Publicado el 01/10/2008, por P. Riaño| Barcelona
El príncipe saudí Alwaleed Bin Talal Bin Abdulaziz compra el 11,6% de la promotora Mixta ífrica, participada tambiíén por Morgan Stanley y el Banco Mundial.
publicidad
La fortuna del príncipe saudí Alwaleed Bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud está valorada en 21.000 millones de dólares –15.000 millones de euros–, lo mismo que la capitalización de Unión Fenosa. El decimonoveno hombre más rico del mundo según Forbes, ha decidido invertir en una inmobiliaria española. Se trata de Mixta ífrica, fundada por Renta Corporación en 2005 y especializada en la promoción de viviendas en ífrica. Renta Corporación, que busca fórmulas para obtener liquidez, ha vendido por 25 millones de euros el 11,6% de Mixta ífrica.
La gestora de fondos Kingdom Zephyr Africa Management es, a travíés de su fondo Paip II, el nuevo accionista de Mixta ífrica. Esta sociedad está controlada por Zephyr Management, con sede en Nueva York, y Kingdom Holding Company, un grupo inversor liderado por el príncipe Alwaleed, primer accionista individual de Citi. El multimillonario participa tambiíén en News Corp, el grupo de comunicación de Rupert Murdoch, y Four Seasons Hotels, entre otras.
Zephyr se convierte así en el tercer mayor accionista de Mixta ífrica, presidida por Josep Piquíé, ex ministro de Industria y Ciencia y Tecnología con el PP, desde diciembre de 2007. Fundación Renta tiene el 28,5% de la empresa, seguida por Morgan Stanley, que cuenta con el 18% del capital. El Banco Mundial tomó el pasado julio el 10% de Mixta ífrica.
Mixta ífrica se ha marcado el objetivo de alcanzar una facturación de 500 millones de euros en tres años. Con obras en marcha en Marruecos, Túnez, Senegal, Egipto y Mauritania, la empresa prevíé entregar entre 2008 y 2009 un total de 11.389 viviendas, dirigidas a la clase media africana.
Desinversión
Cuando Renta Corporación debutó en el parquíé en 2006, dejaba claro en el folleto de admisión de sus títulos que su voluntad era reducir su peso en Mixta ífrica hasta una participación testimonial. En el contexto actual, la compañía, presidida por Luis Hernández de Cabanyes, ha visto en la operación una oportunidad para obtener liquidez.
La crisis inmobiliaria y, en mayor medida, la crediticia, han pasado factura a Renta Corporación, cuyo negocio se basa en una rápida rotación de activos. Dedicada a la transformación de inmuebles, Renta Corporación ha visto como sus ventas y su beneficio se desploman ante la desaparición de los compradores, que ya no disponen de liquidez.
Fuentes cercanas a la empresa aseguran que la venta de Mixta ífrica “aumenta la posición compradora del grupoâ€. La compañía ha frenado sus operaciones, ya que compra edificios a medida que los vende. La cartera del grupo está formada, en su mayoría, por activos adquiridos el año pasado, que Renta Corporación no consigue vender porque se resiste a obtener minusvalías.
Renta Corporación, que cerró ayer en bolsa a 4,05 euros, un 0,25% más, registró en el primer semestre unas píérdidas de 25,7 millones de euros, frente al beneficio de 32,7 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Con unos activos valorados en 960 millones a 30 de junio, la empresa acumulaba en esta fecha una deuda financiera de 661,7 millones de euros. La mayor parte de esta cantidad (500 millones de euros) procede del críédito sindicado firmado en diciembre de 2006, que deberá comenzar a devolver en 2010.
El grupo ha optado tambiíén por reducir su estructura y el coste actual de su plantilla es un 22% inferior al de diciembre de 2007. Por esta razón, la ex ministra Anna Birulíés y el directivo Cíésar Bardají dejaron la empresa en julio.