Por... Martin Hacthoun
Tras el veto de Moscú a las importaciones de productos alimenticios desde Estados Unidos y la Unión Europea, Rusia se abre hoy como un auspicioso mercado de 18 mil millones de dólares para Argentina y otros países latinoamericanos.
El gobierno argentino no quiere dejar pasar esa oportunidad y enviará el fin de semana un numeroso grupo empresarial a la capital rusa.
"Será una importante delegación para emprender negociaciones comerciales, ya que se abre un gran mercado para Argentina", señaló anoche la presidenta Cristina Fernández.
Rusia resolvió la semana pasada dejar de comprarle productos a la UE y a Estados Unidos, en represalia por la sanción que íéstos le impusieron esgrimiendo la crisis con Ucrania.
Sus compras a la UE el pasado año ascendieron a 16 mil 441 millones de dólares y a Estados Unidos, a mil 795 millones, en productos primarios y manufacturas de origen agropecuario, que Argentina podría proveer a ese mercado.
Los cinco principales rubros fueron carne -incluyendo vacuna, aviar y porcina-, bebidas, lácteos y huevos, frutas frescas, y productos de molinería, en los que Moscú gastó más de la mitad del total: nueve mil 588 millones de dólares.
La delegación argentina que desembarcará en Moscú el próximo lunes, según se informó, está compuesta por funcionarios de los ministerios de Agricultura, Economía, Industria, y de la Cancillería, con el acompañamiento del sector empresario.
Su objetivo es negociar un aumento del ingreso de productos nacionales a ese mercado, adelantó la agencia de noticias Tíélam.
Entre otros, la encabezarán la ministra de Industria, Díébora Giorgi; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco, y directivos de Agricultura y Economía, entre otros.
Por el sector privado, presentará su carpeta de artículos la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, cuyo presidente, Daniel Funes, aseguró que Argentina tiene capacidad y potencial exportador disponible para abastecer al mercado ruso.