La Comisión Europea ha ampliado hoy la investigación sobre el ríégimen fiscal de Gibraltar para incluir los acuerdos sobre el impuesto de sociedades que las autoridades del Peñón alcanza con ciertas empresas. Bruselas sospecha que, como en el caso de Apple en Irlanda, las compañías aprovechean el regateo para rebajar su carga fiscal y derivar hacia Gibraltar los ingresos y beneficios que obtienen en otros países de la Unión Europea.
La práctica, según la Comisión, se inició en 2010. Y desde entonces, Gibraltar ya ha alcanzado 165 de esos acuerdos. “La Comisión teme que supongan una ayuda de estado, porque ninguno de esos acuerdos se basa en la información necesaria para garantizar que la fiscalidad de las actividades concernidas se corresponde con los impuestos que pagan otras empresasâ€, señala el departamento del comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia. La Comisión cree que las autoridades gibraltareñas ni siquiera comprueban si el origen de los beneficios declarados se ha obtenido en el territorio del Peñó o procede de otros lugares.
La investigación inicada hoy se añade a la que se puso en marcha el año pasdo, relativa al ríégimen gneral del impuesto de sociedades en Gibraltar. En ambos casos, Bruselas podría exigir que las autoridades reclamen a las empresas los impuestos pagados de menos.
Bruselas ya expedientó a Gibraltar en 2004 y el Tribunal de Justicia Europeo sentenció en contra del antiguo ríégimen fiscal del Peñón en noviembre de 2011. En enero de ese mismo año entró en vigor el nuevo ríégimen y desde entonces se suceden las pesquisas de la Comisión Europea