Por... Amilcar Morales Garcia
El ministro de Trabajo de Francia, Franí§ois Rebsamen, reconoció hoy el fracaso de los programas aplicados hasta ahora para contener el creciente desempleo, que afecta a más de tres millones 420 mil personas.
Desde que el presidente Franí§ois Hollande tomó posesión de su cargo, en mayo de 2012, cerca de medio millón de trabajadores perdieron su puesto, a pesar de la implementación de planes como "Empleos del futuro" y "Contrato de generación", que no dieron los resultados esperados.
"Detrás de las cifras hay hombres y mujeres que sufren por la píérdida de su empleo en antiguas zonas industriales o en empresas incapaces de evolucionar y adaptarse a nuevos modelos de producción", dijo Rebsamen.
El funcionario expresó su confianza en el denominado Pacto de Responsabilidad, el cual consiste en dar al sector privado privilegios fiscales por 30 mil millones de euros a cambio de crear nuevas plazas.
Si bien el sector empresarial recibió con beneplácito el anuncio de las rebajas de impuestos, se negó a comprometerse con un número fijo de nuevos puestos.
Para los principales sindicatos, como Fuerza Obrera y la Confederación General del Trabajo, este programa es un regalo a los patronos, sin ninguna garantía sobre el cumplimiento de sus obligaciones.
De acuerdo con el Observatorio Francíés de Coyunturas Económicas (Ofce), el problema no radica en rebajar el costo de la mano de obra a las empresas, sino en estimular la producción y el consumo e incrementar el Producto Interno Bruto (PIB).
Para abrir un número suficiente de empleos, capaz de hacer retroceder el índice de paro, el PIB debe crecer de manera sostenida en al menos 1,5 por ciento, algo todavía muy lejano en el país, señalaron los especialistas del Ofce.
Luego de un estancamiento durante el primer semestre de 2014, el gobierno debió rebajar sus perspectivas del año y situó el alza del PIB en 0,5 por ciento, en lugar del uno previsto con anterioridad.
Además, el titular de Finanzas, Michel Sapin, reconoció que el díéficit público rebasará las cuatro unidades, y no las 3,8 planificadas.
La situación económica y las críticas de algunos titulares a las políticas de austeridad motivaron esta semana la disolución del gabinete y el nombramiento de un nuevo consejo de ministros.