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El litigio de los fondos buitre es un intento de hacer retroceder a Argentina y Amíérica Latina a la situación de inicios del siglo pasado y finales del anterior, alertó el historiador y experto en finanzas, í‰ric Toussaint.
Para el titular del Comitíé para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo esos grupos especuladores "son la vanguardia de la política externa de Estados Unidos en materia financiera", y Latinoamíérica así como otras regiones del Sur están en la mirilla de Washington.
El doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Liíége (Bíélgica) y de la Universidad de París VIII, afirmó que el pleito con los "holdouts" no es un conflicto entre Argentina y el juez Thomas Griesa sino con la justicia de Estados Unidos, porque la Corte Suprema le da la razón al magistrado.
La intención es clara, hacer retroceder la región la íépoca cuando las potencias dictaban de manera directa a las naciones deudoras el comportamiento que debían asumir, atacando la soberanía de esos países, dijo en una entrevista que publicó el diario Tiempo Argentino.
Toussaint sostuvo que los fondos buitre como el NML Capital, de Paul Singer, tienen mucho poder en Estados Unidos y son la vanguardia de su política exterior en materia financiera, y "detrás de ellos hay batallones como Goldman Sachs, Bank of America y el Citibank, entre otros".
El exasesor del presidente de Ecuador Rafael Correa en temas de deuda calificó al FMI y al Banco Mundial como "corresponsables del endeudamiento fraudulento" en los países en desarrollo.
Argumentó esa aseveración citando la sentencia del juez argentino Jorge Ballesteros en el caso Olmos de julio de 2000, en la cual figura la complicidad del Fondo Monetario Internacional que dio su aval a la Junta Militar argentina para tomar deuda.
Esas instituciones -consideró- son parte del problema y no de la solución, de ahí la necesidad de reformarlas, afirmó.
Toussaint estimó positivo que la ONU trate el tema de la reestructuración de deudas soberanas pero añadió que "habría que colocar en el debate de Naciones Unidas el tema de la ilegitimidad de la deuda. Una deuda ilegítima no se puede reestructurar, hay que anularla".
Recomendó tomar en cuenta la historia onerosa de la deuda argentina en referencia a la contraída por la Junta Militar, y la socialización de las píérdidas de las empresas privadas al final de la dictadura (1976-1983).
Tambiíén es importante recordar -recalcó- el endeudamiento contraído por Carlos Menem y su sistema de privatizaciones, y el Megacanje de Domingo Cavallo. "No es justo que Argentina tenga que pagar a acreedores que participaron de fraudes o apoyaron dictaduras", sostuvo Toussaint.