Muchas personas aseguran que durante el confinamiento han desarrollado su faceta más artística, dando rienda suelta a la creatividad. Es el caso de Taylor Swift, que acaba de publicar por sorpresa Folklore, su octavo álbum de estudio y un trabajo cocinado en la distancia durante el confinamiento por la crisis del coronavirus.Hasta la fecha todos pensábamos que Lover era el disco más personal de Taylor Swift, hasta que hemos escuchado 'Folklore'. Su ritmo pausado, sus letras intensas y sus baladas al más puro estilo the old Taylor nos han conseguido llegar al fondo del corazón, mostrándonos un trabajo intimista en el que la cantante se desnuda para mostrarnos todos los sentimientos por los que ha pasado durante el confinamiento. De hecho, plataformas como Apple Music han clasificado 'Folklore' como un álbum de música alternativa.'Folklore' no es solamente un disco intimista, sino que además oculta historias secretas. Durante un chat con sus fans en YouTube, la cantante ha empezado a abrir los easter eggs (los secretos) de Folklore: Taylor Swift cuenta el triángulo amoroso que vivieron los antiguos propietarios de la casa de Rhode Island en la que vive actualmente. Se trata de 3 canciones a las que ella llama “El triángulo amoroso adolescente (The teenage love triangle)” en las que cada una de ellas da voz a uno de los protagonistas de la historia. Y todo apunta a que Cardigan, el primer sencillo del álbum, es una de ellas. Y es que con 'Cardigan' Taylor Swift ha dejado muy claro de qué va Folklore: una preciosa balada cargada de sentimiento y fuerza y que trata sobre la sensación de desolación que siente una persona que descubre que su pareja le ha engañado. Una explosión de sentimientos plasmados en una precisa letra que es capaz de hacerte sentir en la piel de la persona traicionada. El videoclip, en el que podemos ver a Taylor Swift pasando de la bucólica naturaleza de una relación a la peligrosidad de un mar revuelto cuando las cosas no van del todo bien, ha conseguido alcanzar los tres millones de reproducciones en YouTube en tan solo cinco horas.Y es que la temática de las 16 canciones que forman Folklore es de lo más dispar. Es el resultado del complicado viaje interno por el que probablemente todos hemos pasado durante este confinamiento. ‘mad woman’, ‘this is mi trying’, ‘the last American dynasty’, ‘seven’ o ‘august’ forman parte de la tracklist de Folklore, entre las que tan solo encontramos una colaboración: ‘exile’ junto a Bon Iver. Escuchando Folklore nos queda claro que Taylor Swift ha vivido un auténtico viaje interior durante este confinamiento. Ha tenido tiempo de profundizar en historias apasionantes y de componer letras profundas capaces de transportarte hasta el interior de estos cuentos con ápices de realidad. Se trata de el disco más pausado de la cantante hasta la fecha perfecto para aquellos días en los que solo queremos desconectarnos de la realidad y transportarnos a un mundo lleno de nuevas sensaciones. Con Folklore Taylor Swift nos ha acabado de conquistar.
A estas alturas Taylor Swift no tiene que demostrar nada. La artista estadounidense lleva una década defendiendo que ella no es solo una cara bonita que canta, sino que es una música con letras mayúsculas. Con tan solo 30 años, una decena de Grammys a sus espaldas, millones de discos vendidos y todo un imperio musical, Taylor ya tiene carta blanca para hacer lo que le dé la gana. Prueba de ello es que este 24 de julio ha sacado un disco con 16 nuevos temas por sorpresa, anunciándolo tan solo unas horas antes.Folklore, el octavo álbum de estudio de Taylor, ha salido a la luz sin fuegos artificiales ni confeti de colores. Tampoco ha habido un single previo que haya preparado a los millones de swifties para ello. Vamos, que Taylor se ha marcado su propio Lemonade y ha dado una alegría a sus fans en un 2020 donde puede pasar de todo.Folklore llega solo once meses después de Lover y, aunque todavía no hemos asimilado la noticia, hemos cogido nuestros auriculares y le hemos dado al play para escucharlo. El que es el octavo álbum de estudio de la estadounidense nos ha causado varias sensaciones que hemos querido compartir en estas líneas.Taylor Swift se aleja de tanto “brilli, brilli” para brillar más que nunca, por Alberto PalaoSi después de la tormenta (Reputation), llega la calma (Lover), Folklore es navegar tranquilamente con viento a favor durante horas. Taylor Swift ya no tiene que demostrar a nadie quién es ni lo qué quiere hacer, se ha soltado una mochila que llevaba años cargando y por fin ha volado sin ningún tipo de carga, consiguiendo una de las mejores producciones de su carrera.Taylor ya no es esa joven de 20 años insegura que escribía historias de amor y desamor. Ahora es una mujer de treinta años que pisa fuerte por donde pasa y que no se muerde la lengua a la hora de expresar sus