El índice de precios al consumo (IPC) subió en Japón un 3,1 por ciento interanual en agosto, en lo que supone el díécimo quinto mes consecutivo de subida en el país asiático, informó hoy el Gobierno nipón.
Con respecto a julio, el indicador, que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, se mostró plano.
Aunque el dato está en línea con el objetivo que persigue el Banco de Japón (BoJ) mediante su programa de compra masiva de activos puesto en marcha en 2013 y con el que pretende establecer la inflación en el 2 por ciento interanual, 2 puntos del actual incremento se atribuyen aún a la subida del IVA del pasado abril.
El 1 de abril el impuesto sobre el consumo subió en Japón por primera vez en 17 años y pasó del 5 al 8 por ciento.
El banco central nipón aspira a alcanzar su meta inflacionaria en algún momento del año próximo para terminar con un ciclo de caída de precios de 15 años, pero muchos analistas no descartan que la entidad active estímulos adicionales para acabar viendo cumplido su objetivo.
En agosto, los precios que más subieron nuevamente fueron los de los combustibles, la electricidad y el agua, que costaron un 6,4 por ciento más que en el mismo mes de 2013, aunque cayeron un 0,2 por ciento con respecto al mes anterior.
Le siguieron los muebles y otros utensilios para el hogar, que vieron su precio incrementado en un 4,6 por ciento interanual, aunque se abarataron un 0,6 por ciento en relación a julio.
En Tokio, donde el análisis corresponde al mes de septiembre, los precios se incrementaron un 2,6 por ciento interanual, aunque retrocedieron un 0,1 por ciento con respecto a agosto.
Los precios en el área metropolitana de la capital se consideran un indicador avanzado de la evolución del IPC en todo el territorio japoníés.