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Autor Tema: Inditex, Mango y Desigual se rebelan contra Trias por limitar las aperturas en  (Leído 71 veces)

Eguzki

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Al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, le crecen los enanos. El verano ha sido políémico en la ciudad por diversas cuestiones. Y aunque la que más eco ha tenido han sido las protestas contra los pisos turí­sticos en la Barceloneta, no ha sido la única. Soterradamente, las cadenas de moda están manteniendo contactos entre sí­ para plantarse ante el consistorio y cerrar los domingos el próximo verano… pese a que la nueva normativa estrenada este estí­o les permite abrir, según explican fuentes del sector del comercio.

La situación es paradójica. Este año, por primera vez, el Ayuntamiento permitió abrir los domingos de julio y agosto para aprovechar el boom turí­stico de la capital catalana. Pero, a las puertas de septiembre, los resultados han sido tan decepcionantes que la mayorí­a de las cadenas de moda española –Inditex, Mango, Cortefiel, Desigual, Shana, etc.– han perdido dinero con la experiencia. La razón ha sido que el horario de apertura se ha limitado de 10.00 a 18.00 horas, y a estos grupos no les salen las cuentas.

Fuentes del sector conocedoras de las conversaciones entre las firmas de moda española aseguran que se ha estudiado la posibilidad de sumar a El Corte Inglíés, pero se ha descartado ya que para estos grandes almacenes la apertura en domingo es una cuestión ideológica.
Sin embargo, en grupos más preocupados por la rentabilidad, la cuestión es más práctica. Por las mañanas, la apertura funciona. Pero entre las 16.00 y las 18.00 horas las tiendas están vací­as. Y justo cuando el tráfico de personas se empieza a animar, la inspección municipal sanciona con multas de hasta 20.000 euros a las tiendas que permanecen abiertas un minuto más. Incluso fuentes del Ayuntamiento de Barcelona reconocen que la nueva norma para abrir en domingo no ha funcionado como se esperaba.

Por mucho tirón que tenga Zara, la playa de Barcelona tira más. Y cerrar justo en el horario de regreso de la playa es para los gestores de estos grupos en Cataluña un contrasentido.

Fuentes del sector de estos grupos explican que se ha legislado de este modo porque, en la práctica, el Ayuntamiento de Barcelona sigue con la polí­tica del apoyo al botiguer  tradicional y no a un fenómeno relativamente nuevo, como las grandes cadenas de moda, aunque Mango y Desigual sean dos grupos con sede en Barcelona.

Vací­o legal

Estos grupos califican de puertas para adentro la nueva normativa que ha entrado en vigor este año como oportunista y que sólo buscaba contentar a grupos como la Confederación del Comercio de Cataluña, que aglutinan al pequeño comercio, pero no a este tipo de grandes cadenas, que no están agrupadas en una gran asociación pero que son los verdaderos motores del empleo en el sector.
Hasta que se implantó esta norma, habí­a en Barcelona un vací­o legal. En la práctica, los comercios habrí­an podido abrir en domingo porque, sin normativa municipal propia, se aplicaba la legislación estatal y punto. Para evitarlo, el Ayuntamiento lanzó esta nueva normativa, pero tan restrictiva que en la práctica interesa más seguir cerrado que abrir las puertas.

Esta batalla afecta básicamente a las marcas españolas, que necesitan mucho volumen de ventas para rentabilizar sus aperturas. No en cambio a las tiendas de lujo del Paseo de Gracia, grandes firmas internacionales con otro tipo de clientes y un producto mucho más caro que les permite ganar algo vendiendo pocas unidades.

Discriminatoria

Además, la nueva reglamentación resulta discriminatoria para los centros comerciales. Así­, los centros de Unibail-Rodamco, –La Maquinista, Glí²ries– o Diagonal Mar, propiedad del fondo Northwood, deben permanecer cerrados, al considerarse que no se encuentran en zona turí­stica, mientras que otros, como Las Arenas de Metrovacesa, en Plaza España, sí­ que pueden abrir, lo que produce una sensación de doble rasero difí­cil de despejar desde el punto de vista de los inversores en este tipo de producto inmobiliario.

Así­, a pocos meses de unas municipales que ya pintan mal para Xavier Trias, la políémica por los horarios comerciales se suma a otras con las que tendrá que lidiar el Ayuntamiento este mes de septiembre.