España no hace más que recibir felicitaciones por sus reformas estos días en Washington durante la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero ninguna fuente la considera a salvo de la crisis todavía. No ya por el elevado paro, sino porque le rodea una zona euro con serios riesgos de recaer: entre un 35% y un 40% de posibilidades de otra recesión. “España es el único país de la eurozona al que hemos revisado las predicciones de crecimiento al alza, así que es un país donde las reformas, el trabajo duro que se ha hecho, los sacrificios hechos por la gente están dando frutosâ€, dijo la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, a un grupo de periodistas españoles.
Lagarde compareció en la rueda de prensa principal de la asamblea en un contexto complicado para el Fondo: ella está imputada por posible negligencia en un caso de corrupción en París, la reforma de la institución sigue bloqueada y la recuperación mundial que vaticinaban no deja de perder fuelle. Son EE UU y Reino Unido las que están tirando de las economías avanzadas, admitió. Aun así, para España, la directora gerente resaltó que el crecimiento está pasando a territorio positivo y las exportaciones han crecido, pero dejó claro que las buenas nuevas deben llegar al trabajo.
La siguiente señal que queremos ver es que el desempleo bajeâ€, apuntó Lagarde. ¿Y que lo salarios suban?, fue preguntada acto seguido. “¡Eso tambiíén sería estupendo!â€, respondió con desenfado, aunque evitó luego concretar si realmente el Fondo defiende que los sueldos empiecen a mejorar tras años de recortes como forma de fortalecer el consumo y la recuperación, algo que sí han defendido recientemente otras instituciones como la Organización para la Cooperación y Desarrollo (OCDE) o la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Aunque España ha empezado a crear empleo, la absorción de los 3,5 millones de puestos de trabajo destruidos en la crisis no es rápida y tanto el Gobierno como el Fondo asumen que en 2015 la tasa de desempleo seguirán por encima del 23%, es decir, una de cada cuatro personas en edad activa.
El riesgo de que las predicciones de crecimiento para España descarrilen no es menor teniendo en cuenta los riesgos de sus principales clientes, los socios de la zona euro. “Hemos alertado de un riesgo potencial de una nueva recesión en Europa del 35% o 40%, lo cual no es nada despreciableâ€, señaló Lagarde. “No estamos diciendo que la eurozona estíé yendo a la recesión, pero puede pasar si no se hace nadaâ€, dirigido a los países con superávit, como Alemania, para que inviertan más, sino tambiíén a los que tienen díéficit, para que hagan reformas. El ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schauble, dijo en una mesa redonda que su país debe invertir más, pero recalcó que “crecimiento europeo no se debe alcanzar firmando chequesâ€.
El FMI alerta constantemente de la baja inflación en la zona euro, que quedó en el 0,3%. Lagarde admitió que el BCE ha tomado medidas, pero manifesto su esperanza de que “se haga másâ€, en alusión a medidas expansivas más agresivas como la compra de deuda pública.
El presidente del BCE, Mario Draghi, ya lleva tiempo soportando la presión para que tome medidas más agresivas. Ayer, en una de las jornadas de Washington, recalcó, no obstante, que "sin reformas no hay recuperación".