Toca enterrar el hacha de guerra. Ryanair ha dado el carpetazo definitivo a su animadversión a las agencias de viajes y ha alcanzado un acuerdo con Amadeus para comercializar sus billetes de avión a travíés de la plataforma tecnológica del proveedor, que utilizan entre otros actores del sector turístico las agencias de viajes. Una alianza que llega despuíés de que en marzo la aerolínea firmara un acuerdo similar con Travelport, uno de los principales competidores de Amadeus, a travíés de sus centrales de reservas Galileo y Worldspan.
El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, aseguró ayer durante la presentación del acuerdo en la ciudad alemana de Colonia que la tecnología de Amadeus “nos ofrece grandes posibilidades, puesto que nos permite llegar a un abanico más amplio de viajeros de negocios. En un momento en el que más del 27% de nuestros clientes viajan por trabajoâ€. Un porcentaje que en marzo era cinco puntos porcentuales inferior.
Ryanair explicó ayer que el 90% de las agencias de viajes corporativos utiliza este tipo de sistemas de reservas de billetes (GDS) como su principal canal de reservas de vuelos.
Tras 10 años en los que la aerolínea optó por vender exclusivamente a travíés su página web y llegó a denunciar ante los tribunales a las agencias online que vendían sus billetes, Ryanair ha puesto el punto y final a esa decisión. O’Leary incluso llegó ayer a reconocer su error. “Soy la persona que durante 10 años dijo que sobre mi cadáver volveríamos a utilizar los GDS. Así que tengo que empezar a pedir disculpasâ€.
A partir del uno de octubre los clientes de las plataformas tecnológicas de Amadeus podrán contratar estos asientos sin que se aplique, tal y como recalcó el propio O’Leary, un recargo en el precio, dado que no habrá diferencias entre las tarifas de la web de la aerolínea. De esta forma, Amadeus y Travelport ofrecerán cerca de un 90% de las tarifas de Ryanair pero las tarifas promocionales, las más bajas, seguirán comercializándose exclusivamente a travíés de la venta directa.
Con esta nueva alianza refuerza su cambio de estrategia para mejorar la “experiencia de los viajerosâ€, y que en los últimos 12 meses le ha llevado a una serie de concesiones al pasajero como permitir asignar los asientos en los vuelos, conceder un segundo bulto de equipaje de mano e introducir tarifas flexibles para que los clientes puedan cambiar de vuelo. Algo impensable en la aerolínea hace menos de un año. Lo cierto es que Ryanair se anotó el primer recorte de su beneficio en cinco años en el ejercicio fiscal 2013, si bien en el primer trimestre de este año elevó sus ganancias un 152%, hasta 197 millones de euros.
La aerolínea pretende además casi duplicar el número de pasajeros, desde los 86 millones con los que espera cerrar el año a los 150 millones en 2024. Un importante incremento que pasa por elevar su flota hasta los 520 aviones y para el que la irlandesa ha firmado con Boeing la compra de hasta 200 aviones del nuevo modelo Boeing 737 MAX, pedido que a precios de mercado asciende a más de 16.900 millones de dólares y que de realizarse en su totalidad se convertiría en el mayor pedido para el fabricante estadounidense de una aerolínea europea.
El acuerdo de Ryanair con Amadeus le permitirá acceder a un mayor número de clientes. El proveedor de soluciones tecnológicas cuenta con una cuota mundial del 40,3% en el segmento de reservas aíéreas a travíés de agencias de viajes a cierre de junio, frente a Sabre y Travelport, con cerca de un 25% y un 35%.
El cambio estratíégico de Ryanair sigue los pasos dados por su competidora inglesa Easyjet, que en 2012 decidió vender sus billetes a travíés de Amadeus. En la actualidad, son 70 las low cost que comercializan los asientos de sus vuelos a travíés de la plataforma tecnológica de la empresa dirigida por el español Luis Maroto. Un canal que ha visto como las reservas de billetes de las low cost se incrementaba un 21% en 2013.
Junto a esto, O’Leary declaró ayer además que “no tengo una estrategia global. Tengo una estrategia para el control europeo y un par de empresas en el borde de Europaâ€.