opiniones. Y en su música igual: ya no necesita grandes florituras para contar historias, solo un conjunto de instrumentos y unas buenas letras.Swift arranca con the 1 y Cardigan, donde demuestra que este disco va en serio y que esto no es un álbum pop que busca colar sus temas en la discoteca post covid de este verano. La cantante da protagonista a los instrumentos en cada una de las dieciséis canciones que integran el disco. El piano y los violines se convierten en sus principales aliados, guiando al oyente a través de las palabras de Swift. Es ahí donde se nota que uno de los productores principales del disco ha sido Aaron Dessner de The National, quien tiene debilidad por estos instrumentos. Y reconozcámoslo, le va como anillo al dedo a Tay. De hecho, the last great american dinasty es el culmen de esta unión.Exile es la única colaboración que tiene Taylor en este álbum. La joven ha contado con Bon Iver para un tema que es la evolución natural de aquella chica que conocimos en Fearless hace doce años y que apostaba por un ritmo folk. Con una melodía que va in crescendo, la letra sobre un amor maduro que no llega a buen puerto atrapa al oyente.Y es que uno de los puntos fuerte de Folklore son las letras. Aunque Taylor haya podido utilizar alguna de sus canciones para enviar alguna que otra indirecta (Mad Woman), parece que la artista ha querido enfocar este álbum más a contar historias ajenas. De este modo, encontramos canciones como my tears ricochet, donde habla desde la perspectiva de una chica que ha muerto; o august y Betty, donde habla sobre aquellos amores adolescentes que ya le quedan algo lejos.Folklore no solo ha sido una sorpresa para los fans de Taylor por las circunstancias en las que ha salido, también por el cambio que ha supuesto. La artista se ha alejado del brilli, brilli que giraba alrededor de sus anteriores producciones para mostrarnos una faceta mucho más auténtica. Lo más curioso: que brilla como nunca lo había hecho.TOP 3ExileThe last great american dynastyBettyTaylor Swift se permite un paréntesis, por Lara ÚbedaComo decimos en líneas anteriores, a día de hoy el margen de duda que podemos permitirnos respecto a la legitimidad y relevancia de Taylor como artista (no solo como diva pop) es poco. Sin embargo, parece que la estadounidense aún tenga cosas que demostrarse a sí misma. Y es que si Lover no deja de ser, entre otras cosas, la personal prueba de su capacidad para sobreponerse (tanto a esa ira y rechazo que gestaron Reputation como a la decepción que le causó el hecho de que este sexto disco no tuviese la repercusión que ella esperaba), Folklore pretende recalcar que Swift no es solo un producto musical rentable, sino que detrás de la estrella mediática existe una cantante y compositora que es capaz de crear tanto un disco líder en ventas como un álbum puro y de culto. La pregunta es, ¿realmente lo consigue?En este octavo proyecto de estudio Taylor ahonda en las raíces para componer un total de 16 temas que tienen en común la ambición intimista, el protagonismo instrumental y la delicadeza con la que están compuestos. De hecho, el propio título Folklore juega con la definición del término, la música folk y el concepto del disco. Las canciones, que están escritas concibiéndose como historias donde se mezcla la ficción característica de cuentos y leyendas con una realidad autobiográfica, intentan ser lo más fieles posible a las bases del género.Sin embargo, de la misma forma en la que al escuchar el álbum es inevitable que se nos venga a la cabeza esa Taylor country-girl primigenia que componía y salía al escenario solo acompañada de una guitarra acústica, es imposible no ver que esos tiempos han quedado muy, muy atrás. Y aunque esto no deja de demostrar la evolución de la artista, al mismo tiempo hace que le sea imposible desprenderse de ese efectismo pop que triunfa en las canciones de Lover pero ensucia y desluce algunos de los temas de Folklore.A pesar de ser un disco sincero y cuidado en todas sus fases, da la sensación de que con unas cuantas capas menos de producción y un número más reducido de tracks habría alcanzado su máximo esplendor y se habría acercado mucho más a lo que pretendía ser en su ideación. Jack Antonoff, Aaron Dessner, Bon Iver, William Bowery y la propia Swift dan lo mejor de sí mismos, pero hay una falta de sinergia que provoca, por ejemplo, que algunas de las canciones donde se involucra Dessner suenen demasiado a The National o que su colaboración con Justin Vernon, a pesar de ser uno de los platos fuertes del disco, le desluzca a él y no le aporte demasiado a ella.No deja por ello de ser un disco remarcable y simbólico dentro de la carrera de la artista. Es más que destacable el hecho de que Taylor haya creado y lanzado este LP menos de un año después de publicar Lover (y con pandemia de por medio), aunque quizás con un punto más de cocción el resultado habría sido exquisito. Brillan las letras que ponen de manifiesto esa alcanzada madurez, seguridad y empoderamiento de la estadounidense (que se siente cada vez más fuerte ante las críticas y el desprestigio) y dan forma al propio folclore de su identidad como persona y artista.TOP 3The 1ExileEpiphanyMÁS SOBRE:
