tipos básicos de agresión: la agresión directa y la agresión encubierta. Cuando usted está determinado para obtener algo y es abierto, directo y obvio en su manera de enfrentamientos, su comportamiento es etiquetado como abiertamente agresivo. Cuando usted debe "ganar", dominar o controlar, pero en forma sutil, secreta o bastante engañosa para esconder sus intenciones verdaderas, su comportamiento es más apropiadamente etiquetado como encubiertamente agresivo. Ahora, evitar cualquier demostración abierta de la agresión y simultáneamente intimidando a otros para que le den lo que usted quiere, es una maniobra poderosamente manipuladora. Por eso la agresión encubierta es el vehí­culo para la manipulación interpersonal usado más a menudo.




El proceso de Victimización




Durante mucho tiempo, me preguntíé por quíé las ví­ctimas de manipulación les cuesta tanto ver lo que sucede en interacciones manipuladoras. Al principio, estuve tentado de criticarlos. Pero he aprendido que son engañados por algunas muy buenas razones:




1. La agresión de un manipulador no es obvia. Nuestra intuición puede decirnos que ellos luchan por algo, luchan para vencernos, ganar poder, o hacer las cosas a su manera, y nos encontramos inconscientemente a la defensiva. Pero porque no podemos señalar pruebas objetivas y claras de que nos atacan, no podemos validar fácilmente nuestros sentimientos.




2. Las tácticas usadas por los manipuladores pueden hacerlo parecer que están dolidos, se preocupan, defendiíéndose..., casi todo menos que están peleando. Esta táctica es difí­cil de reconocer simplemente como estrategia inteligente. Ellos siempre hacen lo suficiente para que la persona dude de su comprensión natural e intuitiva de que está siendo ví­ctima de abuso o toma de ventajas.




Además, la táctica no sólo dificulta que consciente y objetivamente vea que un manipulador lucha, sino que simultáneamente le mantienen a la defensiva. Estos rasgos son armas psicológicas muy eficaces a las cuales cualquiera puede ser vulnerable. Es difí­cil pensar con claridad cuando alguien le tiene huyendo emocionalmente.




3. Todos nosotros tenemos debilidades e inseguridades que un manipulador inteligente podrí­a explotar. A veces, somos conscientes de estas debilidades y de cómo alguien podrí­a usarlos para aprovecharse de nosotros. Por ejemplo, oí­mos que padres dicen cosas como: "sí­, síé que tengo un botón de culpa bien grande." - Pero cuando su niño manipulador empuja afanosamente aquel botón, ellos pueden olvidar fácilmente lo que realmente sucede. Además, a veces somos inconscientes de nuestras vulnerabilidades más grandes. Los manipuladores a menudo nos conocen mejor que nosotros mismos. Ellos saben quíé botones presionar, cuando y con quíé fuerza. Nuestra carencia del conocimiento de sí­ mismos nos pone en una situación de desventaja para ser explotados.




4. Lo que nuestra intuición nos dice cómo es un manipulador, desafí­a todo que nos han enseñado creer sobre la naturaleza humana. Hemos sido inundados de una psicologí­a que nos tiene viendo a todos, al menos hasta algún grado, como miedosos, inseguros o "colgados". De este modo, mientras nuestro instinto nos dice que tratamos con un manipulador despiadado, nuestra cabeza nos dice que ellos realmente deben ser personas asustadas o heridas "por dentro". Lo que es más, la mayor parte de nosotros generalmente odia pensar en sí­ misma como gente insensible y cruel. Vacilamos en hacer juicios duros o aparentemente negativos sobre otros. Queremos darles el beneficio de la duda y asumir que ellos realmente no abrigan las intenciones malíévolas que sospechamos. Tenemos más tendencia a dudar y culparnos por atrevernos a creer lo que nuestro instinto nos dice sobre el carácter de nuestro manipulador. [...]




