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Autor Tema: HONG KONG: ¿QUO VADIS, CHINA?...  (Leído 66 veces)

OCIN

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HONG KONG: ¿QUO VADIS, CHINA?...
« en: Octubre 09, 2014, 09:20:35 am »
Por...   BEATRIZ DE MAJO C.




Nadie puede imaginar a esta hora el rumbo que tomará en el futuro cercano la batalla por la democracia que acaba de despertarse en las calles de la isla de Hong Kong y que ha causado no pocos dolores de cabeza a los lí­deres en la capital.

Lo que sí­ es claro es que, dada la juventud, la tenacidad y el ardor de quienes promueven las protestas, el insistente clamor por mayores libertades y por el respeto de sus derechos tiene pocas posibilidades de languidecer.

Las nuevas generaciones no desean sino ser ellos los artí­fices de su propio destino y han dejado claro su inconformidad frente a los controles y la repulsa ante la intromisión de Beijing en la designación por votación popular de las autoridades de la isla en el 2017.

No va a ser sencillo para el gobierno central pasar la página jugando al cansancio de estos nuevos activistas de corte chino-occidental que ya han conseguido algunos íéxitos en su búsqueda de una sociedad menos controlada por el poder del partido comunista y más democrática. Ya en 2012 el movimiento "Scholarism" que fue fundado para darles voz polí­tica a los estudiantes, consiguió, luego de armar una marcha de 120.000 estudiantes y ocupar las oficinas centrales del gobierno, que este revocara un programa educativo nacional proChina.

Algo más crecidos en edad y en número, son los mismos que de nuevo salen a las calles para reclamar, esta vez, que las elecciones de sus propias autoridades ocurran sin imposiciones de candidatos desde la capital.

Tampoco pueden en el Partido Comunista desestimar lo que ocurre en la isla de Hong Kong sin considerar seriamente los efectos metastásicos que ello podrí­a generar en otros lugares de su geografí­a. Su obsesión por la unidad territorial los llevará a actuar con cautela para evitar una contaminación interior de estos fueros revolucionarios pero no a ignorar el movimiento.

Hong Kong resulta ser un enclave geográfico con un status particular y de extrema importancia en lo económico y en lo geopolí­tico para el gigante chino y de ello hay plena conciencia. El tipo de negocios que allí­ se desarrollan, la talla de sus operaciones financieras y comerciales y la ventana de observación económica que ella constituye para el mundo exterior, requieren que su clima sea el de la paz, para los inversionistas propios y para los extraños.

La carta que han jugado en otras ocasiones en Beijing consistente en calificar a estos movimientos prodemocráticos como atentatorios de la seguridad del Partido Comunista, no ha servido para disuadir a los manifestantes, ni la represión para ganar simpatí­as en el exterior. Levantar el dedo acusador contra los Estados Unidos para imputarles sus propias tampoco consigue eco en un mundo cada vez mejor informado.

Total, que el juego de estos pasados dí­as bien puede extenderse y escalar o puede igualmente caer y disiparse en un letargo que tranquilice a los seguidores de Scholarism temporalmente. Pero la semilla del descontento ya está sembrada. La batalla anti-autocrática puede ser revisitada tantas veces como sea necesario aunque al movimiento le toque pasar a una etapa de hibernación obligada mientras -como los osos- recarga sus baterí­as.

El mensaje de alerta está enviado. El periódico oficial Diario del Pueblo se refirió constantemente al episodio como "el caos". Los grupos de presión se han activado. El mundo mira atento. Las autoridades no saben bien hacia dónde mirar ni hacia dónde ir.


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...