Este viernes, 23 de agosto, lanza su séptimo álbum de estudio titulado Lover. Y, aunque todavía falta un día para que salga, ya cuenta con más de un millón de reservas en internet. Vamos, que es todo un éxito incluso antes de que salga al mercado.A pesar de que Swift debería estar eufórica, su pelea legal con Scooter Braun (su antiguo mánager) por los derechos de sus primeros seis discos están haciendo que el momento sea algo agridulce. Pero Swift es de armas tomar y no se anda con chiquitas. ¿Y qué va a hacer? Pues grabar de nuevo cada una de las canciones de sus anteriores trabajos.Taylor explicó a través de una publicación en Tumblr que Big Machine Records (el sello discográfico de Braun) tiene los derechos de las copias maestras de sus últimos seis discos. ¿Qué quiere decir esto? Que siguen ganando dinero con aquellas grabaciones que hizo Swift en el pasado. De este modo, para intentar hacerles frente, Taylor regrabará sus anteriores trabajos, tal y como ha asegurado en una entrevista para CBS.Y es que Swift sí que controla todos los derechos de las letras y de las composiciones de sus canciones. Vamos, que puede grabar todas sus canciones y publicarlas de nuevo con Universal Music (la discográfica con la que sacará Lover). De este modo, veríamos en las estanterías de los establecimientos y en las plataformas digitales dos versiones del mismo álbum: una que pertenecería a Big Machine Récords y otra que pertenecería a Universal Music. Estamos seguros que los fans preferirán esta última versión, teniendo en cuenta lo mal que lo ha estado pasando Swift estos últimos meses.Cabe recordar que el pasado junio, cuando Big Machine Records compró los derechos de sus canciones, la artista aseguró que estaba viviendo una pesadilla y que Scooter Braun le estaba haciendo Bullying desde 2016, cuando tuvo todo el conflicto con Kanye West.Tendremos que esperar para ver en qué queda todo y para saber cuándo saldrán las versiones regrabadas de las canciones de Swift. Eso sí, habrá que tomárselo con paciencia porque la diva se encuentra en plena promoción de Lover.
“Quiero ser definida por las cosas que amo, no por las cosas que odio, que temo o que me atormentan a mitad de la noche”, dice al final Taylor Swift en de Daylight. No es ninguna casualidad que la cantante haya decidido utilizar estas palabras al acabar la última canción de Lover. Sin música, Tay se dirige directamente al oyente para decirle que esto es lo que es. Ni la vieja, ni la nueva Taylor, es simplemente ella.Porque Lover, el séptimo álbum de la artista es toda una declaración de intenciones. Taylor deja de lado toda aquella etapa oscura y experimental de Reputation para reencontrarse con los sonidos que la llevaron a ser la artista que más vende de la última década. Un sonido pop con pinceladas disco donde la artista se mueve como pez en agua.Con 18 temas nuevos, Taylor nos demuestra que ha madurado, sobre todo en las letras de sus nuevas canciones. La rabia en forma de versos que encontrábamos en anteriores álbumes ha dado paso a reflexiones sobre la vida. De hecho, Taylor no tiene miedo en poner sobre la mesa algunos de los problemas que están vigentes en la sociedad actual. La artista habla sobre la desigualdad con la que tienen que lidiar las mujeres día a día en The Man (tema que, por cierto, suena fuertemente para ser el siguiente single).Incluso tiene tiempo de sentarse y enviar alguna que otra pullita al gobierno estadounidense a través de Miss Americana and The Heartbreak Prince con su letra: “American glory fadede before me. Now I’m feeling hopeless, ripped up my prom dress” (La gloria de America se desvaneció ante mí. Ahora me siento sin esperanza, con mi vestido de promoción roto). Y es que Taylor ha dejado de ser el brazo derecho de América en los últimos años. La artista se ha posicionado políticamente y está en contra del Gobierno de Trump. Ya no es aquella rubia perfecta que cantaba country y celebraba animadamente el 4 de julio. No, eso pertenece a la old Taylor. Estas canciones se suman a You Need To Calm Down, donde la cantante critica en forma de sátira a todos aquellos que no respetan al colectivo LGTBQ. Sí, entre ellos también está esa América conservadora a la que pertenece el presidente de Estados Unidos.No nos tenemos que olvidar que nos encontramos ante un disco de Swift y, como no podía ser de otra manera, está llena de canciones que hablan sobre amor. Eso sí, esta vez desde uno más maduro y tranquilo.La artista habla sobre su relación con Joe Alwyn. Lo hace de una manera tierna y midiendo lo que quiere decir. Se nota que hay mucho que prefiere guardarse para sí misma. Además de Lover (donde podría estar dándonos una pista sobre su compromiso con el actor), ha lanzado London Boy, donde habla sobre todo lo que le gusta de él. Pero entre todos los temas pop que componen su disco, encontramos un precioso tema country que nos recuerda a la Tay de Fearless: Soon You’ll Get Better. Con la guitarra y acompañada del grupo Dixie Chicks, la canción es todo un regalo para los seguidores que llevan más de una década escuchando sus discos. También hay canciones como Paper Rings o I Think He Knows que nos llevan a su etapa de Red. Y es que, Lover recoge todos los estilos que ha tocado Swift en su carrera.Sin lugar a dudas, Taylor Swift no ha defraudado. La artista ha creado un disco que cumplirá con creces las expectativas de sus fans. La estadounidense se muestra más madura y pausada y es que, al igual que sus oyentes, ya no es la niña a la que Kanye West deja en evidencia delante de todo el mundo. Ahora es una de las mujeres más importantes de la industria musical y, aunque muchos no lo crean, tiene mucho amor que repartir en forma de canciones.