El esqueleto rítmico de «Only The Young», ese himno minimalista que aparecía al final del documental «Miss Americana» como recordatorio musical de su despertar político (la canción, fruto de la frustración del resultado electoral, venía a decir que sólo los jóvenes podían desalojar a Trump de la Casa Blanca), ya arrojaba alguna que otra pista sobre los cambios que estaba sufriendo el universo creativo de Taylor Swift.Ahora queda claro que aquella melodía vestida con lo mínimo, poco más que una caja de ritmos trotona y un sintetizador, era el eslabón que conectaba el superpop de «Lover» (2019), frondoso y colorista trabajo de electrónica efervescente, con el embrujo espectral de «Folklore»,álbum grabado durante el confinamiento que la cantante estadounidense publicó ayer casi por sorpresa. «La mayoría de las cosas que había planeado para este verano no se han producido, pero hay algo que no había planeado y que sí ha ocurrido. Y es mi octavo álbum de estudio, «Folklore». Sorpresa», anunció la cantante en sus redes sociales el jueves, pocas horas antes de que su nuevo disco viese oficialmente la luz.Casualidad o no, también su archienemigo Kanye West había anunciado nuevo álbum para ayer, pero sólo la autora de «Shake It Off» cumplió su palabra y sacó a la luz una quincena larga de canciones de compuestas y grabadas durante la pandemia. «Antes de este año, probablemente hubiera pensado demasiado en cuándo habría sido el momento perfecto para lanzar este trabajo, pero los tiempos en que vivimos siguen recordándome que nada está garantizado. Mi instinto me dice que si haces algo que amas, deberías mostrárselo al mundo», razona la cantante.En su breve nota de presentación, Swift hablaba de unas canciones en las que había vertido todos sus «caprichos, sueños, miedos y reflexiones», pero si algo llamaba poderosamente la atención era la implicación en el proyecto de músicos como Aaron Dessner (The National) y Justin Vernon (Bon Iver), además del ya habitual Jack Antonoff, mano derecha de Swift en los últimos años.Y es que, a años luz del country de sombrero calado que la recibió con los brazos abiertos siendo aún una cría y lejos también de superproducciones como «Reputation», Taylor busca su sitio y, de momento, lo ha encontrado a la vera de Bon Iver y The National, cómplices e influencias necesarias en la construcción de un disco de espacios abiertos, atmósferas envolventes y teclados mullidos.Discretos arreglos de guitarra y microinjertos de electrónica se encargan del resto en una obra con la que la estadounidense pone tierra de por medio con «Lover», trabajo que no suma ni un año de vida y con el que Swift ya empezó a salir discretamente de su zona de confort para, como dijo entonces, poner banda sonora a su «confusión emocional». «Con «Lover» sentí que me daba permiso para volver a visitar temas antiguos sobre los que solía escribir, tal vez mirarlos con ojos nuevos», explicó entonces.Entre Lana y SufjanUn año después de aquello, el cambio de rumbo es aún más evidente. Que Apple Music presente el disco con la etiqueta de alternativo ya dice mucho, pero basta pegar la oreja para descubrir a una artista que, cansada quizá de batirse el cobre con las Lady Gaga o Katy Perry de turno, amaga con cambiar de liga para acercarse a Angel Olsen, Eve Owen o, incluso, Sharon Van Etten. También el espectro errante de Lana del Rey y el encanto artesanal de Sufjan Stevens deambulan por un disco que Swift ha coescrito en su mayor parte junto con Aaron Dessner, guitarrista y cerebro de The National, y en el que la voz de querubín abatido de Justin Vernon (Bon Iver) se cuela en una «exile» que, escrita a cuatro manos entre Swift y Vernon, no hubiese desentonado en «22, A Milion» o «I, I».En esta suerte de vuelco hacia el indie, la exdiva de Nashville cuenta también con la colaboración de un enigmático William Bowery tras el que, tal y como especulaban ayer sus fans, se podrían encontrar tanto su hermano Austin como su novio Joe Alwyn. La rumorología, sin embargo, importa poco en este disco surgido prácticamente de la nada y ajeno a las polémicas que han rodeado a la artista en los últimos tiempos. Será que, sin la necesidad de lubricar la maquinaria de los directos con himnos explosivos y estribillos taquicárdicos (un macroconcierto ahora mismo es pura ciencia ficción), Swift, 30 años recién cumplidos, ha encontrado la calma y el sosiego necesarios para cantarle con todas las letras y como realmente se merece a la pérdida de la inocencia.
