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Autor Tema: La tristeza que no tiene explicacion  (Leído 847 veces)

lauramsagra

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La tristeza que no tiene explicacion
« en: Septiembre 18, 2014, 06:11:30 pm »
La tristeza que no tiene explicación

Seguro que te ha ocurrido alguna vez. Te levantas por la mañana con una extraña apatí­a que no puedes explicar. Tu cuerpo reacciona de una forma más lenta y, cualquier estí­mulo, como puede ser los rayos de luz o incluso sonidos muy altos, te hacen daño. ¿Quíé es lo que ocurre?

Algo dentro de ti te dice que estás triste, notas una punzada que te oprime y que llena tu mente de una sensación indefinible que eres incapaz de explicar. Son esos dí­as en que, cuando alguien observa tu expresión y te pregunta quíé te ocurre, respondes aquello de “Pues no síé, hoy tengo un mal dí­a”.

La realidad es que nuestro cerebro y nuestro cuerpo es un cúmulo de reacciones quí­micas que, en ocasiones generan en nosotros sensaciones de las que no somos conscientes. Y a pesar de que hay momentos en que la tristeza puede tener un origen exógeno, la mayorí­a de las veces esta emoción tiene un origen puntual muy claro.  Pero solemos poner el “piloto automático” en nuestras vidas para seguir funcionando, para no ver lo que ocurre, a pesar de que nuestro cerebro nos díé señales de alarma de que hay algo que debemos solucionar.



CUANDO LA TRISTEZA APARECE SIN QUE SE LA ESPERE

Son muchas las personas a las que les ha ocurrido. La tristeza envuelve y te atrapa de pronto, volviendo tu cuerpo más pesado, regalándote un cansancio casi extremo y una apatí­a indefinible. Pero veamos las posibles causas:


1. Factores externos:


-Una alimentación incorrecta: puede suceder en esos casos en que seguimos dietas extremas donde dejamos de ingerir los nutrientes que nuestro organismo necesita.  Una alimentación baja en proteí­nas, en vitaminas, en minerales como el hierro, el magnesio o el fósforo, pueden provocar el debilitamiento de muchas funciones básicas. El ánimo decae y nos sentimos díébiles. Hay que tenerlo en cuenta.

-La depresión estacional: el clima nos afecta. Y cuando llega el invierno con sus menos horas de luz, sus lluvias y su humedad, son muchas las personas que se ven afectadas por esa tristeza indefinible que puede muy bien derivar en una depresión.  Se alteran los ciclos de sueño, aparece el cansancio y la apatí­a… es muy caracterí­stico.


2. Factores internos


En primer lugar, debes saber que a nivel nervioso, sufrimos una bajada drástica de neurotransmisores como la noradrenalina y serotonina en el cerebro, y es esto lo que provoca la  sensación de pena o tristeza. Pero ¿quíé lo origina? ¿Quíé hace que suframos ese díéficit brusco en estos neurotransmisores?

Se debe, obviamente, a factores externos. Factores personales. Sin duda lo más común.

La tristeza no llega de pronto sin razón alguna, tiene un origen. Podemos estar llevando una vida normal y segura, cuando de improviso, empezamos a notar algunos signos extraños: dolores de cabeza, cansancio, enfermedades como muchos resfriados o gripes… nuestro sistema inmunológico está debilitándose, y sufrimos lo que se llama una somatización. Es decir, nuestro cuerpo reacciona ante las preocupaciones de nuestra mente.

Lo que sucede biológicamente en nuestro cerebro es que nuestro hipotálamo responde a dichas preocupaciones  segregando la corticotropina, que a su vez, estimula la segregación del cortisol en sangre. Todo ello afecta a nuestro comportamiento, a nuestras sensaciones… a que estemos más cansados, más preocupados, más taciturnos.

La tristeza que suponemos “aparece de modo inesperado”, siempre responde a una razón. Nuestro cuerpo será el primero en darnos la señal de alarma para avisarnos de que hemos de detenernos. Y pensar, en analizar quíé ha ocurrido…en aclarar quíé te preocupa realmente.

En ocasiones nos negamos a nosotros mismos la existencia de dichos problemas porque no podemos detenernos: hay muchas obligaciones, el trabajo, los niños, tu pareja… la prisa de nuestra cotidianidad es un motor bien engrasado que en ocasiones, nos impide ser personas.

Debemos sentarnos y reflexionar. Hablar con nosotros mismos para aceptar que quizá, no estamos tan bien como creemos. Que no somos invulnerables y hay algo que nos hace daño y que debemos solucionar. Quí­tate la armadura. Busca el final de esa madeja que hay en tu mente y descubre quíé hay tras ella. Tu cuerpo ya te ha dado una pista de que no estás bien. Atiíéndete entonces, cuí­date y ten siempre en cuenta ese mundo interior que en realidad, mueve cada una de nuestras vidas.


Si de todo aprendo, no hay paso equivocado.😉

Scientia

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Re: La tristeza que no tiene explicacion
« Respuesta #1 en: Septiembre 20, 2014, 09:49:09 pm »
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