Reuters
BHP dijo que determinó que su petróleo tambiíén cumplía con los criterios legales de exportación dado que estaba siendo ligeramente procesado en torres de destilación en el sur de Texas.
BHP Billiton sería la primera compañía en exportar petróleo ultra ligero levemente procesado de Estados Unidos sin autorización explícita del gobierno, sometiendo aún más a prueba los límites de una cada vez más políémica veda a las ventas de crudo al exterior.
Ocho meses despuíés de que otras dos firmas de energía de Estados Unidos recibieran la primera autorización formal para vender condensados de crudo en el exterior, BHP dijo que determinó que su petróleo tambiíén cumplía con los criterios legales de exportación dado que estaba siendo ligeramente procesado en torres de destilación en el sur de Texas.
"Nos tomamos el tiempo necesario para examinar plenamente los temas involucrados y asegurar que los condensados procesados sean aptos para exportación", dijo un portavoz de BHP, la firma minera anglo australiana que tambiíén es uno de los mayores productores en la formación de esquisto Eagle Ford en Texas.
El Wall Street Journal, que reportó por primera vez sobre las exportaciones, dijo que la compañía ya había acordado vender un embarque de 650.000 barriles de crudo a la suiza Vitol, el mayor operador independiente de petróleo del mundo. El portavoz de BHP declinó discutir el volumen, valor o destino de las exportaciones.
El jefe de Vitol, Ian Taylor, dijo en el Reuters Commodities Summit esta semana que los políticos europeos debería presionar a Washington para que levante la veda a las exportaciones de crudo.
"No hay duda de que va a haber más y más presión para el libre flujo de petróleo", dijo Taylor. Una portavoz de Vitol declinó hacer comentarios el miíércoles sobre el destino de las exportaciones.
La decisión de BHP se da luego de que las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos dieron el control a los republicanos de ambas cámaras en el Congreso estadounidense.
Muchos esperan que este resultado acelere las medidas que relajarían o levantarían la veda a las exportaciones de crudo, impuesta durante la crisis energíética de la díécada de 1970 y considerada cada vez más como obsoleta.
Aún así, la decisión de seguir adelante con las ventas, pese a la incertidumbre regulatoria, sorprende a muchos expertos que esperaban que otras compañías aguardaran una autorización formal en lugar de poner en riesgo su reputación y sus finanzas.