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Grandes productores argentinos de soja, vinculados a los grupos de poder concentrado rural, retienen la mitad de la cosecha, especulando con una posible devaluación, denunciaron varios medios de prensa.
Acorde con datos oficiales, la producción de soja de 2013-2014 ascendió a 55 millones de toneladas, de los que están "guardados" en silosbolsas 27 millones, sostuvo una investigación del diario Tiempo Argentino, que difundieron tambiíén Infonews y la agencia de noticias Tíélam.
La especulación con la oleaginosa sin vender -que según algunos analistas responde a la espera de una posible devaluación- representa un monto de 10 mil millones de dólares que no ingresan al país.
El sector agroexportador solicitó que terminen esas maniobras especulativas y se agilice la venta ante el enorme perjuicio que causa este fenómeno de los especuladores.
Datos del Ministerio de Agricultura al 27 de agosto pasado reflejan que la venta de soja supera las 31 millones de toneladas, 9,2 millones para la exportación y 21,8 millones para la industria local sobre una cosecha total estimada en 55 millones de toneladas.
No obstante, los especialistas indican que la producción trepa a 57 o 58 millones de toneladas si se le agrega el remanente del ciclo anterior.
Además, de la falta en la entrada de ingresos al país, la industria local, en especial del aceite comestible está sufriendo un díéficit productivo que se calcula en 30 por ciento.
El sector de la soja está conformado por 73 mil productores en todo el país, pero tan sólo el seis por ciento, unos cuatro mil 380, maneja el 54 por ciento de la cosecha.
Varios analistas sugieren que esa cúpula rural está apostando a la coyuntura política. "Este error ya lo cometieron en 2008, donde sus dirigentes privilegiaron el aspecto político sobre el económico", señala Tiempo Argentino que cita reportes de varias instituciones.
Andríés Alcaraz, de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, dijo a Tiempo Argentino que enfrenta una capacidad ociosa, no menor al 30 por ciento, como consecuencia, entre otras cuestiones, a la maniobra que están realizando los productores en retener el grano.
"Se podría estar exportando más, se podría estar industrializando más y no habría tanta capacidad ociosa como la que tenemos actualmente, que impacta en los costos fijos", se quejó Alcaraz.