La banca española no es inmune a la crisis
Publicado por Victor Mallet en Financial Times
La tensión derivada de la crisis internacional y del estallido de la burbuja inmobiliaria comienza a hacer mella en los bancos españoles.
Aunque parece que los bancos españoles no han sufrido un impacto directo del huracán que azota a los sistemas financieros de todo el mundo, en Madrid, los banqueros creen que España sufrirá una crisis bancaria durante los próximos dos años, consecuencia del desplome del mercado inmobiliario. En las últimas dos semanas, los bancos del país han destacado por su solidez frente a sus competidores de EEUU, Reino Unido y Europa continental.
Emilio Botín, presidente ejecutivo de Santander, ya había afirmado con anterioridad que su entidad se encontraba “en una excelente posición comparada con la de nuestros competidoresâ€. Por su parte, el presidente Zapatero, anunciaba desde Nueva York que España contaba “seguramente con el sistema financiero más sólido de la comunidad internacionalâ€.
Banqueros españoles y extranjeros –entre los que se encuentran Botín y su homólogo en BBVA, Francisco González– atribuyen el relativo buen estado de salud de los bancos del país ante la actual crisis a un riguroso aprovisionamiento durante la íépoca de bonanza y a los controles frente al riesgo.
Elogian sobre todo la aversión del Banco de España a mantener fuera de balance los activos bancarios, costumbre que tantos quebraderos de cabeza está dando al resto de entidades.
No obstante, las entidades españolas no han salido completamente indemnes de la crisis. Aunque los más sólidos no tienen una fuerte dependencia de la financiación corporativa –las autoridades del banco central aseguran que el 60% de esa financiación crediticia a los bancos españoles vence despuíés de 2013– la paralización de los mercados de capital ha obligado a las entidades del país a duplicar el uso que hacen de los servicios de liquidez del Banco Central Europeo, alcanzando una media anual hasta agosto de 43.000 millones de euros.
Mientras tanto, España parece estar entrando en lo que un banquero de inversión ha descrito como crisis bancaria “normalâ€, en la que los impagos de los príéstamos aumentan, provocando problemas de liquidez y, en última instancia de solvencia, a las instituciones financieras más díébiles. En esta ocasión, tanto los príéstamos corporativos como los personales y las hipotecas vinculadas al boom inmobiliario y de la construcción –que en España se ha prolongado durante una díécada– están deteriorándose a una velocidad alarmante.
Críéditos dudosos
La suspensión de pagos en julio de Martinsa-Fadesa convirtió en dudosos críéditos de los bancos españoles por un valor de más de 9.000 millones de euros. Según los últimos datos, la cifra asciende ahora a 40.840 millones de euros, un 2,22% del total de príéstamos.
A medida que aumenta el índice de desempleo, que ya ha superado el 11%, y dado que otros grupos inmobiliarios sobreviven gracias al apoyo de los consorcios bancarios, se incrementa la posibilidad de que el índice de príéstamos dudosos se dispare en los próximos meses.
La tensión derivada de la crisis crediticia internacional y del estallido de la burbuja inmobiliaria en España comienza a hacer mella en los bancos españoles. Para captar inversores y reforzar sus bases de capital, algunas entidades ofrecen intereses de hasta un 8% a los nuevos clientes.
Banesto ha llegado ofertar coches gratis y ciclomotores a particulares que contraten depósitos sin intereses a largo plazo. De momento, la solidez de instituciones más grandes como Santander y BBVA, con fuerte presencia en Amíérica latina, y de Caja Madrid y La Caixa, no se cuestiona.
Sin embargo, algunas de las cajas de ahorros regionales más pequeñas son instituciones opacas y politizadas con una importante exposición a la crisis de empresas de la construcción y de los propietarios de viviendas que no pueden hacer frente al pago de sus hipotecas. Los banqueros no descartan que se produzcan fusiones, opas e incluso intervenciones del Gobierno en el futuro.
Reestructuración
Según sus previsiones, tambiíén podría producirse una importante reestructuración entre los bancos cotizados más pequeños. La semana pasada, un decreto del regulador del mercado, que demandaba la comunicación de cualquier posición sustancial en corto en 20 instituciones financieras, desveló que los hedge fund habían tomado como objetivo a entidades como Banco Popular y Bankinter con posiciones cortas en sus acciones.
Los bancos españoles han sobrevivido hasta el momento a la aguda crisis financiera sin que su reputación se vea afectada, pero es posible que no sean tan afortunados cuando la crisis del sector de la propiedad comience a surtir efecto y aumenten los índices de impagos sobre los críéditos. “Creo que esta tasa puede alcanzar el ocho por cientoâ€, comenta un banquero de inversión. “Todo dependerá del nivel de desempleo y de la recesiónâ€.