En su entorno cercano seguro que más de uno pensaba que Taylor Swift se la jugaba haciendo un disco poco comercial, más cerca de la escena alternativa que del pop de masas, pero «Folklore» es ya todo un éxito de ventas, con casi un millón y medio de copias despachadas en tan solo 24 horas.El nuevo álbum de la antigua diva del country-pop, grabado en colaboración con el multi instrumentista de The National, Aaron Dessner, y el fundador de Bon Iver, Justin Vernon (a los que Swift siempre ha admirado, según asegura ella misma), también está batiendo records de reproducciones en Spotify, superando los ochenta millones en ese mismo espacio de tiempo. Algo parecido ha ocurrido en Apple Music, donde se ha convertido en el álbum pop más escuchado en un día en la plataforma, con 35.47 millones de reproducciones.«Escribí y grabé esta música de forma aislada, pero pude colaborar con algunos de mis héroes musicales», explica la artista en sus redes sociales. «Aaron Dessner, que ha co escrito o producido 11 de las 16 canciones, Bon Iver, que co escribió y tuvo la amabilidad de cantar una conmigo, William Bowery, que co escribió dos conmigo, y Jack Antonoff, quien es básicamente una familia musical en este momento».Además de su éxito comercial, el álbum está recibiendo las mejores críticas que haya tenido Swift en todas su carrera. «Su agudeza emocional nunca estuvo tan asegurada», dice The Guardian en una crítica de cinco estrellas. «'Folklore' se siente fresco, con visión de futuro y, sobre todo, honesto», dice la reseña de New Musical Express.«Antes de este año, probablemente hubiera pensado demasiado en cuándo habría sido el momento perfecto para lanzar este trabajo, pero los tiempos en que vivimos siguen recordándome que nada está garantizado», anunció la cantante en sus redes sociales el jueves, pocas horas antes de que su nuevo disco viese oficialmente la luz. «Mi instinto me dice que si haces algo que amas, deberías mostrárselo al mundo. La mayoría de las cosas que había planeado para este verano no se han producido, pero hay algo que no había planeado y que sí ha ocurrido. Y es mi octavo álbum de estudio, «Folklore». Un álbum completamente nuevo de canciones en las que he vertido todos mis caprichos, sueños, miedos y reflexiones... Sorpresa».La victoria de Taylor Swift tiene además otra vertiente. Su archienemigo Kanye West, con el que ha tenido importantes roces personales estos últimos años, también iba a lanzar su nuevo disco «Donda: With Child» este pasado viernes, pero se ha echado atrás y no lo ha publicado, quizá por miedo a que sus cifras de ventas quedaran muy por detrás de «Folklore».Los primeros videoclips del disco también están arrasando. El de «Cardigan», por ejemplo, suma ya 25 millones de visualizaciones en tres días.
