"Europa está en peligro de sufrir 15 años sin crecimiento económico"Londres, por Roberto Casado
El expresidente del regulador financiero británico cree que "España está mejor que otros países, pero no puede hacer mucho ante los problemas de la zona euro"
La corrección de los mercados durante esta semana ha hecho que los economistas de la City de Londres vuelvan su mirada a la situación en la Eurozona. Lord Adair Turner, que colabora con el inversor George Soros en el think tank Institute for New Economic Thinking, considera que el temor de los inversores a un frenazo económico en Europa está justificado.
En una entrevista con EXPANSION, tras participar en la conferencia del CFA Institute en Londres, Turner (que fue presidente del regulador financiero británico FSA entre 2008 y 2013 y vicepresidente de Merrill Lynch Europe de 2000 a 2006) advierte tambiíén de las consecuencias políticas de un largo periodo de estancamiento en el continente.
Pregunta: ¿A quíé se debe la caída de las bolsas durante los últimos días?
Respuesta: Los mercados se han despertado ante el hecho de que la economía mundial está lejos de alcanzar una recuperación robusta tras la recesión. Hay tanta deuda en el mundo, pública y privada, que estamos en un entorno económico profundamente difícil.
Lo que cristalizó en septiembre fue una simultánea ralentización en varias economías: China podría estar al borde de una burbuja inmobiliaria, Japón ha entrado en un periodo de menor confianza sobre el impacto de la política del primer ministro Shinzo Abe en el crecimiento del país, Alemania está exportando menos, y países como Italia se ven frenados por un gran nivel de deuda.
P: Parece que buena parte del temor de los inversores de la City de Londres se centra en la Eurozona.
R: La gente ve que la Eurozona está en un peligro real de entrar en un entorno como el de Japón en los años noventa, de bajo crecimiento y baja inflación. Pero lo de Europa es más preocupante desde el punto de vista político porque es un entorno multinacional, con minorías íétnicas y grandes movimientos migratorios. Japón es un país muy homogíéneo íétnicamente y culturalmente. Estoy más preocupado ante la posibilidad de 15 años de crecimiento bajo en la Eurozona, que lo que pudiera estar por Japón.
P: ¿Pueden hacer algo los reguladores para evitar ese escenario?
R: La consecuencia del frenazo económico es que los tipos de interíés van a tener que seguir muy bajos por más tiempo de lo esperado por los inversores.
Dudo que Reino Unido pueda subirlos antes del otoño de 2015, la Fed tardará varios meses y los tipos del BCE van a seguir cerca de cero durante los próximos cinco años. Hemos creado tanta deuda en el mundo que sólo podemos seguir adelante con tipos de interíés muy bajos, pero esto incentiva a su vez a la gente a tomar riesgos que generan nuevos problemas. Estamos muy lejos de salir de esta crisis.
P: ¿Servirán los test de estríés a la banca europea, cuyos resultados se anunciarán el 26 de septiembre, para reactivar el críédito y animar la economía?
R: El test de estríés es útil, pero no servirá para potenciar la demanda de críédito. Aunque se resuelva la salud del sistema financiero, no se soluciona el problema de exceso de deuda en la economía.
La teoría de la Eurozona durante los dos últimos años ha sido que si se arregla el sector bancario, el coste de financiación bajará y la gente empezará a pedir prestado. Pero los costes ya han bajado mucho, y el críédito no está creciendo, ni siquiera con las inyecciones de príéstamos baratos del BCE. Hay un problema de demanda de críédito, no de suministro. La gente tiene demasiada deuda cómo para pedir más.
P: ¿Quíé herramienta le queda al BCE, lanzarse a comprar deuda soberana?
R: El BCE ha estado intentando compensar la agresiva austeridad fiscal de la Eurozona, que ha sido tan estricta que ha empeorado la recesión. Una solución sería que el BCE comprara bonos de los gobiernos,pero no va a suceder porque en su constitución dice que no puede financiar díéficits. Lo que podría ocurrir, si las cosas siguen mal, es que el BCE acabe financiando a los gobiernos buscando una vía alternativa.
Si la economía alemana sigue yendo mal y la deflación va a peor, podríamos ver un acuerdo para aumentar la inversión en infraestructuras financiada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI), y simultáneamente, un acuerdo por el que el BCE compra los bonos que emita el BEI. Sería una forma de estimulo monetario que podría ser aceptado por los alemanes. En un mundo ideal, deberíamos tener ahora grandes díéficits públicos financiados por los bancos centrales. El BCE tendrá que hacerlo pero por la puerta de atrás.
P: ¿Puede hacer algo España en ese entorno para seguir creciendo?
R: España, junto con Irlanda, lo está haciendo mejor que otros países europeos como Italia. España entró en esta crisis con mucha menos deuda pública que Italia, lo que le dio cierto colchón para absorber la crisis. Además. España ha hecho buenas reformas como la laboral que mejoran su balance exterior, pero no puede evitar los problemas de la Eurozona.
Al final, todos los países quieren salir de la crisis exportando más, pero alguien debe importar. Parece que volvemos al viejo modelo de que sea Estados Unidos quien tire de la demanda, pero no es un modelo muy estable.
P: ¿Cuál será el siguiente reto cuando acabe esta crisis?
R: De cara al futuro, hay que evitar nuevas burbujas inmobiliarias, que han causado cuatro o cinco grandes crisis en las últimas díécadas. Para ello, hay que exigir mayor nivel de capital a los bancos por cada príéstamo al sector inmobiliario.
Una de las cosas más sorprendentes es que los bancos todavía creen que tiene muy poco riesgo el críédito inmobiliario. Y la regulación considera que el riesgo de una hipoteca es la díécima parte que un críédito a las pymes. Desde el punto de vista de un banco individual puede ser lógico extender críéditos al sector inmobiliarios, pero si todos los bancos lo hacen a la vez, volvemos al problema del exceso de deuda.
http://www.expansion.com/2014/10/17/economia/1413529080.html