Deja de frotarte los ojos. Lo nuevo de Taylor Swift ya está aquí y no forma parte de ningún sueño. Un total de 18 temas se han convertido en la nueva banda sonora de millones de personas alrededor del mundo. Lover llega pisando fuerte.Admitámoslo. Nosotros también nos hemos despertado con el único objetivo de coger nuestros auriculares y darle al botón de reproducir para nutrirnos de los ritmos de este séptimo álbum de estudio. Lover nos ha causado diversas sensaciones, y nosotros hemos decidido compartirlas en estas líneas.Hola, Taylor. ¿Quieres ser mi amiga? (por Laura Coca)Nunca he sido muy fan de Taylor Swift. No es por nada personal, me resulta una chica con principios y dispuesta a reclamar la igualdad social en todo el mundo, algo que verdaderamente se agradece cuando se trata de alguien con voz en esta ardua industria. Su música nunca me ha convencido. Vamos, cuestión de gustos.Pero Lover es otro rollo. Aunque mantenga su sello personal, hay algo de este álbum que me engancha. Quizás sean sus letras pegadizas o quizás sea la variedad de ritmos que percibo en su repertorio. Sea como fuere, lo que es indudable es que lo que verdaderamente ha hecho que caiga rendida ante su talento es su inminente madurez. Y no, no hablo de su voz, sino de su reflexiva filosofía.La Taylor que antes cantaba su rabia y dedicaba alguna que otra estrofa a esa persona que apuñaló su corazón, ahora se ha convertido en una fuerte e intocable ave fénix que decide usar todas estas experiencias vitales para lanzar una importante reflexión. Y no solo eso, sino que en muchos de sus temas lo hace con mucho buenrrollismo. "Mira, que me he olvidado de ti y me mola bastante esta sensación de paz" es más o menos lo que viene a decir su alegre tema de I Forgot That You Existed (y probablemente mi favorito). De hecho, su risa en el estribillo me es bastante contagiosa. También hay canciones que te llegan al alma. Un claro ejemplo es el de It's Nice To Have a Friend, con la que no solo innova en su base introduciendo sonidos orientales, sino que además nos regala un viaje en la máquina del tiempo. "La campana del colegio suena. Me llevas a casa. Tiza en la acera cubiertas de nieve. Perdí mis guantes. Me diste unos. ¿Quieres pasar el rato? Sí. Parece divertido. Videojuegos. Me pasas una nota. Dormimos en tiendas de campaña. Es bonito tener un/a amigo/a", dicen sus versos. Y, boom, de repente, la nostalgia se apodera de ti.También hay momentos para escuchar a la antigua Taylor, como es el caso de los temas Lover, Cornelia Street y Soon You'll Get Better junto a Dixie Chicks. Dos de ellos al más puro estilo del country que tanto la caracteriza.Pero, por supuesto, también hay espacio para la reivindicación. Como ya he mencionado en líneas anteriores, esto es algo que me atrae de la figura de Taylor Swift. Ya no es la misma que se subió aquella noche del 13 de septiembre de 2009 durante la gala de los MTV Music Awards y se sometió a uno de los momentos "tierra, trágame" más grandes de su vida. Kanye West fue el culpable. No, esta Taylor ya no existe. Ahora nos encontramos con una joven estrella que se pregunta qué hubiese sido de su vida si hubiese nacido hombre. "Cuando todo el mundo te cree. ¿Qué se siente?", dicen algunos de sus versos. Un nuevo y claro himno feminista que escucharemos más de una y dos veces próximamente. ¡Y qué me gusta esta Taylor!Hace las paces con Katy Perry, te invita a su casa para escuchar su nuevo "hijo" y, además, te ofrece el que, para mí, es su gran disco. Yo también he hecho las paces con ella. Taylor, ¿quieres ser mi amiga?Mi top 3:I Forgot That You ExistedPaper RingsThe ManTaylor vuelve a ser Taylor (por Adriano Moreno)Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma, y Lover es, sin duda alguna, la calma que tanto necesitaba Taylor Swift. La cantante