«Folklore», el álbum que Taylor Swift lanzó por sorpresa, ha vendido 2 millones de copias en su primera semana y generado más de 500 millones de reproducciones en internet tras alcanzar el número uno en, al menos, 85 países.El octavo disco de Swift, un trabajo mucho más intimista y alternativo que sus anteriores, se anunció con tan solo 15 horas de antelación a su lanzamiento pero ha conseguido unir el aclamo de la crítica con el éxito comercial ya que, a falta de que se confirmen las estadísticas oficiales, sería el álbum de 2020 más vendido.De los 2 millones de copias despachadas, 1,3 lo hicieron durante las primeras 24 horas de lanzamiento, indicó la discográfica de Swift Republic Records en un comunicado.En esa misma jornada, la autora de "1989" batió el récord del mejor debut para una cantante en la plataforma Spotify, con 80,6 millones de escuchas en un día, y otros 35,4 millones en su competidor Apple Music.Con esos números, Swift se posicionaría claramente por delante de otros grandes estrenos musicales de este año como "Chromatica" de Lady Gaga, que vendió casi 300.000 unidades en sus primeros siete días, y del rapero Juice WRLD, cuyo álbum póstumo "Legends Never Die" estaba en primera posición con 500.000 copias.Pero además del éxito comercial, algo que ha acompañado a Swift desde que diese un giro a su carrera hacia el público de masas con trabajos como "Red", este sorprendente trabajo ha despertado alabanzas de una crítica que había relegado a la cantante a un plano más comercial e inmediato.Con una media de sobresaliente en las calificaciones de la crítica, publicaciones especializadas como Rolling Stone, The Guardian y NME han otorgado a "Folklore" notas de 5 y 4,5 estrellas (sobre cinco), y la revista independiente Pitchfork lo llevó al 8 sobre 10.Según aseguraba la cantante, el disco es el resultado de tres meses de trabajo "en aislamiento", durante la crisis del coronavirus, en el que ella misma escribió y grabó los 16 temas, contando con colaboradores como Aaron Dessner, Jack Antonoff, William Bowery y Bon Iver, con quien canta "Exile".
Todo lo que toca Taylor Swift se convierte en oro. La cantante estadounidense es la actual princesa del pop. Ojo, no lo decimos solo nosotros, también los números. El pasado 24 de julio, en modo sorpresa, la artista lanzó su octavo álbum de estudio: Folklore. Anunciándolo tan solo unas horas antes, los fans se volvieron locos. Sobre todo, tras ver la portada del disco, donde aparecía la artista en mitad de un bosque en blanco y negro.Con un sonido más íntimo y dándole mayor protagonismo a las letras, esta vez Taylor Swift no solo se ha ganado a sus fans, también a la crítica, que lo tacha como uno de sus mejores trabajos. ¡Y no nos extraña! Se ha rodeado de algunos de los productores del momento: Aaron Dessner y Jack Antonoff.A pesar de que este álbum no ha contado con el hype de sus anteriores trabajos (que lo alimentaba durante meses), ha conseguido las mismas cifras. Y es que el efecto sorpresa ha hecho su trabajo y Taylor ha reinado en las listas durante la última semana.Folklore ha conseguido varios récords. ¿El primero? Lograr casi un millón y medio de copias en menos de 24 horas. ¡Nada mal! Pero no solo eso, si hablamos de reproducciones, Taylor ha conseguido superar las 80 millones en Spotify en tan solo un día. Se trata de la primera vez que una artista consigue este hito.Además, en Apple Music ha conseguido posicionar Folklore como el disco pop más escuchado en un día con 35,4 millones de reproducciones. De hecho, Taylor ha conseguido ser la primera artista femenina en conseguir las 285 millones de reproducciones en plataformas digitales con un álbum en su primera semana en la historia de Estados Unidos. Con estas cifras tampoco no nos extraña que el disco se haya posicionado en la cima de la lista billboard directamente.¡La que has liado, Swift! Si esto no fuese poco, Taylor también ha conseguido el mayor número de reseñas positivas en las críticas de su carrera. ¿Pensarán lo mismo los organizadores de los Grammy?
Taylor Swift no solo ha dejado profundamente impresionados a los críticos y a su público menos fiel gracias a la calidad compositiva y al tono intimista de su más reciente trabajo discográfico, 'folklore', sino que ahora ha establecido un llamativo récord al destacarse en el primer puesto tanto del Billboard Hot 100 como en el del Billboard Hot 200 -el primero jerarquiza sencillos y el segundo álbumes- pasada la primera semana desde el lanzamiento del disco.
