AFP
Una decena de laureados con el premio Nobel se disponen a lanzar una advertencia sobre el estado del planeta Tierra gravemente enfermo y preconizar una revolución de los comportamientos humanos.
Sólo una utilización más inteligente y razonable de los recursos permitirá salvar ecosistemas de los que depende la humanidad, se disponen a recordar estas once personalidades, principalmente científicos, reunidas en Hong Kong a partir del próximo miíércoles.
La situación es "catastrófica", destaca Peter Doherty, laureado en 1996 con el premio Nobel de Medicina, que participará en esta conferencia de cuatro días, la cuarta de una serie iniciada por los Nobel y consagrada al estado del planeta.
Cambio climático, deforestación, deterioro de los suelos y de los recursos acuíferos, acidificación de los ocíéanos, contaminación química, enfermedades ambientales: la lista de males planetarios es larga y no cesa de alargarse, advierte.
Eso significa que los consumidores, las empresas y los políticos deben ahora sopesar todas sus acciones, indicó Doherty en un intercambio de correo electrónico con la AFP.
"Tenemos que pensar en la sostenibilidad, sostenibilidad alimentaria, sostenibilidad del agua, sostenibilidad de los suelos, sostenibilidad de la atmósfera", insiste.
En Hong Kong, los Nobel estudiarán el desafío que representa un alza posible de las temperaturas de +4º, es decir, el doble del límite de +2º que se fijó la comunidad internacional.
Detrás de sus preocupaciones está la constatación reafirmada a diario de que la humanidad está viviendo por encima de sus posibilidades.
El informe Planeta Vivo 2014 del WWF publicado el martes recuerda que actualmente el ser humano devora una Tierra y media por año --dicho de otra forma, consumimos un 50% más de recursos naturales de lo que el planeta es capaz de regenerar.
"El peligro parece ser inminente", constata el astrofísico australo-norteamericano Brian Schmidt, Nobel 2011 de Física por su demostración de la aceleración de la expansión del universo.
"Nuestro consumo de recursos crece de manera exponencial, para responder a las necesidades de los 9.000 millones de personas previstas en la Tierra para 2050, que aspiran a tener la vida que tenemos en Occidente", destaca. "Estamos a punto de crear más daños en los próximos 35 años que en los 1.000 anteriores".
Según la israelí Ada Yonath, Nobel de Química en 2009, no sólo se trata de preservar a los animales y las plantas: la humanidad tambiíén debe ser más prudente, por ejemplo, con los antibióticos.
¿Quíé soluciones proponen los Nobel? Para ellos la prioridad es la energía.
Las energías fósiles deben ser reemplazadas lo antes posible por recursos más limpios y nuevas tecnologías, que deben beneficiar rápidamente a los países emergentes.
Si esos países quedan rezagados, seguirán usando energías fósiles para desarrollarse. "Eso llevará a una modificación climática mayor, y podría desestabilizar a una amplia porción de la población mundial", advierte Brian Schmidt.
La otra preocupación es retirar las anteojeras de parte de la opinión sobre estos temas y al mismo tiempo explicar al público por quíé el cambio puede resultar beneficioso.
George Smoot, Nobel de Física 2006 por sus trabajos sobre el Big Bang y el origen del universo, pone como ejemplo la iluminación con LED, que sustituye a los focos tradicionales incandescentes.
Sin embargo, advierte, "una linda innovación no alcanza". "Tiene que ser utilizada a gran escala, y eso comienza con la comprensión de cada cual. Allí es donde necesitamos soluciones, para que las autoridades autoricen y alienten, y que la gente las adopte. Eso funciona cuando todos entienden los beneficios".