aprovecha los últimos coletazos del verano para deleitarnos con un álbum anticipado (el séptimo de su carrera) que resulta ser una convergencia de todas las caras del pop que forman parte de su ADN.La de Pensilvania se olvida de las serpientes, de la reputación, de su currículum sentimental y de la parte oscura y turbulenta de la industria musical para ofrecernos un disco de 18 canciones que hablan, simple y llanamente, del amor y desamor, los temas más recurrentes de su discografía.Con ME!, You Need To Calm Down y Paper Rigns explota la faceta más festiva y gamberra que la 'Old Taylor' ya comercializó en Shake It Off y Blank Space. Pero Lover va más por los derroteros del pop puro que cogió en 1989, esos caminos que Taylor ya había recorrido en Red e incluso en Speak Now, con poderosas baladas como The Archer o Cornelia Street, y midtempos como Afterglow, The Man y Miss Americana (incluido su sospechoso parecido a National Anthem de Lana del Rey). Canciones hechas expresamente para dejarte las cuerdas vocales en el coche, llorarlas tras una ruptura en un día de lluvia y adorarlas en tus fantasías más platónicas. Lover es esa mirada contemplativa y redefinida de Taylor Swift, porque, efectivamente, Taylor vuelve a ser la Taylor de siempre, que, a fin de cuentas, es lo que reclamaban y necesitaban esos incondicionales seguidores que hace más de una década se embarcaron junto a ella en su historia, en su Love Story.Mi top 3:Afterglow The ManCornelia StreetAdiós a la novia de América, ¡hola Miss Americana! (Por Alberto Palao)No debe ser fácil ser Taylor Swift. No solo porque toda la industria musical esté atenta de cada uno de sus movimientos, sino porque sus fans le exigen cada vez más. Sus seguidores, entre los que me incluyo, llevamos más de una década viéndola crecer como artista: celebrando sus victorias (sobre todo sus Grammy), pero también sufriendo sus derrotas. La conocimos como la perfecta adolescente americana: rubia, educada y cantando country con una guitarra. Pero ha llovido mucho desde entonces y Taylor dejó de ser la novia de América tras su Reputation.Ahora Miss Americana no tiene miedo de decir lo que piensa ni de posicionarse en causas políticas. Un ejemplo claro es The Man, donde habla sobre las dificultades de ser mujer en un pleno siglo XXI, o You Need To Calm Down, que ya se ha convertido en un himno del colectivo LGTBQ.Pero lo que más me ha llamado la atención de esta Taylor es que ha dejado de lado el rencor para abrazar al amor. La artista ya ha superado su pasado, lleno de salseos y conflictos con otros cantantes, para centrarse en ella misma. Tay no tiene miedo de volver a sus orígenes en Lover. Vuelve a ponerse las botas de country que la llevaron a la fama con Soon You’ll Get Better. Todo un regalo para los oídos de quienes la seguimos desde hace años. Porque sí, hay un pedacito de Fearless en el sonido de esta colaboración que ha escrito junto The Dixie Chiks.Para todos aquellos que disfrutamos viendo en los singles de Swift referencias a su vida privada (que lleva muy discretamente desde que comenzó con Joe Alwyn), también encontraremos pistas sobre su relación. Desde el single Lover hasta London Man. ¡Y es que nos gusta mucho un salseo!Taylor está a punto de entrar a sus treinta y su nuevo álbum lo refleja. Ya no es la niña que tras un enfado escribe una canción. Ahora es la mujer que se sienta a pensar lo que realmente le gusta, dejando de lado todo aquello que odia. Swift ha crecido y Lover es el reflejo de ello. Ni su reputación, ni sus serpientes, ni sus exes, ni sus squad de amigas tienen cabida. A la artista ya le da igual ser la nueva o la vieja Taylor. En Lover, Swift es simplemente eso, Taylor. Mi top 3: Death By a Thousand Cuts Paper Rings Miss AmericanaAhora te toca responder a ti: ¿Qué canción de Lover marcará tu 2019?