La cantante de Shake it Off desvelaba, en una reciente entrevista concedida al programa Country Radio, que nombró en su canción Betty a los hijos de Blake Lively y Ryan Reynolds, amigos de la artista desde hace más de un lustro. Así, la estrella musical hablaba largo y tendido en el programa sobre el argumento de la canción: "El protagonista pierde el amor de su vida y no sabe cómo recuperarlo. Todos hemos vivido una situación así en nuestra vida, en la que tenemos que aprender a disculparnos con sinceridad por primera vez. Todo el mundo comete errores y esta es una canción que escribí desde el punto de vista de un chico de 17 años. En mis composiciones siempre me ha gustado meterme en el papel de otras personas y cantar desde su perspectiva".Una licencia artística a la que, además, en este tema, se sumaba a otra curiosidad adelantada por Taylor durante el encuentro con los medios: "¡A todos los personajes de esta historia les puse los nombres de los hijos de mis amigos. Espero que os guste!". Unas palabras que, según la prensa internacional, se convertían de inmediato en la confirmación de los rumores que rodean a la popular canción. Betty sería por tanto el nombre de la tercera hija de Ryan Reynolds y Blake Lively, ya que en la letra de la canción la compositora nombra a las dos hijas mayores del matrimonio, James de 5 años e Inez de 3. En uno de los versos del coro se dice: "Escuchaste los rumores de Inez, no puedes creer ni una palabra de lo que dice" y en el interludio de la misma se escucha: "Estaba caminando a casa por un camino de ladrillos rojos. Solo pensando en ti cuando se paró como un producto de mis peores intenciones. Le dijo 'James, sube y vamos a conducir'". Dos nombres con un importante peso en la pieza que señalarían al tercero, el de Betty, como el nombre de la pequeña de la casa.El pasado mes de octubre, el portal US Magazine anunciaba en exclusiva que Ryan Reynolds y Blake Lively se habían convertido en papás por tercera vez. Semanas después, la actriz de Gossip Girl comentaba cómo gestionaban su vida siendo una familia de cinco, durante su intervención en el Show de Jimmy Fallon. Sin embargo, en ningún momento hicieron referencia pública al nombre de la recién nacida.Una amistad de añosLa pareja mantiene una estrecha amistad con Taylor Swift desde hace más de cinco años. De hecho, ha sido habitual ver a la estrella del country compartir con el matrimonio varias celebraciones del 4 de julio así como fechas importantes como el 30 cumpleaños de Swift. No solo eso, en el año 2017, la hija mayor de Blake y Ryan, James, se convertía en la estrella de su hit Gorgeus, perteneciente al disco Reputation, hablando al comienzo de la sintonía. Por aquel entonces, Ryan bromeó sobre este Cameo durante el programa Buenos días América: "Mi hija tiene un problema de ego muy grande y mucho más ahora después de esta canción. ¡Es insufrible!".
La precaria situación económica de una fan para seguir con sus estudios universitarios ha conmovido a la cantante Taylor Swift, que no dudó en donarle la cantidad de 30.000 dólares para su carrera. En su cuenta de Instagram Victoria Mario escribió: "Soy una chica negra de 18 años con un sueño. He recibido una oferta para estudiar Matemáticas en Warwick, pero mis circunstancias socioeconómicas me han dejado en una situación de mucha incertidumbre. Llegué al Reino Unido hace cuatro años desde Portugal. Mi padre ha fallecido y mi madre sigue en nuestro país", reza un extracto del mensaje compartido por Vitoria. A lo que la famosa intérprete posteó: "Vitoria, he tenido la fortuna de leer tu historia en las redes y tengo que decirte que me resultas una persona muy inspiradora, tanto por tu dedicación como por la energía con la que estás tratando de hacer tus sueños realidad. Quiero obsequiarte con la cantidad restante para tu campaña. Te deseo muchísima suerte en todo lo que hagas. Con mucho amor, Taylor".
, Taylor Swift se llevó el premio a la mejor dirección por «The Man», aunque su discurso de aceptación fue en forma de videomensaje pregrabado, como hicieron también la mayoría de los artistas premiados.
