Por… Manuel Hinds
La situación económica y financiera de Venezuela está cada día peor, en lo que parece ser una carrera hacia el suelo, o más bien hacia el sótano. Toda, absolutamente toda la crisis es causada por tonterías cometidas por el mismo gobierno. Uno se pregunta si cometen esas tonterías por tontos o por demasiado vivos en su explotación de las necesidades del pueblo.
El ejemplo más claro de estas incomprensibles tonterías es la relación entre la tasa de cambio y la producción del país. La tasa de cambio oficial es 6 Bolívares Fuertes por dólar pero a ese precio nadie, excepto los políticos más cercanos al partido oficial, pueden conseguir dólares. Los empresarios tienen que pagar 90 Bolívares Fuertes por dólar en el mercado negro para importar los materiales extranjeros que necesitan para su producción. Pero al mismo tiempo, el gobierno ha puesto controles de precios basados en un precio de 6 Bolívares Fuertes por dólar, por lo que es imposible para los productores importar los materiales necesarios y cumplir con los controles de precios. El problema es grande porque el 70 por ciento de los dólares que el país necesita es para importar materias primas.
Así, por ejemplo, suponga que usted produce papel higiíénico, y que sus costos son así: papel y otros materiales importados, 100 dólares que al cambio oficial son 600 Bolívares Fuertes; mano de obra, 100 Bolívares Fuertes; utilidades 20 Bolívares Fuertes; precio de venta controlado, 720 Bolívares Fuertes. Pero cuando usted va a importar el papel y otros materiales importados, encuentra que su precio no es 600 Bolívares Fuertes sino 9.000 Bolívares Fuertes porque tiene que comprar los dólares en el mercado negro. Sus costos son de 9.120 Bolívares Fuertes y tiene que vender el producto a 720 Bolívares Fuertes. Aunque usted rebaje los otros costos (salarios) a la mitad y reduzca sus utilidades a cero sus costos todavía serían de 9.020 Bolívares Fuertes contra un precio de 720 Bolívares Fuertes, una píérdida de 1.100 por ciento del precio de venta en cada unidad de producto vendida. Usted quebraría casi inmediatamente si usted fuera tan loco como para operar así.
¿Quíé es lo que hace entonces?
Simplemente deja de producir. El mercado se queda sin papel higiíénico y todos los obreros que trabajaban con usted se quedan sin trabajo y sin ganar salarios. Todo por las reglas establecidas por el gobierno, que parecieran diseñadas para que la producción, el empleo y la oferta de productos caigan en Venezuela. Si quitaran la tasa oficial de cambio y los controles de precios la producción no estaría cayendo tanto (sí estaría cayendo algo porque el país cada vez tiene menos dólares por el despilfarro del gobierno), no habría escasez en los supermercados, no habría mercado negro.
¿Será que no pueden entender esto?
Es posible que algunos bien arriba no sepan sumar y restar y por eso no puedan entender. Pero puede ser que los que deciden sí lo entiendan y que de todos modos lo hagan, por dos razones. Una es que si la situación es así y usted tiene acceso a comprar dólares a 6 Bolívares Fuertes por ser un miembro muy alto o muy conectado del partido oficial, usted puede comprar papel higiíénico ya hecho en el extranjero y venderlo carísimo en el mercado negro haciendo un gran negocio. Usted invertiría 700 Bolívares Fuertes y podría vender el producto fácilmente a 9.200 Bolívares Fuertes, con una ganancia de 92 por ciento en el precio de venta. Esto, por supuesto es prohibido por los controles de precios pero si usted es de los jefazos estos controles no se le aplican a usted. Por supuesto, sólo un pequeño porcentaje de la población, la gente con mucho dinero, le puede pagar sus precios, pero igual usted puede ganar mucho dinero vendiíéndole a esos pocos.
Dese cuenta de que mientras peor sea la situación de la producción local, mejor es la oportunidad para el que pone las reglas y vende en el mercado negro. Es claro que esto sucede porque el mercado negro es muy grande en Venezuela. Hay muchos que ganan de que no haya productos en el mercado oficial, y para hacerlo tienen que tener una conexión política muy fuerte con el Socialismo del Siglo XXI. Sin ella, no podrían conseguir los dólares baratos, no podrían introducir los productos de contrabando, no podrían venderlos en el mercado negro. Son los mismos que compran el petróleo a precios subsidiados en Venezuela (a centavos por barril) y lo contrabandean a Colombia a precios internacionales (a 90 dólares por barril). El volumen contrabandeado es de 100 mil barriles diarios. Usted calcule lo que vale tener las conexiones con el gobierno para hacer este negocio.
La segunda razón es que mientras más pobre está la población menos tiempo tiene para andar protestando contra su gobierno. Todo el tiempo lo ocupan en andar buscando bienes esenciales en el mercado negro, si es que tienen el dinero para comprarlos, o en buscar trabajo para medio mantener a la familia.
Estas dos razones se combinan. No es la una o la otra sino ambas las que están funcionando. Por eso es que usted ve cómo en estos regímenes que se justifican con un discurso de sacar a la gente de la pobreza la hunden más en ella mientras los líderes se vuelven cada vez más ricos con el control del petróleo y otros bienes indispensables para el pueblo. Mientras más control tenga el gobierno de los productos, más pueden hacer estos trucos. Por eso es que les gusta tanto que el gobierno controle todo.
La pregunta entonces no es si ellos entienden lo que hacen, sino si los pueblos entienden las que le hacen.
Suerte en sus vidas…