Mientras, desde cierta perspectiva podrí­amos decir que alguien con este comportamiento defiende su ego de cualquier sentido de vergí¼enza o culpa, es importante darse cuenta que al tiempo que el agresor expone estos comportamientos, íél no está principalmente defendiendo (es decir intenta impedir que ocurra algún acontecimiento internamente doloroso), sino que pelea para mantener una posición, ganar poder y quitar cualquier obstáculo (tanto interno como externo) en el camino de obtener lo que íél quiere.




Ver al agresor a la defensiva en cualquier sentido es una trampa para victimizar.




El reconocimiento de que ellos están principalmente a la ofensiva, prepara mentalmente a una persona para la acción decisiva que deben tomar a fin de evitar ser atropellados.

Por lo tanto, creemos que es lo mejor comprender muchos de los comportamientos mentales (no importa cuán "automáticos" o "inconscientes" pueden parecer) que a menudo observamos como mecanismos de defensa, como tácticas de poder ofensivas, porque las personalidades agresivas los emplean principalmente para manipular, controlar y conseguir el dominio sobre otros.




Más que tratar de prevenir que suceda algo emocionalmente doloroso o terrible, cualquiera que use estas tácticas está tratando principalmente de asegurar que algo que ellos quieren que pase, suceda. [...]




Tácticas del manipulador




1. Negación




Esto es cuando el agresor rechaza confesar que ellos han hecho algo dañino o hiriente cuando claramente lo hicieron. Es una manera de mentir (a ellos, así­ como a otros) sobre sus intenciones agresivas. Esta táctica del "¿Quien?... ¿Yo?" es una forma de "jugar al inocente", e invita a la ví­ctima a sentirse injustificada al encarar al agresor sobre su comportamiento inadecuado. Esta es tambiíén la forma en que el agresor se da el permiso de tener la razón en hacer lo que ellos quieren hacer. Esta negación no es de la misma clase de la negación de una persona que acaba de perder a un ser amado y que no puede aceptar completamente el dolor y la realidad de la píérdida. Aquel tipo de negación es principalmente una "defensa" contra una ansiedad y daño insoportable. Entonces, la negación anterior no es principalmente una "defensa", sino que una maniobra que usa el agresor para conseguir que otros se echen para atrás, descolgarse o sentirse tal vez hasta culpable por insinuar que íél hace algo incorrecto. [...]




2. Falta de atención Selectiva




Esta táctica es similar y a veces confundida con la negación. Ocurre cuando el agresor "juega al tonto", o actúa como olvidadizo. Al usar esta táctica el agresor activamente no hace caso de las advertencias, súplicas o deseos de otros, y en general, rechaza prestar atención a todo lo que podrí­a distraerlo de perseguir sus propios objetivos. A menudo, el agresor sabe muy bien lo que usted quiere de íél cuándo comienza a exponer este comportamiento de "¡no quiero oí­rlo!". Usando esta táctica, el agresor activamente se resiste a las tareas de prestar atención...




3. Racionalización




Una racionalización es la excusa que un agresor trata de ofrecer para involucrarse en un comportamiento inadecuado o dañino. í‰sta puede ser una táctica eficaz, sobre todo cuando la explicación o justificación del agresor tiene el suficiente sentido como para que cualquier persona razonablemente consciente la compre totalmente. Es una táctica poderosa porque no sólo sirve para quitar cualquier resistencia interna que el agresor podrí­a tener sobre hacer lo que íél quiere hacer (calmando cualquier náusea de la conciencia) sino que tambiíén le saca a otros de encima. Si el agresor puede convencerle que lo que hace es justificado, entonces íél queda más libre para perseguir sus objetivos sin interferencias. [...]