En una entrevista que emitirá el próximo domingo el programa de televisión «CBS Sunday Morning», la cantante Taylor Swift confirmará sus planes de «recuperar» sus primeros seis álbumes, publicados desde 2006, después de que el representante de artistas Scooter Braun (Justin Bieber, Ariana Grande) adquiriera el sello discográfico Big Machine Records, de Scott Borchetta, donde estaba Taylor Swift.Tras dicha adquisición, la cantante explicó vía Tumblr que ese sello tiene los derechos de las copias maestras de sus seis últimos discos; o sea, que la discográfica continuará sacando beneficios de sus grabaciones. En su explicación, se refirió al acuerdo como «el peor escenario» y desveló que se había enterado al mismo tiempo que el resto del mundo, recordando «el acoso incesante y manipulador», a través de sus representados, por parte de Scooter Braun durante años.Tras esta revelación, Borchetta contradijo a la cantante, explicando que su padre y accionista de Big Machine Rec, Scott Swift, sí había sido notificado; también contó que la cantante y su abogado sí tuvieron constancia del acuerdo. Estas declaraciones provocaron que el abogado de la cantante, Don Passman, negara las afirmaciones de Borchetta.Más allá de este enredo de dimes y diretes, de lo que no hay duda de que Taylor Swift sí es dueña inequívoca de las letras y composiciones de sus canciones, por lo que tiene la posibilidad de regrabarlas nuevamente con Universal, su sello actual, con el que saca este viernes 23 de agosto su próximo álbum, «Lover», el séptimo de su carrera.En el caso de que la cantante siguiera adelante con esta intención de regrabar sus canciones con su nuevo sello, habría dos versiones de todos sus temas en plataformas físicas y digitales como Spotify.Nuevo discoDurante la promoción de «Lover» en el programa de televisión «Good Morning America», la intérprete explicó este jueves sobre su nuevo trabajo que «una de las cosas más importantes de este álbum» es que será el primero que le pertenezca en su vida. El disco ya está a la venta, pero en la preventa ya se adquirieron cerca de un millón de copias. «Es una locura», dijo Swift ante las cámaras del programa matutino, agradeciendo a sus fans el «maravilloso apoyo».
Parece que fue ayer cuando medio planeta Tierra se frotaba los ojos ante uno de los momentos más icónicos de la historia del entretenimiento y la música. Pero no, el próximo 13 de septiembre se cumplirán 10 años desde que un decidido Kanye West decidió regalar a su entonces inocente archienemiga Taylor Swift una de sus experiencias más incómodas... en directo.Todo sucedió durante los MTV Video Music Awards 2009. Swift compartía nominación con Beyoncé en la categoría de Mejor Vídeo Femenino, por lo que se convirtió en una de las entregas más esperadas de la noche. You Belong With Me de nuestra protagonista acabó recibiendo la estatuilla, aunque esta figura no fue la única que se quedó de piedra aquella noche.El rapero interrumpió el discurso de Swift, agarró su micrófono y regaló unas palabras que la joven artista de country tuvo que asimilar durante varios años. "Tú, Taylor, estoy muy feliz por ti, te dejaré terminar, pero Beyoncé tiene uno de los mejores vídeos de toda la historia (Single Ladies - Put a Ring On It). ¡Uno de los mejores vídeos de toda la historia!", gritó Kanye ante las cámaras. La expresión de Taylor fue similar a la que un alumno que atiende a la riña de su profesor delante de todos sus compañeros.Eso es lo que vimos, pero todos sabemos que lo que se vive en la industria del entretenimiento, sobre todo, de la televisión, tiene otra cara. ¿Cómo se enfrentaron a este momento todos aquellos que se escondían tras las cámaras? ¿Cuáles fueron sus primeras impresiones? Billboard ha contactado con todos aquellos encargados de dar vida a esta entrega de premios aquel año. Desde la supuesta ebriedad de West sobre la alfombra roja hasta la histeria del backstage. Esto es todo lo que se vivió durante el beef de Kanye West a Taylor Swift detrás de las cámaras:La previaLa noche no comenzó del todo bien para el rapero. Todos los allí presentes recuerdan su llegada con una botella de Hennessy en sus manos, la famosa marca de coñac. "Yo estaba como '¿Estás bien?' porque lo conocía muy bien y parecía fuera de sí estar en la alfombra así", recuerda la exvicepresidenta de relaciones con artistas Whitney-Gayle Benta. "Creo