Los principales selectivos europeos han logrado cerrar la cuarta semana consecutiva de subidas en el parquíé. Esta semana el impulso lo dio el BCE con su sorpresivo anuncio y el Ibex 35 cerró el viernes con un avance semanal cercano al 4%, dejando los máximos del año a tiro de piedra. Habrá que vigilar esta referencia, los altos anuales, ya que pueden representar la siguiente resistencia que corrija las últimas subidas.
El selectivo de la bolsa española marcó su máximo de 2014 en el mes de junio, cuando alcanzó los 11.187 enteros. Esta cota representa ahora la resistencia que podría intentar frenar el avance la presión compradora y desde donde podría desarrollarse una fase consolidativa lateral bajista que llevaría al Ibex a la zona de los 10.700/10.800 puntos, desde donde las alzas podrían retomarse.
Así las cosas, los mínimos vistos en el mes de agosto en los principales índices europeos han sido en la mayoría de los casos el suelo de la fase correctiva que tuvo su inicio a mediados de junio y el punto de origen de un movimiento que muy probablemente dará continuidad a la tendencia alcista de los últimos dos años.
En este contexto, "una próxima corrección se considera como una oportunidad para que los inversores vuelvan a incrementar el peso de la renta variable en sus carteras", destacan los analistas de Ecotrader.
Esta semana se publican importantes datos macroeconómicos que darán pistas sobre la evolución de las economías de la Eurozona y que por tanto, llevarán a examen la decisión del presidente del Banco Central Europeo (BCE) sobre bajar de nuevo los tipos. Datos como el volumen de exportaciones de Alemania , el principal detractor de la medida, la balanza comercial de Francia o el dato de empleo de la Eurozona