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Autor Tema: La epigeníética y el cuerpo humano: la biologí­a del cambio  (Leído 500 veces)

Scientia

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La epigeníética y el cuerpo humano: la biologí­a del cambio
« en: Octubre 07, 2014, 07:44:45 pm »
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La epigeníética y el cuerpo humano: la biologí­a del cambio


¿Quíé es la epigeníética?

Es todo aquello que influye en cómo se regulan los genes. La epigeníética equivale a la “vestimenta” que presenta el ADN. Epi significa precisamente sobre: es lo que está sobre la geníética. Del mismo modo que hay distintos tipos de prendas de vestir, y que nos podemos poner una camisa, un abrigo o un sombrero, tambiíén hay distintos tipos de regulación epigeníética. De ellos depende que un gen estíé más o menos activo en una cíélula. Y, por lo tanto, de la epigeníética depende que los genes funcionen correctamente o que causen enfermedades. A travíés de la epigeníética, tenemos una visión más plástica de la biologí­a. Los genes nos dan una tendencia a ser de cierta manera, pero esta tendencia puede ser modulada por lo que hacemos. Ha cambiado nuestra visión del cuerpo humano.
Cadena_ADN
Entrevista a Bruce Lipton, investigador neozelandíés especializado en biologí­a celular

Los genes controlan la vida,  en ellos se inscriben todas nuestras capacidades y caracterí­sticas, pero….
 ¿Del todo?
No somos ví­ctimas de nuestra geníética, en realidad es el ADN el que está controlado por el medio externo celular.
 ¿Quíé significa eso?
La cíélula es la vida. Hablar de una cíélula es como hablar de una persona. Nosotros recibimos la información a travíés de los cinco sentidos y las cíélulas reciben las señales del entorno a travíés de los receptores que captan la información. El ADN es controlado por señales que vienen desde fuera de la cíélula, incluyendo mensajes energíéticos de nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como los negativos.
 ¿Somos lo que vivimos y pensamos?
Sí­, y cambiar nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es cambiar nuestra biologí­a. Los estudios que empecíé hace cuarenta años demuestran que las cíélulas cambian en función del entorno, es lo que llamamos epigeníética. Epi significa por encima de la geníética, más allá de ella.
¿Y?
Según el entorno y como tú respondes al mundo, un gen puede crear 30.000 diferentes variaciones. Menos del 10% del cáncer es heredado, es el estilo de vida lo que determina la geníética.
 ¿Es el entorno el que nos define?
Aprendemos a vernos como nos ven, a valorarnos como nos valoran. Lo que escuchamos y vivimos nos forma. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos. Somos ví­ctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas.
 Pero las creencias están inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.
Cierto. El subconsciente es un procesador de información un millón de veces más rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un referente. Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difí­cil ganarse la vida, no lo conseguiremos.
 ¿Entonces?
Si cambiamos las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará nuestra realidad, y lo he comprobado a travíés de numerosos experimentos. Al reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la felicidad, la paz, la abundancia, podemos conquistarlas.
 Me suena a fórmula feliz…
Así­ es como funciona el efecto placebo. Si pienso que una pastilla me puede sanar, me la tomo y me encuentro mejor. ¿Quíé me ha sanado?…
 ¿La creencia?
Eso parece. Al igual que los pensamientos positivos y el efecto placebo afectan a nuestra biologí­a, existe el efecto nocebo: si crees que algo te hará daño, acabará por hacerte daño. Henry Ford decí­a que tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, tienen razón. Si eliges vivir un mundo lleno de amor, tu salud mejorará.
 ¿Y eso por quíé?
La quí­mica que provoca la alegrí­a y el amor hace que nuestras cíélulas crezcan, y la quí­mica que provoca el miedo hace que las cíélulas mueran. Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar al mismo tiempo.
 O creces o te proteges.
Los procesos de crecimiento requieren un intercambio libre de información con el medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energí­a necesaria para la vida.
 ¿Quíé significa prosperar?
Para prosperar necesitamos buscar de forma activa la alegrí­a y el amor, y llenar nuestra vida de estí­mulos que desencadenen procesos de crecimiento. Las hormonas del estríés coordinan la función de los órganos corporales e inhiben los procesos de crecimiento, suprimen por completo la actuación del sistema inmunológico.
 ¿La culpa de todo la tienen los padres?
Las percepciones que formamos durante los primeros seis años, cuando el cerebro recibe la máxima información en un mí­nimo tiempo para entender el entorno, nos afectan el resto de la vida.
 Y las creencias inconscientes pasan de padres a hijos.
Así­ es, los comportamientos, creencias y actitudes que observamos en nuestros padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra biologí­a el resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a programarla.
 ¿Cómo detectar creencias negativas?
La vida es un reflejo de la mente subconsciente, lo que nos funciona bien en la vida son esas cosas que el subconsciente te permite que funcionen, lo que requiere mucho esfuerzo son esas cosas que tu subconsciente no apoya.
 ¿Debo doblegar a mi subconsciente?
Es una batalla perdida, pero nada se soluciona hasta que uno no se esfuerza por cambiar. Deshágase de los miedos infundados y procure no inculcar creencias limitadoras en el subconsciente de sus hijos.
Fuentes:
La Vanguardia  /  Epigenetica.org