que él estaba, no quiero decir incontrolable, pero invencible. Recuerdo que pensé que aquello no iba a terminar bien", continúa."Estaba paseando por allí y hablé con Pete Wentz (Fall Out Boy) y me dijo 'Tío, Kanye está muy borracho. Ha venido y me ha dado su botella de Hennessy y me ha hecho darle un buen trago. Está fatal'", dicta James Montgomery, excorresponsal senior de MTV News. Kanye West y su botella de Hennessy paseando junto a Amber Rose por Radio City, lugar donde se celebraron los MTV Video Music Awards 2009 / Christopher Polk (Getty Images)Momentos posteriores, Kanye finalmente tomó asiento en primera fila. Una posición que no le otorgaron por casualidad. "El sitio de Kanye estaba algunas filas atrás, como en la octava. Yo lancé una broma como 'Jesús, ¿quién ha decidido poner a Kanye tan atrás? ¿Con quién se ha enfadado en MTV? No va a estar muy contento. A alguien le van a despedir'. Y durante la mañana de los VMAs, los producotres se dieron cuenta de que no tenían suficientes hombres delante para algunos planes", recuerda el productor de MTV News Jim Cantiello.La locura"Wow, wow, wow, ¿qué está pasando", "¡M*erda! Es esa botella de Hennessy", "¡Ha subido un fan! ¡Sacadlo de ahí" fueron algunas de las reacciones inmediatas que se vivieron tras las cámaras."Recuerdo que el camión estaba en shock y yo no paraba de pensar en el momento en que le dijese algún cumplido. Pero no ocurrió. Como el público, nosotros estábamos reaccionando en ese mismo momento. [...] Nadie podía creer lo que estaban viendo", añade Ignjatovic, productor ejecutivo de los VMAs. Era de esperar que el nerviosismo acabaría adueñándose de todos y cada uno de los integrantes del equipo de su organización. No obstante, también hubo espacio para aquellos que vivieron aquella experiencia como una gratuita campaña de marketing. "¡Esto es oro para la televisión!", pensó Hamilton, director de los VMAs 2009.Pero la tensión que se respiraba era tal que no tuvieron demasiada capacidad de reacción. "Todo fue tan rápido que en ese momento estábamos intentando resolverlo, pero no pasó. Normalmente tienes contingencias cuando alguien no aparece o cuando hay algún error técnico. Puedes tirar de cinta, de presentador o de centro de operaciones. Pero esto era algo diferente porque había dos artistas sobre el escenario", añade Ignjatovic.Vale, Kanye West se acababa de subir al escenario para decir en pleno directo que Taylor Swift no merecía ganar ese premio, sino Beyoncé. Y lo hizo ante Taylor Swift... y Beyoncé. El rostro de su amiga, por supuesto, reflejaba un claro cartel de "tierra, trágame"."¿Hemos dejado que esto ocurra?", pensó Cantiello. "Le hemos dado a Kanye un asiento en primera fila, sabemos que él salta en los premios. El pensamiento se me cruzó por la mente: 'Oh, ¿es esto algo como lo de Bruno/Eminem otra vez?'. Entonces vi la reacción de Taylor y la de Beyoncé, y la incredulidad de la gente y pensé 'No, no, MTV nunca haría algo así porque esto hiere potencialmente las relaciones entre tres de los mayores artistas de 2009 ahora mismo'".Ahora las grandes preguntas era: "¿Qué hacemos con Kanye?" y "¿Cómo nos aseguramos de que Taylor está bien?"."Fuimos a publicidad y le dije a Dave Sirulnick, 'Dave, necesito que saques a Kanye del edificio y quiero que vayas a ver a Taylor, a su madre y a su manager'", señala Van Toffler, expresidente de Viacom Media Networks Music & Logo Group.Tanto Swift como su madre lloraban, añade Toffler, por lo que sintió una profunda necesidad de disculparse por todo lo sucedido, aunque no cayó en sus manos. "Lo sentimos. No lo sabíamos. Sé que actúas después y déjame pensar una manera en que podemos hacerlo bien para ti. Estamos hablando con él ahora mismo y lo siento mucho que esto arruinase tu momento", le dijo a la artista. Entre el caos, Kanye se sorprendió de que la organización le invitase a abandonar aquel lugar.Finalmente, una decidida Taylor se subió al escenario y regaló a todo un planeta una de las actuaciones más señaladas de su carrera. "Lo hizo con verdadera dignidad y profesionalidad. Después del shock y la tristeza, convirtió esa energía en determinación", explica Hamilton.Caos, histeria, lágrimas, la peineta de P!nk a Kanye, la incómoda reacción de Beyoncé y la resurrección de Swift marcaron aquella noche como una de las más memorables de la historia de la televisión y la música.
