El plan del Tesoro supone un punto de inflexión en la crisis
Publicado en Expansión por A. Antón
Los inversores esperan como agua de mayo la puesta en marcha del plan de Bush, pese a que su eficacia despierta dudas en algunos sectores.
El multimillonario plan de rescate diseñado por EEUU que contempla destinar 700.000 millones de dólares a estabilizar el sistema financiero ha estado en el epicentro del terremoto bursátil de las últimas sesiones.
La más que crítica situación que afronta la economía americana –“Una larga y profunda recesión†en palabras de George Bush– y el riesgo que entraña para el conjunto de la economía global invitan a confiar en que la implementación del plan sacará del atolladero a los mercados. Sin embargo, la ilusión de que lo peor de la crisis hubiera quedado en la lontananza se ha disipado a medida que Wall Street asistía a las bancarrotas y rescates in extremis de nuevas entidades financieras.
Bear Stearns –auxiliado en marzo por JPMorgan cuando estaba al filo del colapso– fue sólo el primer eslabón de una cadena de errores que está a punto de dar al traste con la hegemonía financiera de EEUU.
Como se ha puesto de manifiesto en las últimas sesiones, todavía quedan grandes excesos por purgar. Sin embargo, esta vez, los expertos dan un voto de confianza al mercado e intuyen un halo de luz al final del túnel. No olvidan, sin embargo, que llegan tiempos convulsos, pero recalcan que las bolsas, en lo bueno y en lo malo, anticipan el escenario real de la economía.
Semana de transición
La semana ha discurrido como un lento calvario para los inversores, que no han pestañeado ante el goteo de noticias llegadas del otro lado del Atlántico. En los albores de la semana, el banco japoníés Nomura anunció la compra de la división europea y de Oriente Medio de Lehman Brothers; horas más tarde, Morgan Stanley y Goldman Sachs, históricos bancos de inversión, se convirtieron en bancos comerciales.
Poco despuíés, Warren Buffett inyectaba 5.000 millones de dólares en Goldman, a la par que íéste anunciaba una ampliación de capital de 2.500 millones; y anteayer, JPMorgan adquiría la red de sucursales y depósitos de Washington Mutual, intervenida por el Gobierno americano ante la inevitable quiebra, la mayor de un banco en la historia americana.
Como telón de fondo, las tensiones en los mercados interbancarios se han extremado y el euribor ha encadenado máximos históricos, al alcanzar niveles del 5,484%.
Pese a la batalla que libran las bolsas en varios frentes, la esperanza en el íéxito del plan de rescate de EEUU, respaldado por el FMI y la OCDE, ha contenido la caída de los bolsas internacionales, que han saldado la semana con recortes moderados.
Junto a ello, los reguladores de países como EEUU o Reino Unido están poniendo coto a las operaciones en corto –apostar por la caída de un valor– sobre valores financieros, especialmente afectados por una operativa que facilita la especulación. En España, la CNMV ha solicitado que se comuniquen las posiciones bajistas que superen el 0,25% del capital social de las compañías financieras.
Los índices americanos han corregido las fuertes alzas del 18 y 19 de septiembre, cuando el S&P 500 repuntó más de un 4% durante dos sesiones consecutivas. El índice que integra a los valores de mayor capitalización de EEUU se dejó un 3,3% en la semana.
En Europa, el DJStoxx600 se disparó el pasado viernes un 8,34% y esta semana se ha dejado un 4,41%, con lo que todavía mantiene parte de lo ganado. El Ibex, que ayer cedió un 0,44%, ha cerrado la semana con un retroceso del 1,47%, en los 11.387 puntos. En las últimas sesiones, el volumen de negocio ha descendido con respecto a la semana precedente, un fenómeno que, según los analistas, obedece al miedo que atenaza a los inversores, ya que la falta de tendencia, ante la elevada volatilidad, ha expulsado del mercado a muchos inversores.
Perspectivas de recuperación
En momentos tan delicados como los que atravesamos, los economistas subrayan que sólo hay dos posturas aceptables: “Ser catastrofista o apostar por la recuperaciónâ€. Josíé Luis Martínez, estratega de Citi, apuesta por la recuperación del mercado y opina que, aunque el plan de Paulson no sea perfecto, contribuirá a solucionar el problema.
Pablo García, de Oddo Securites, augura que “a finales de 2009 podríamos atisbar la disminución de las tensiones inflacionistas y ciertos síntomas de estabilización en los mercados financierosâ€.