Telefónica tiene esta semana sobre la mesa la posibilidad de disputar al multimillonario mexicano Carlos Slim el mercado brasileño de las telecomunicaciones. Más allá del móvil -donde el grupo español es el líder con 78 millones de líneas desde que en 2010 compró Vivo por 7.500 millones de euros-, Slim y Amíérica Móvil dominan tanto la banda ancha fija como la televisión de pago. Y tras la irrupción de internet y sus nuevos gigantes en el mercado global de las telecos, el negocio del móvil sigue siendo principal, pero no es suficiente.
Esta circunstancia es la que tuvo ayer al presidente de Telefónica, Cíésar Alierta, pendiente de noticias de Roma, Sí£o Paulo y París. La consolidación del sector en operaciones que concentran todos los servicios en una sola empresa es un proceso global que mueve miles de millones y que esta semana se juega en Brasil con Telefónica como protagonista, Slim como espectador e inversores portugueses y brasileños (Oi), italianos (Tim) y franceses (GVT) como partes interesadas. Los ingresos de los mayores operadores en Brasil superaron los 55.000 millones de euros en 2013 y si el negocio será cada vez cosa de menos jugadores, los que vayan a quedarse fuera venderán cara su salida.
La chispa que ha encendido la penúltima batalla corporativa en el sector es GVT. Global Village Telecom es el cuarto operador de banda ancha fija en Brasil (por detrás de las filiales de Amíérica Móvil, Oi y Telefónica) con una cuota de mercado del 11,89%.
Además, es el cuarto operador de televisión. Esta base le hace valer 6.700 millones de euros según Telefónica, que ya en 2009 perdió ante la francesa Vivendi en el intento de hacerse con ella por 2.550 millones de euros. Si su oferta convence a Vivendi, Alierta desplazará a Slim de la primera posición en el mercado brasileño tanto en móvil como en fijo. La televisión de pago es, con diferencia, un negocio del grupo mexicano.
El problema es que Telecom Italia, participada en un 8,3% por Telefónica desde que Alierta superara a Slim en 2007, tambiíén quiere asegurar su futuro en Brasil comprando GVT por 7.000 millones de euros y fusionándola con su filial, Tim. La mayor parte del pago sería en acciones y el resultado de esta fusión daría lugar a un operador similar a Telefónica, que perdería la oportunidad de dar un salto adelante para medirse con Amíérica Móvil en el gran mercado latinoamericano.
Parece más que probable que los 6.700 millones de euros ofrecidos por Alierta no bastarán y que Telefónica deberá subir el precio por GVT. El mercado brasileño, sin embargo, le ofreció ayer una carta inesperada. Oi, ¬segundo mayor operador de banda ancha fija y cuarto en móvil, anunció oficialmente que prepara una oferta pública por Tim, la filial de Telecom Italia. En Roma, los consejeros del grupo italiano se encontraron sobre la mesa una nueva opción para sus intereses en Brasil. En París siguen escuchando ofertas y en Madrid dan por hecho que la disputa quedará resuelta esta semana a su favor.