Swift fue una de las grandes protagonistas y el vídeo de su canción 'You Need to Calm Down' se llevó dos de los reconocimientos más codiciados de la noche: el de mejor vídeo del año y el de mejor vídeo "para bien", para una causa benéfica.Su sencillo, un "himno anti-odio" llevó el mensaje político al escenario, al exigir la aprobación de una "Ley de Igualdad" que garantice que todo el mundo tenga los mismos derechos.Con lágrimas en los ojos, Swift declaró que "todavía hay una petición a favor de la Ley de Igualdad que, básicamente, dice que todos merecemos los mismos derechos ante la ley", dijo la artista, rodeada de un grupo de activistas LGTBI que, anteriormente, habían actuado con ella en la apertura del espectáculo.
Su séptimo álbum de estudio Lover vio la luz el pasado 23 de agosto, razón por la que su intérprete se encuentra recorriendo las radios de Estados Unidos.Ha sido precisamente en uno de estos medios donde la artista ha desvelado un dato que puede interesar a más de uno y una. Tiene que ver con la gira que su ejército de seguidores espera que lleve a cabo tras el lanzamiento de este tan esperado proyecto, aunque todo apunta a que deberán esperar para ello.PUBLICIDADinRead invented by TeadsEl famoso presentador Ryan Seacrest no pudo evitar preguntarle acerca de este tour, a lo que Swift respondió con las siguientes palabras: "No estoy muy segura de lo que haremos con el tour porque he estado tan centrada en el lanzamiento de este álbum, dirigiendo vídeos, poniendo todas estas pistas en los vídeos e intentando hacer que la experiencia del lanzamiento de este álbum sea lo más divertida posible para mis fans que no quería planear nada de lo relacionado con el directo", expresó. "No quiero hacer lo mismo porque no quiero que mi vida sea una noria".Vamos, que la gira no ha formado parte de los planes de la cantante. Aún deberá ponerse manos a la obra con ella y, tal y como asegura, no es tarea de dos días. "Hay muchas cosas que se tienen que hacer en un tour y que nadie sabe. Tienes que reservar estadios un año y medio antes por adelantado y eso para mí es mucho. Con Reputation, sabía que nadie iba a entender del todo este álbum hasta que lo viesen en directo porque sabía que lo que había planeado en directo iba a hacer que la gente entendiese lo que grabé", señaló. "Pero este disco es diferente porque parece que la gente está captando este disco en su primera escucha, lo que es maravilloso. Ni siquiera puedo contaros lo fácil que fue", concluyó.Los estadios son divertidos, son increíbles. Me encantan los estadios, pero no sé si haremos lo mismo que hicimos la última vez (en el Reputation Tour).No temas. Taylor Swift hará gira, sí, quizás en un formato más pequeño, sí, pero no será muy pronto. De hecho, la cantante afirmó que las reuniones para organizarlo han comenzado este 29 de agosto.De este modo nos queda claro que la intérprete de You Need To Calm Down no tiene ni idea de lo que ofrecerá en directo a sus seguidores, ni siquiera dónde. Pero de lo que si está segura es de que lo que nos dará sobre el escenario volverá a ser único y especial.Habrá que esperar para saber si España se encuentra entre las fechas de esta tan esperada gira.
La escultura de Taylor Swift (29 años), la reina del pop juvenil, es una de las nuevas incorporaciones de la próxima temporada del Museo de Cera de Madrid. Así lo han comunicado fuenets internes de la propia organización.La cantante y actriz estadounidense ha obtenido tres galardones en los Premios MTV de videoclips (celebrados el pasado miércoles), consiguiendo el mayor éxito con el suyo titulado «You Need To Calm Down», galardonado como el vídeo del año.Swift se ha convertido este año en la artista femenina mejor pagada, embolsándose la friolera de 167 millones de euros y doblando las ganancias de la reina Beyoncé, que se posiciona la segunda en la lista publicada por Forbes.En gran medida se debe a los gananciales que ha obtenido gracias a su última gira: «Reputation Stadium Tour», que fue todo un éxito. Generó 240 millones de euros solo en los Estados Unidos. Un año de éxitos -en el que cumple una década en la música- que contrasta con el pasado, que mantuvo un perfil muy bajo a nivel profesional.
