LAS LETRAS DE LOS ESTADOS DESTRONAN A LOS DEPí“SITOS COMO REFUGIO EN LA CRISIS
MARíA MARTíNEZ
Invertia.com
No hay refugio seguro ni ninguna fórmula maestra con la que invertir sin riesgo de perder dinero. Tener los ahorros a buen recaudo parece imposible en un momento como el actual, con el mercado financiero global en plena crisis y las economías perdiendo fuelle. Sin embargo, el abanico de inversión aún ofrece algunas opciones para quien no quiera recoger minusvalías.
La renta fija a corto plazo, los depósitos bancarios y algunos blue chips son, a juicio de los expertos, las mejores opciones.
Depósitos
Los depósitos a plazo son el destino preferido del ahorro más miedoso. Por remuneración son los más atractivos, con ofertas que en muchos casos superan el 6% de rentabilidad TAE a tres meses, y teniendo en cuenta de que es bastante probable que el BCE recorte en breve los tipos de interíés de la Eurozona. Además, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) asegura 20.000 euros por cliente en caso de que la entidad tenga problemas, lo que no hay que descartar dado el panorama actual de los mercados financieros. Es más, el Gobierno estaría dispuesto a elevar esta cuantía si se hace de forma coordinada en toda la UE y si ello no supone renunciar al sistema de aportación que tiene España.
En la actualidad existe una gran oferta de depósitos entre la que elegir, ya que los bancos y cajas de ahorro han iniciado “una guerra de rentabilidadesâ€, bien porque necesitan liquidez o porque no quieren quedarse detrás de la competencia. Sin embargo, no hay que engañarse porque estos productos tampoco están exentos totalmente de riesgo. “Si queremos preservar el cien por cien de nuestra inversión habría que depositar sólo los 20.000 euros que nos garantiza el FGD, sobre todo si lo hacemos en una entidad de tamaño mediano o pequeño que puede ser objeto de absorción o fusionesâ€, comenta Alicia Jimíénez, analista de Self Trade Bank.
En cualquier caso, y aunque las rebajas han llegado con fuerza a los depósitos, los importes iniciales que se exigen suelen ser elevados y en dinero nuevo. Sirva como ejemplo el Banco Pastor, una de las últimas entidades que han modificado las condiciones de sus depósitos. El banco gallego ha rebajado el importe mínimo de contratación para el Depósito 6 especial y el Depósito 12 Creciente a 10.000 euros desde los 25.000 euros anteriores, aunque ha mantenido las imposiciones posteriores en un mínimo de 5.000 euros.
Renta fija
Por encima de las imposiciones a plazo, la renta fija a corto plazo se alza como el activo refugio preferido por los expertos. Aunque la rentabilidad es baja, los analistas consultados por Invertia coinciden en recomendar invertir en deuda pública descartando, de paso, la deuda privada, es decir, los bonos emitidos por empresas y entidades financieras. En su contra juegan su escasa popularidad y su menor liquidez pero, sobre todo, el no estar libres de riesgo.
“En estos momentos, lo más seguro es prestar el dinero a los grandes Estados de la UE; comprar una cesta de letras a tres meses del Tesoro francíés, alemán o españolâ€, asegura Alicia Jimíénez. La rentabilidad que ofrecen estos títulos ahora está muy por debajo del 6% que se puede alcanzar con la deuda privada pero es más segura. Para los analistas lo mejor es hacerlo a travíés de fondos de inversión que inviertan en repos de estos Gobiernos europeos. De hecho, algunas gestoras como JPMorgan con su fondo Euro Government Liquidity han tenido un notable íéxito con este tipo de productos, muchos de ellos con calificación triple A, aunque su rentabilidad no supere el 4%.
En cuanto a la renta fija a largo, considerando un plazo de más de tres meses, se puede incurrir en el riesgo inherente a la evolución de la económica. Por ejemplo, sería bueno comprar bonos a 10 años si se está seguro de que los tipos de interíés van a bajar, ya que valdrán más a vencimiento (el precio evoluciona al contrario que la rentabilidad). Sin embargo, íésta tambiíén es una apuesta de riesgo, ya que ahora se está descontando el peor de los escenarios (inflación, recesión, etc.) que puede no ser cierto dentro de seis meses.
