Comprender el silbo gomero
Por Cárpatos para Cinco Días
Uno de los tesoros lingí¼ísticos más valiosos del mundo se encuentra en nuestro país, en concreto en las Islas Canarias, en la bonita isla de Gomera. La orografía de la isla es muy abrupta y sus habitantes desde tiempo inmemorial (parece que ya existía este lenguaje en el siglo XV) se comunicaban a distancia con un lenguaje basado en silbidos. Si se subían a un punto alto lo que estaban diciendo se podía escuchar a cinco o seis kilómetros si no había viento.
Hasta un tiempo relativamente reciente el lenguaje era muy utilizado y así Reníé Verneau en su obra Cinco años de estancia en las Islas Canarias comentaba como en el año 1884 los silbidos se oían de forma constante.
Más que una lengua propiamente dicha, se trata de una modalidad de habla que deletrea las sílabas mediante silbidos. Básicamente, las vibraciones de las cuerdas vocales del lenguaje normal son sustituidas por un silbido que se va modulando para transmitir las palabras.
Uno puede estar horas escuchando una larga conversación en silbo gomero sin comprender absolutamente nada como no tenga las claves de cómo funciona. Exactamente lo mismo sucede con los mercados y los bancos centrales. Estos han hecho de todo para contentarles, y para calmar los ánimos, inyecciones de liquidez a mansalva, peticiones de subida de los límites garantizados en los depósitos bancarios (algo que preocupa cada vez más a los inversores), pegas a las posiciones cortas, planes de rescate... pero no hay manera, ...¿Será que hablan en silbo gomero?
Lo que pasa más bien es que la crisis es muy seria, y esta vez nadie se fía de nada, la clave sigue estando en el mercado de críédito, que no se tranquiliza de ninguna de las maneras. El líbor sigue muy presionado con un mercado interbancario que sigue en situación de colapso total. Ese sigue siendo el problema, además en un entorno macro realmente preocupante tanto en Europa como en EE UU, durante la semana hemos tenido datos realmente malos que parecen indicar que la recesión se profundiza en EE UU, y que el crecimiento en Europa va camino de una debilidad acusada, especialmente en nuestro país. La falta de críédito seguirá empeorando el crecimiento.
La aprobación del plan de rescate en EE UU, es un alivio importante pero no garantiza que las bolsas se calmen. Evita lo peor, pero no va a reactivar la economía, que seguirá díébil y esperando una mejora de la contracción crediticia.
Los gráficos siguen siendo claros. Al ver el futuro del S&P 500 a largo plazo nos damos cuenta de que la tendencia sigue siendo bajista y eso es fundamental. No se puede ir contra ella. Y es más, aunque subamos la semana que viene, incluso fuerte, es difícil que cambie. La directriz bajista queda muy lejos, y eso sí tenemos un nivel muy interesante de resistencia en los 1.250. Por encima al menos se podría respirar, parece un nivel clave, pero de momento sigue lejos.
Esperemos que el plan no sea transmitido al mercado en forma de silbo gomero, sino de forma fácil de entender, parece a la vista de este gráfico, que la visibilidad sigue siendo muy reducida y no interesa estar en el mercado.