No es difícil entender que para muchos, Taylor Swift sea la novia americana. Es la típica chica guapa, joven, con éxito y una imagen de niña buena que la convertirían en la nuera perfecta para cualquiera.Y cuando algo se trae entre manos es fácil pensar que va a tener una gran repercusión. ¿Alguien dudaba que su nuevo álbum iba a convertirse, de nuevo, en nº1 de la lista de ventas de Estados Unidos? Lo ha conseguido por sexta vez y superándose si cabe.Lover ha conseguido una cifra de ventas espectaculares. Ningún disco había vendido tanto en una semana desde que, casualmente, ella lanzara Reputation en 2017. Aunque algunos piensan en ella como una princesa, habría, más bien, que empezar a hablar de ella como una auténtica reina.Y claro, una llegada de tanto impacto no le pasa a nadie desapercibido y menos al mundo del country del que ella procede. Entre sus fans podemos encontrar al marido de Nicole Kidman. Keith Urban es un confeso admirador suyo que, el pasado fin de semana se lanzó a versionar el tema que da título al nuevo álbum de Taylor. “Keith Urban versionando Lover perfectamente. Estoy gritando. Esto es tan hermoso”, escribía la cantante en sus stories de Instagram. Y es que el cariño entre ambos viene de lejos.En 2009, el veterano ya le prestó su apoyo cuando le dejó abrir los conciertos de su Escape Together World Tour. Cuatro años después, en 2013, ambos colaboraban con otro grande del género, Tim McGraw, en Highway don’t care. Y como su relación no ha hecho más que consolidarse, en 2015, Taylor invitó a Keith al escenario en uno de los conciertos de su gira de 1989.Ahora siguen mostrando públicamente lo sólida que es su amistad. “Enorme agradecimiento a Taylor Swift por el nuevo y único Lover. Cuando una canción tan exquisitamente escrita se convierte en un disco tan maravillosamente elaborado, siento una profunda gratitud por el arte de hacer música”, escribía en twitter el cantante country hace unos días.“¿Me estás haciendo esto? Es lo más bonito que me han dicho nunca”, contestaba una emocionada Taylor.
Lover», el nuevo álbum que ahora está presentando a los públicos europeos, tiene notas íntimas, pasionales, entre ácidas y humorísticas. Cuando sonó «London Boy», una adolescente que me tocó como vecina, a poco estalla a llorar: “London boy… sabe, Taylor habla de Joe Alwyn, que ha sido su “boy friend” y dice cosas un poquito tristes”. A decir verdad, la cantante ¿jugaba? ¿interpretaba? algo parecido a una comedia ácida: una petición de «matrimonio» de una pareja que no era forzosamente «gay», entre amigos, no sé si reales o imaginarios, y personajes de alta comedia.La letra de «London Boy» quizá no sea otra cosa. Pero en la partitura quizá estén presentes casi todas las tradiciones de la cantante: la vieja música country de su Nashville de adopción, las viejas baladas de las tradiciones pop, el rock pop que la moza interpreta con su banda a un ritmo entusiasta para su público, entre adolescentes, «millennials» y viejos cocodrilos curtidos en casi todas las tradiciones de las últimas décadas.Presentando «Lover», desde su óptica, el «The New York Times» comentó, en días pasados, que Taylor Swift ha dado un nuevo giro a su carrera. Adiós al primer country de su instalación en Nashville, desde su Pennsilvania natal, adiós al tono un poquito negro de «Reputation» (2017), redescubrimiento de los tonos rosa bombón de una cierta América profunda, el Midwest satisfecho de sus valores tradicionales.«Redescubrimiento» agridulceConcebido como plataforma de lanzamiento europeo, dirigido a muchos públicos de distintas nacionalidades, «City of Lover Concert» no dejó de recordar temas de ayer o antes de ayer, dirigidos a los «millennials» que se reconocieron, hace pocos años, en el humor ácido y los vagabundeos sentimentales de una moza a quien se presta algo así como un «paradigma» de sensibilidades trasatlánticas.Con novio («boyfriend» inglés), pero dirigiéndose a las adolescentes que descubren la vida en un instituto belga, una ciudad del Este alemán o las grandes autopistas que recorren los autobuses de la Greyhound, de Boston a Los Ángeles, Taylor Swift, canta el encanto y desencanto de esa vida entre nómada y cosmopolita.Presentar «Lover», que ya barre en el mercado USA, en París («ciudad del amor») para dirigirse a sus nuevos públicos europeos, requería, pues, retomar «viejas» historias del resto de su