EFE
El Gobierno mexicano informó que las primeras licitaciones de campos petroleros entre el sector privado, correspondientes a la llamada "ronda uno", necesitarán una inversión total de unos 50.500 millones de dólares para los próximos cuatro años.
La subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener), Lourdes Melgar, indicó que la inversión total para la "ronda uno", que incluye las asociaciones de Pemex con privados, es de 12.600 millones de dólares al año, es decir 50.500 millones en el período 2015-2018.
En un encuentro con representantes de empresas mexicanas interesadas en participar en la apertura del sector petrolero, la funcionaria de la Sener precisó que la propuesta inicial de esta "ronda" consiste en 169 bloques, 109 para exploración de hidrocarburos y 60 de extracción.
Melgar dijo que estos bloques "serán licitados escalonadamente por tipo de recursos a lo largo de 2015", ante representantes de empresas, de cámaras y asociaciones mexicanas de diversos sectores industriales, así como de firmas extranjeras establecidas en Míéxico.
La subsecretaria detalló los aspectos más relevantes del nuevo marco institucional del sector, así como del proceso de contratación de esta primera ronda, para permitir la inversión del sector privado en la industria petrolera de Míéxico, que durante 76 años se mantuvo en exclusividad del Estado.
En 2013, el Gobierno de Enrique Peña Nieto propuso una reforma energíética para abrir la industria petrolera a la inversión privada, que estaba en manos de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) desde 1938, tras la expropiación de las empresas extranjeras.
Los cambios constitucionales para esta reforma energíética fueron promulgados el 21 de diciembre de 2013 y las leyes reglamentarias en agosto de este año, con lo que arrancó la apertura del sector.
Para garantizar su rentabilidad, Pemex tuvo el derecho exclusivo, en una "ronda cero", de solicitar el control de campos petroleros y yacimientos ya conocidos con reservas por unos 34.500 millones de barriles de hidrocarburos.
Pemex ha sido la columna vertebral de las finanzas públicas del Estado mexicano en las últimas díécadas y ha aportado una tercera parte de la recaudación fiscal.
Ahora, la petrolera mexicana tiene el reto de convertirse en una compañía productiva y rentable como empresa productiva del Estado, con alta capacidad financiera y tecnológica para enfrentar la competencia de los gigantes petroleros mundiales.