El fondo americano Alinda irrumpe en la puja por las autopistas de Sacyr
Publicado por R.Ugalde en El Economista
Se llama Alinda Capital, es una firma estadounidense, independiente, especializada en el sector de las infraestructuras, y acaba de irrumpir en la puja por Itínere, la filial de concesiones de Sacyr Vallehermoso, según ha confirmado elEconomista con varias fuentes inmersas en la operación.
Y parece que este fondo de capital riesgo cuenta con opciones para terminar alzándose con el triunfo. Por el momento, ha conseguido que Luis del Rivero, presidente de Sacyr, aparcara ayer la venta de su filial y optara por seguir peleando un precio más elevado.
Hasta que llegue el momento, Del Rivero cuenta con tiempo para ayudar a esta firma de capital riesgo en sus planes de formar un consorcio que le permita elevar aún más su oferta por Itínere.
Fuentes próximas a Sacyr aseguran que la compañía estaría dispuesta a desprenderse de su filial por una importe en efectivo de 3.500 millones de euros, más la asunción de toda la deuda de Itínere, que asciende a 4.595 millones. Además, el grupo de infraestructuras deberá hacer frente el próximo año al pago del críédito de 570 millones que solicitó para adquirir Europistas, actualmente integrada en Itínere.
Un desconocido con dinero
Sin embargo, por el momento, las propuestas en firme que ha recibido distan mucho de alcanzar los objetivos de Del Rivero. Según fuentes del mercado, la propuesta de Citi ronda los 2.500 millones en efectivo más la deuda, mientras que el interíés de Goldman tambiíén dista mucho de acercarse al precio exigido por Sacyr. La italiana Atlantia, por su parte, ha desistido de seguir en el proceso.
Alinda Capital Partners cuenta con un fondo de infraestructuras, bautizado como Alinda Infrastructure, que ya tiene comprometidos 4.000 millones de dólares (2.839 millones de euros), que le confieren una capacidad de inversión de 12.000 millones de dólares (8.500 millones de euros).
El objetivo de la firma estadounidense es destinar una parte de este cheque a Itínere, en una operación que le abriría las puertas de España, un mercado hasta ahora cerrado a los extranjeros en el mundo de las infraestructuras.