4. Desviación




Un objetivo móvil es difí­cil de golpear. Cuando tratamos de sujetar a un manipulador o tratamos de tener una discusión enfocada en una sola cuestión o comportamiento que no nos gusta, íél es el experto en saber como cambiar el tema, esquivar la cuestión o de algún modo nos lanzan una curva. Los manipuladores usan distracción y tíécnicas de desviación para mantener el foco lejos de su comportamiento, alejarnos de la pista, y quedar libre para sus propios fines egoí­stas y ocultos. [...]




5. Mentira




Es a menudo difí­cil saber cuándo una persona miente mientras lo hace. Por suerte, hay momentos en que la verdad sale a flote porque las circunstancias no confirman la historia de alguien. Pero tambiíén hay momentos cuando usted no sabe que ha sido engañado hasta que es demasiado tarde. Un modo de minimizar las posibilidades de que alguien lo pisotee es recordar que puesto que las personalidades agresivas de todos los tipos generalmente no se detendrán ante nada para conseguir lo que ellos quieren, usted puede esperar que ellos mientan y hagan trampas.




Otra cosa a recordar es que los manipuladores -siendo personalidades encubiertas agresivas- son propensos a mentir de modos sutiles y encubiertos. Los tribunales están bien conscientes de las muchas formas en que la gente miente, aún cuando ellos requieren en los juramentos de tribunal que los testigos digan "la verdad, sólo la verdad, y nada más que la verdad". Los manipuladores a menudo mienten reteniendo una cantidad significativa de la verdad o deformándola. Son expertos en ser vagos cuando usted les hace preguntas directas. Es un modo hábil de mentir por omisión. Tenga esto en mente cuando trate con un sospechoso de ser lobo vestido de oveja. [...]




6. Intimidación Encubierta




Los Agresores con frecuencia amenazan a sus ví­ctimas con mantenerlos ansiosos, aprensivos y en una posición baja. Los agresivos encubiertos intimidan a sus ví­ctimas haciendo veladas (sutil, indirectas e implí­citas) amenazas. Causar culpa y vergí¼enza son dos de las armas favoritas de los agresivos encubiertos. Ambas son tácticas especiales de intimidación.




7. Crear culpa




Una cosa que las personalidades agresivas saben bien es que otros tipos de personas tienen conciencias muy diferentes a las de ellos. Los manipuladores son a menudo expertos en utilizar la mayor conciencia de sus ví­ctimas para mantenerlos en la duda de sí­ mismos, ansiosos y sumisos. A más conciencia tiene la ví­ctima potencial, la culpa es más eficaz como arma.




Las personalidades agresivas de todos los tipos usan la creación de culpa como táctica manipuladora en forma tan frecuente y con tanta eficacia, que demuestra cuan esencialmente diferentes de carácter son al compararlos con otras personalidades (sobre todo neurótica). Todo lo que un manipulador tiene que hacer es sugerir a la persona consciente que ellos no se preocupan bastante, son demasiado egoí­stas, etc. Y aquella persona inmediatamente comenzará a sentirse mal. Por el contrario, una persona consciente podrí­a intentar que un manipulador (o cualquier otra personalidad agresiva) se sienta mal por su comportamiento hiriente, reconocer su responsabilidad, o admitir la maldad, sin lograr absolutamente nada.




8. Avergonzar




Esta es la tíécnica de usar sarcasmo sutil y observaciones ofensivas como un medio de miedo creciente y duda de sí­ mismo en otros. Los agresivos encubiertos usan esta táctica para hacer que otros se sientan inadecuados o indignos, y por lo tanto, sean deferente con ellos. Esto es un modo eficaz de crear un sentido contí­nuo de insuficiencia personal en la parte más díébil, permitiendo así­ a un agresor mantener una posición de dominio. [...]




9. Desempeñar el Papel de Ví­ctima




Esta táctica implica retratarse como una ví­ctima inocente de circunstancias o comportamiento de alguien más a fin de ganar la compasión, evocar la compasión y así­ conseguir algo del otro. Una cosa con la que cuentan las personalidades agresivas encubiertas es el hecho que las personalidades menos hostiles y crueles por lo general no pueden soportar el ver a alguien sufrir. Por lo tanto, la táctica es simple. Convenza a su ví­ctima que usted sufre de algún modo, y ellos tratarán de aliviar su angustia. [...]