carrera, «1989» («Blank Space», «Style»), «Red» («I Knew You Were Trouble», «Red», «All Too Well»), «Fearless» («Love Story»). Persiguiendo y consiguiendo un «efecto dominó»: dos mil adolescentes, millennialsmillennials» y viejos cocodrilos apoyando a coro musiquillas marchosas.Desperdigados en los balcones privilegiados del Olimpia, algunos personajes locales, Alain-Fabien Delon, Bilal Hassani, Louane. El concierto terminó poco antes de la medianoche. «La Chaine Info» (cadena de televisión permanente) sentencia la mañana del martes: «Taylor Swift hizo temblar al Olimpia». Horas antes, no lejos del domicilio del niño Marcel Proust, enamorado de Gilberte, camino de los Campos Elíseos, la cantante nos comentaba deambulando por el bulevar donde estuvo la primera sala de cine de Europa: «Lo que admiro en Madonna es un capacidad de cambio. Su carrera es una sucesión de cambios. Mi carrera es algo parecido».Taylor Swift tiene con Madonna otra cosa en común. Ambas forman parte del reducido club de las cantantes más ricas del mundo, que son, según «Forbes», por este orden: Rihanna(600 millones de dólares), Madonna (570 millones de dólares), Celine Dion (450 millones de dólares), Beyoncé (400 millones de dólares) y Taylor Swift (360 millones de dólares).
Taylor llevaba 8 años sin actuar en Francia, así que París ha sido la ciudad elegida para reunir a sus fans más fieles, los 'swifties' que la han apoyado a lo largo de toda su carrera, incluyendo sus etapas más controvertidas: sus polémicas con Kanye West y KimKar, la enemistad (ya resuelta) con Katy Perry y, en la actualidad, su guerra con el mánager Scooter Braun, dueño de los derechos de los discos de Swift tras la compra de la antigua discográfica de la cantante.Así, para darse un buen baño de masas y agradecer a sus fans el apoyo incondicional, Taylor Swift presentó este lunes su último disco, Lover, en un concierto íntimo en el legendario teatro Olympia de París, escenario de algunas de las actuaciones más recordadas de la música popular.En un evento al que solo se podía acceder por invitación o por concurso se dieron cita unos 2.000 fans de, como ella misma explicó en el concierto, 37 países distintos. "Quería hacer algo distinto esta vez para celebrar la publicación de Lover, quería celebrar el amor con vosotros", dijo Swift durante su actuación.La artista decidió interpretar por primera vez algunos temas del nuevo disco, según reconoció, de la manera en la que los compuso, sin más acompañamiento que su voz y un instrumento. Cantó a la guitarra Cornelia Street o The Man, seguidas de una versión al piano de Daylight. También hubo tiempo para canciones antiguas, como el éxito que le llevó a la fama, Love Story, que fue coreada palabra por palabra por un entregado público, o algunas más recientes, como Blank Space o Shake it off que pusieron a bailar a todo el auditorio.Swift interactuó con el público entre tema y tema, explicando el contexto de las canciones y lanzando un mensaje de igualdad en el amor, sobre todo haciendo referencia a la comunidad LGBT, con la que está muy comprometida.Lover es el séptimo álbum de estudio de la "princesa del pop", que consiguió el número uno en Estados Unidos en su primera semana en las listas del Billboard. Swift lleva ya 15 años en el mundo de la música y ha virado desde el country, género con el que se dio a conocer, hacia un pop más comercial paulatinamente, manteniendo la misma esencia que le ha acompañado durante sus siete discos.
Las anestesias en EEUU golpean fuerte. No es la primera vez que se viraliza la reacción de alguien bajo los efectos de los sedantes, que tienen efectos muy potentes aun cuando han pasado varias horas después de la intervención.Taylor Swift tuvo que someterse a una pequeña cirugía ocular, algo que la obligaba a llevar durante varios días unas gafas de protección para proteger la zona intervenida. Sin embargo, cuando ya se encontraba en casa descansando, la cantante continuaba bajo los efectos de la anestesia.Fue su madre la que grabó los divertidos vídeos de Taylor Swift llorando por coger el plátano equivocado, un drama tan gracioso como surrealista. "No te duermas comiéndote un plátano", le dice su madre, a lo que la cantante responde: "No estoy dormida, mi mente está viva".Sin duda, la cara de sorpresa de Taylor después de descubrir que fue su propia madre la que envió el vídeo a The Tonight Show no tiene precio.