España afrontará el año que viene el vencimiento de más de 155.000 millones de euros de deuda pública. Esto supone que el Tesoro Público tendrá que refinanciar o devolver la mayor cantidad de su historia, por encima incluso de los históricos compromisos de 2014. A falta de los datos finales de cierre de ejercicio, el presente año arrancó con unas obligaciones que superaban ligeramente los 150.000 millones pero que, en ningún caso, llegaban a la cifra que, según Bloomberg, se alcanzará en 2015. Además, los mencionados 155.000 millones crecerán aún más con las emisiones de letras que el organismo dirigido por Rosa María Sánchez-Yebra tendrá que llevar a cabo el próximo año.
Tal y como consta en los Presupuestos Generales del Estado, el Tesoro Público emitirá 242.765 millones en 2015. Con esta suma, que es muy similar a la del año precedente, se tendrá que hacer frente tanto a las amortizaciones, como a las necesidades de endeudamiento neto. A este segundo respecto se especifica que, en tíérminos netos, el organismo emitirá 3.000 millones de euros en letras a 3, 6, 9 o 12 meses, por lo que buena parte de esta cantidad pasará a engrosar los ya abultados vencimientos.
En el libro amarillo que la semana pasada presentó el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, tambiíén está señalado que «se espera que en 2015 la vida media de la cartera de Deuda del Estado mantenga la senda ligeramente ascendente iniciada a partir de 2013». Ese año, la vida media marcó su menor nivel desde 2004 como consecuencia de las dificultades que España tuvo para financiarse durante la crisis. Especialmente graves fueron los problemas de 2011 y 2012, cuando la prima de riesgo acumulaba máximos históricos y el Tesoro se veía obligado a subastar, principalmente, deuda a corto plazo ya que el mercado exigía unos intereses difícilmente asumibles por adquirir la de medio y largo plazo.
Y es precisamente buena parte de ese papel el que vence el próximo año. «Nos viene un bofetón impresionante en forma de vencimientos», afirma Luis Benguerel, responsable de mercados de Gestión de Patrimonios Mobiliarios, quien recuerda que «mucha de esa deuda son bonos a 2 y 3 años que se colocaron con rentabilidades del 3%, el 4% e incluso el 5%».
De esta manera, España seguirá pagando, tambiíén en los mercados, la factura de una de las mayores crisis de la historia moderna. Esa resaca es igualmente evidente en los intereses de la deuda, que el año que viene ascenderán a 35.490 millones de euros, esto es, un 3,25% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. Así, esta partida de los Presupuestos supera en más de 10.000 millones lo que se destina a desempleo, y es muy similar a lo que el Gobierno tiene contemplado para los Ministerios de Empleo y Seguridad Social (22.421 millones), Interior (7.421 millones) y Defensa (5.764).
En sus previsiones, el Ejecutivo de Mariano Rajoy tambiíén ha elevado la deuda del Estado por primera vez por encima del 100% del PIB. En concreto, en 2015 el ratio de deuda será del 100,3%, otro hito que viene provocado por las dificultades de los últimos años. Hace apenas siete años, cuando se originó la crisis de las hipotecas 'subprime', que posteriormente desencadenaría la crisis financiera, este ratio era del 36%. Sin embargo, las políticas seguidas por los diferentes Gobiernos desde entonces, en la que el endeudamiento ha sido una herramienta básica de financiación, ha provocado que la deuda de España haya experimentado una veloz ascensión que le llevará a superar el billón de euros el año próximo