10. Vilipendiando a la Ví­ctima




Esta táctica es con frecuencia usada junto con la táctica de desempeñar el papel de ví­ctima. El agresor usa esta táctica para hacerlo parecer que íél sólo responde (es decir se defiende contra) la agresión de parte de la ví­ctima. Esto permite al agresor poner mejor a la ví­ctima a la defensiva. [...]




11. Desempeñar el Papel de Criado




Los agresivos encubiertos usan esta táctica para encubrir sus agendas egoí­stas bajo el aspecto de servicio a una causa más noble. Esto es una táctica común, pero difí­cil de reconocer. Pretendiendo trabajar mucho en el nombre de alguien más, los agresivos encubiertos ocultan su propia ambición, deseo de poder, y búsqueda de una posición de dominio sobre otros. [...]




Un escándalo reciente que envuelve a un tele-evangelista causó que su iglesia lo censurara por un año. Pero íél dijo a sus fieles que no podí­a detener su ministerio porque íél debí­a ser fiel a la voluntad del Señor (Dios supuestamente se dirigió a íél y le dijo que no se marchase). Este ministro era claramente desafiante de las autoridades establecidas de su iglesia. Aún así­, se presentó como una persona humildemente sumisa a las autoridades "más altas". Un sello caracterí­stico de las personalidades encubiertas agresivas es que profesa en voz alta el servilismo, al tiempo que luchan por el dominio.




12. Seducción




Las personalidades encubiertas agresivas son expertas en encantar, alabar, adular o de apoyar abiertamente a otros a fin de conseguir bajar su defensa y rendir su confianza y lealtad. Los agresivos encubiertos son tambiíén en particular conscientes de que la gente que es hasta cierto punto emocionalmente necesitada y dependiente (y esto incluye a la mayor parte de personas que no tienen desórdenes de personalidad) quiere la aprobación, tranquilidad, y más que nada, un sentido de ser valorado y necesitado. Aparentar ser atento a estas necesidades, puede ser el boleto de un manipulador para obtener un poder increí­ble sobre otros. [...]




13. Proyectando la culpa (culpando a otros)




Las personalidades Agresivas siempre buscan un modo de cambiar la culpa por su comportamiento agresivo. los agresivos encubiertos no son sólo expertos encontrando cabezas de turco, son expertos en hacerlo en forma sutil, difí­cil de detectar.




14. Minimización




Esta táctica es una clase única de negación conectado con la racionalización. Usando esta maniobra, el agresor intenta afirmar que su comportamiento abusivo no es realmente tan dañino o irresponsable como alguien podrí­a reclamar. Esto es la tentativa del agresor de hacer convertir una montaña en un hoyo de topo.




Resumen




He presentado las principales tácticas que usa los agresivos encubiertos para manipular y controlar a otros. No son siempre fáciles de reconocer. Aunque todas las personalidades agresivas tiendan a usar estas tácticas, los agresivos encubiertos generalmente los usan hábilmente, de manera sutil. Alguien tratando con una persona encubiertamente agresiva tendrá que aumentar la sensibilidad de nivel visceral frente al uso de esta táctica si quieren evitar ser sus ví­ctimas.




Una de las formas de lograr comprender estas disfunciones tanto en nosotros mismos como en otras personas es informándose y aprendiendo los sí­ntomas y los mecanismos de acción. Aunque nos cueste creer la mayorí­a de los casos de personalidades abusivas y obsesivas surgen de heridas emocionales causadas dentro de nuestras propias familias.




Fuente: Adaptación extracto "In Sheeps Clothing" (En Piel de Oveja), del psicólogo George Simon. VIA conmigo8




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