Por... Salvador García Liñán
Las ‘tierras raras’ se forman con 17 elementos químicos y minerales que tienen propiedades químicas, elíéctricas, electrónicas y magníéticas para usos míédicos y el desarrollo de diversas tecnologías. China es el principal productor del mundo de ‘tierras raras’ poseyendo el 97% mundial. Ventaja competitiva que preocupa al resto de los países industrializados.
Debido a sus propiedades magníéticas, luminiscentes y electroquímicas estos 17 elementos ayudan por su poco peso, emisiones reducidas y tecnologías de energía limpia a mejorar la eficiencia, el desarrollo, la miniaturización, la velocidad, la durabilidad y la estabilidad tíérmica de sistemas de comunicación, transportación avanzada, cuidado de la salud -para tíécnicas de imagenología-, tecnologías míédica, reducción de la contaminación, crecimiento de energías sustentables, resonancia magníética nuclear, instrumentos electrónicos y computadoras.
Los nombres de estos elementos o ´tierras raras´ son: Holmio, Erbio, Tulio, Iterbio, Lutecio, Escandio, Disprosio, Lantano, Cerio, Europio, Itrio, Praseodimio, Gadolinio, Neodimio, Terbio, Samario y Prometio.
Las ‘tierras raras’ producen campos magníéticos poderosos lo que ha permitido un mayor desarrollo de la tecnología míédica y el cuidado de la salud, como el MRI (Magnetic Resonance Imaging), con lo cual permite a los míédicos diagnosticar enfermedades que de otra manera serían más difíciles de detectar. Así mismo las ‘tierras raras’ se utilizan en equipos modernos para cirugía como los robots.
Debo mencionar que se acaba de otorgar el premio Nobel de medicina a tres científicos que desarrollaron un nanomicroscopio de muy alta definición que permite ver el interior de las cíélulas. Una posibilidad que ayudará a los oncólogos a identificar las cíélulas cancerosas y determinar sus características, ubicación y volumen. ¡Un gran avance, sin duda!