La mismísima Taylor Swift es la protagonista de una historia con final feliz relacionada con una emigrante portuguesa residente en el Reino Unido. Uno de esos episodios que parecen de película, pero que se acaba de hacer realidad, afortunadamente para la joven Vitória Mário.La muchacha tiene 18 años y vive desde 2016 en la ciudad británica de Coventry. Procede de una familia humilde y tiene unos recursos limitados, pero se le ocurrió la idea de acudir a la plataforma GoFundMe para solicitar los 45.000 euros que necesitaba. «Hola a todos. Mi nombre es Vitória Mário y soy una joven negra de 18 años que tiene un sueño». Se refería a poder ingresar en la Universidad Warwick y estudiar Matemáticas. Como no tenía dinero para pagar la matrícula e iniciar sus estudios, se le ocurrió apoyarse en esa web especializada en ese tipo de peticiones. Así, poco a poco, logró reunir los primeros 20.000 euros.Sin embargo, parecía estancarse su iniciativa… hasta que recibió el siguiente mensaje: «Querida, soy Taylor Swift y he encontrado tu historia en internet. Me ha inspirado tu voluntad y dedicación para materializar un sueño, me parece admirable. De manera que deseo ofrecerte la cantidad que te falta [25.000 euros]. Buena suerte con todo lo que hagas. Con todo mi amor, Taylor». Es la prueba de que la cantante norteamericana de 30 años se quedó conmovida cuando leyó el relato de Vitória Mário y no dudó en pasar a la acción inmediatamente. Dado que se ha encumbrado a lo más alto del olimpo musical y ha traspasado fronteras con su country-pop apto para el gran público, Swift pensó que apenas representaba un esfuerzo para ella entregarle a la chica portuguesa esa cifra que para ella significaba tanto.Vitória salió de Portugal cuatro años atrás, pues anhelaba labrarse un futuro con mayores horizontes en una sociedad con más oportunidades. Y no tardó en darse cuenta de que, para progresar, ha de pasar por la Universidad. De otro modo, no sobrepasaría el umbral de la supervivencia. Como es una superdotada en asuntos relacionados con las Matemáticas, eligió esa carrera como ‘leit motiv’ de su puesta a punto. Se topó entonces con el difícil obstáculo del muro económico. Ahora puede presumir de que Taylor Swift se ha emocionado con su tesón y con su intento de avanzar por su sueño. La verdad es que nunca imaginó que sus palabras tocarían en el corazón de una megaestrella planetaria como la artífice de éxitos al estilo de ‘Fearless’, ‘Lover’ o ‘Speak now’.Pero así ha sido. Nada extraño, si tenemos en cuenta que Vitória Mário desplegó en su texto confesiones tan sinceras como la siguiente: «Venía de un entorno pobre y mi escuela era considerada media. Siempre fui una buena alumna en Portugal, pero mi madre sabía que eso no sería suficiente para garantizarme poder estudiar una carrera en condiciones». Ahora todo ha cambiado para ella. Se le abren las puertas de Warwick, el campus universitario a las afueras de Coventry donde temió no poner un pie nunca.
Ya lo hablábamos hace unos días y es que cada vez son más las celebrities que se están sumando a la moda de mostrarse sin filtros. La última ha sido Taylor Swift, que ha mandado un poderoso mensaje con su última actuación. La cantante, de 30 años, regresó a los escenarios por todo lo alto y lo hizo en los ACM Awards (los premios de la Academia de Música Country) que se han celebrado en Nashville (Tennessee) interpretando su nueva canción Betty. "¡Qué emoción volver a verla!", "Tiene tanto talento...", "Su actuación fue sencillamente perfecta", "Tan asombrosa como siempre", "Bienvenida a casa, Taylor", "Una auténtica belleza" o "Es increíble cómo canta en directo", son algunos de los comentarios que han escrito sus fans, que están felices no solo por volver a verla delante de los focos, sino porque haya vuelto a los ACM después de cinco años de ausencia.Taylor SwfitVER GALERÍAPara este día tan importante, Swift de decantó por un conjunto de Stella McCartney, combinando un top de cuello alto de lentejuelas color burdeos y unos pantalones béis, además de unas originales sandalias negras con cadenas doradas. Eso sí, lo que más llamó la atención fue su beauty look. Taylor sorprendió con su imagen más natural, prácticamente sin maquillaje y con un peinado desenfadado, recogiendo su melena ondulada en un moño bajo con varios mechones sueltos. Sus seguidores le han dado las gracias por ello, pero es que además ¡tenía truco! Y es que la intérprete de Style o The Man decidió prescindir del equipo de estilistas y se maquilló y peinó ella misma.Así lo ha publicado en exclusiva la edición digital de la revista People, que ha desvelado el secreto mejor guardado del nuevo look de Taylor. Atrás quedaron sus ondas perfectas o su eyeliner infinito, además de sus característicos labios rojos. Parece que la estadounidense quiere darle un nuevo giro a su imagen y así lo ha reflejado en su nuevo disco, Folklore, que tiene un concepto totalmente distinto a sus anteriores trabajos. A principios de este año, la novia del actor Joe Alwyn causó un gran revuelo con el estreno del documental Miss Americana, que refleja cómo ha sido su vida desde que empezó en el mundo de la música siendo una niña. La cantante quiso que sus fans pudieran conocerla un poco mejor y aprovechó para hablar de algunos de los capítulos más difíciles de su vida, como los trastornos de alimentación que sufrió. Swift cuenta lo mucho que le afectaban los comentarios sobre su cuerpo o cuando veía una foto "en la que parecía que tenía mucha tripa o si alguien decía que parecía que estaba embarazada". "Y eso provocaba que pasara hambre y dejara de comer", confiesa en el documental con lágrimas en los ojos: "Aunque ha pasado pocas veces, no me siento orgullosa de ello". Swift reconoce que en ese momento no era consciente de lo que estaba pasando: "Me defendía si alguien me decía que estaba preocupado. Pensaba, es normal, es que hago mucho deporte. Y era verdad, hacía mucho deporte, pero no comía". "No admites tener un trastorno alimentario, pero haces una lista de todo lo que comes en un día y sabes que no está bien", explica Taylor, que añade: "Esto me empujaba a una espiral de odio y vergüenza".