Tambiíén dentro de la renta fija no hay que ignorar a los FIAMM. La razón es su elevada diversificación y la posibilidad de disponer del dinero en cualquier momento, lo que no ocurre con los depósitos bancarios. Además, algunos de estos fondos no prestan más del 1% en el rígido mercado interbancario.
Poca renta variable
A pesar de la elevada volatilidad y de la indefinición de las bolsas, los mercados de renta variable siguen ofreciendo algunas buenas oportunidades de inversión, según los expertos. Aunque el nerviosismo inversor puede seguir tirando a la baja de los índices –según Jorge Sanz, director general de Atlas Capital, el Ibex podría caer hasta los 9.500 puntos en los próximos meses-, algunos valores se presentan como un cobijo seguro.
Las recomendaciones, en este sentido, priman los valores grandes frente a los de menor capitalización tanto en Europa como en España, con buenos dividendos y flujos de caja estables. La verdad es que la retribución al accionista siempre ha resistido al alza en momentos en que los beneficios flojean y algunas compañías compensan esta caída con un mayor reparto de sus ganancias.
Así, el departamento de análisis de Citi ha confeccionado una lista con 25 valores de todo el mundo de los que espera un aumento de los beneficios en este tiempo de crisis. Todos ellos tienen rentabilidades por dividendo en línea o mejores que el resto del mercado y ratios de pay out (parte del beneficio que se destina a dividendo) sostenibles.
Según Citi, el 30% de la rentabilidad global anualizada de las bolsas desde 1970 se debe a la aportación de los dividendos, al tiempo que su importancia aumenta en momentos de debilidad de la renta variable. Así, mientras que en 2000 la contribución fue del 144% de la rentabilidad de las bolsas, en 1970 se acercó al 60%. Los expertos del banco destacan que caídas de los beneficios del 25% de media en el período han ido acompañadas de incrementos del dividendo del 2,4%, con lo que el aumento del pay out han compensado el retroceso de ganancias.
Los datos de la consultora Facset muestran que trece valores de la bolsa española ofrecen actualmente una rentabilidad por dividendo 2009 superior al 6%. Entre ellos están Telecinco y BME, con más del 10%. Los grandes bancos, Criteria, Cementos Portland y Telefónica ofrecen rentabilidades en torno al 7%.
Estas apuestas no distan mucho de las de Guillermo Escribano, de Metagestión. Para este gestor, lo mejor es invertir en valores grandes que han aumentado de forma significativa la retribución al accionista y cuyos resultados tambiíén han crecido. Así, cita a los blue chips de la bolsa española: Telefónica, Repsol, BBVA y Banco Santander, con dividendos del 6%-7%. “Estas compañías tienen poca deuda y su solvencia está clara. Además, las previsiones apuntan a que aumentarán el dividendo ligeramenteâ€.
Junto a estos blue chips, Escribano recomienda tomar posiciones en compañías que no dependen del ciclo económico sino de las inversiones estatales, como Enagás. Pasando a Europa, se inclina por compañías líderes y con buena imagen de marca del sector de alimentación, como Danone, Carefour o Nestlíé.
Jesús Muela, de GVC, señala que de forma geníérica se quedaría con valores cuyo negocio es seguro por ser recurrente y sin excesiva deuda, como Red Elíéctrica y Enagás, en definitiva, con valores de consumo no cíclico. Asimismo, su recomendación se extiende a aquellas empresas que han sido muy penalizadas por el mercado como, por ejemplo, Catalana Occidente, cuyo negocio es diferente al de las financieras pero que ha sido incluida en el mismo saco.
Empresas con flujos de caja estables, como las pertenecientes a los sectores de consumo básico (alimentación, farmacia y algunas telecos) son las bazas que recomienda jugar Alicia Jimíénez.