El año 2018 supuso el inicio de una pesadilla que la cantante Taylor Swift comenzó a vivir y que ahora, por fin, tras casi dos años de angustia y miedo, parece que ha terminado.Su enorme popularidad y fama en el mundo de la música han generado que Swift cuente con millones de fans que la adoran, pero también que atraiga a perfiles obsesivos, acosadores que la han puesto en jaque en más de una ocasión. Ya en 2019 un hombre que irrumpió dos veces en el apartamento de la cantante en Nueva York fue condenado a 4 años de prisión.Ahora será Eric Swarbrick, un hombre de 30 años, quien será encerrado. En este caso, el acoso que provocó a la cantante se produjo a través de mensajes por email y cartas amenazantes.Swarbrick envió varias cartas a las oficinas de la discográfica de la artista, Big Machine Records, pidiendo al CEO de la empresa, Scott Borchetta, que le presentara a Taylor. Ante la ausencia de respuestas, el tono de las misivas fue transformándose en amenazante y agresivo.Eric Swarbrick envió más de 40 cartas y correos electrónicos. Incluso, se atrevió a acudir en persona a la discográfica hasta en tres ocasiones para poder ver a Taylor Swift de cerca, conduciendo para ello desde Texas hasta Nashville.La tercera vez que el acosador se personó en el lugar fue arrestado, pero cuando recuperó la libertad, no dudó en asegurar que volvería para violar y matar a Taylor Swift.Las amenazas, el tono sexual de sus mensajes y la agresividad en aumento de este individuo al no verse correspondido por la cantante mantuvieron en vilo y muy preocupado al entorno de la artista y a la propia Taylor Swift durante más de un año y medio.Ahora parece que la pesadilla ha llegado a su fin. Un juez federal de Nashville ha condenado a 30 meses de cárcel a Eric Swarbrick, quien se ha declarado culpable de todos los hechos. Además, estará sometido a tres años adicionales de libertad vigilada.
ake Gyllenhaal ha recurrido a su cuenta de Instagram para promocionar la última iniciativa social de la organización New Eyes, que ofrece ayuda a las personas que no pueden permitirse comprar gafas graduadas. Lo que probablemente no se esperaba cuando la publicó en su perfil es que la sección de comentarios se llenara de mensajes citando el tema 'All Too Well' de Taylor Swift, que los fans de la cantante están convencidos que escribió basándose en el breve romance que mantuvieron entre 2010 y 2011. La imagen en cuestión vendría a confirmar esta teoría, ya que la letra de la canción se centraba en un antiguo amor de la artista sobre el que ella aseguraba: "Solías ser un niño pequeño con gafas en una cama individual".
Desde ese momento Taylor comenzó una campaña en la que animaba a sus seguidores a dejar de lado su música pasada y centrarse en la más reciente con su nueva compañía.Desde ese momento, Taylor Swift ha publicado dos álbumes de estudio, el más reciente Folklore de manera totalmente sorprendente, dejando atrás sus seis primeros elepés. Ahora, tal y como le pedían muchas de sus amistades y seguidores cuando se desató la polémica compra, Taylor podrá regrabar todos sus discos.Y es que Swift sí que controla todos los derechos de las letras y de las composiciones de sus canciones. La estadounidense puede grabar todas sus canciones y publicarlas de nuevo con Universal Music (la discográfica con la que ha publicado tanto Lover como Folklore).#TaylorisFree se ha convertido en tendencia en las redes sociales durante los últimos días una vez que los contratos permiten a Taylor volver a apropiarse de sus canciones y olvidarse de los antiguos masters de Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation.De este modo, veríamos en las estanterías de los establecimientos y en las plataformas digitales dos versiones del mismo álbum: una que pertenecería a Big Machine Récords y otra que pertenecería a Universal Music. Estamos seguros que los fans preferirán esta última versión, teniendo en cuenta lo mal que lo ha estado pasando Swift estos últimos meses.
