Tras negociar en exclusiva desde hace varias semanas con el grupo Eon, el fondo australiano Macquarie Group podría hacerse con la filial española de la energíética alemana, que puso a la venta antes del verano junto con su negocio de Italia. Macquarie pagará, según fuentes empresariales, 2.650 millones de euros, de los cuales, 2.500 millones se llevaría Eon y el resto, los minoritarios de Begasa, una pequeña sociedad participada en un 54,9% por Eon y en un 44,9% por Gas Natural Fenosa. Ese importe incluye la deuda.
La operación podría ser aprobada hoy por el consejo de supervisión de Eon y la australiana comprará Eon España en alianza con Wren House Infrastructure Management, filial del fondo soberano de Kuwait. Según los tíérminos del acuerdo, Macquarie aportará el 60% del capital y Wren House, el 40% restante, según Efe-Dow Jones.
En los últimos días, Eon negociaba en exclusiva con Macquarie, que desde un principio había presentado la oferta más interesante, muy por encima de las de CVCCapital Partners y la que presentaron conjuntamente Gas Natural y los fondos Morgan Stanley y Riverstone por todos los activos.
La intención era que Morgan se quedase con las redes de distribución; Gas Natural, con las renovables, y Riverstone, con el resto de la generación y comercialización. Fuentes del sector aseguran que Morgan Stanley tambiíén presentó una oferta en solitario. En cualquier caso, la energíética que preside Salvador Gabarró no tenía la más mínima intención de comprar activos que le acarreasen problemas con competencia.
La filial española de Eon cuenta con una red de distribución de 29.390 kilómetros y 662.300 clientes, de los cuales, 48.800 son pymes. En cuanto a generación, se han puesto a la venta 2.000 MW de ciclos combinados;919 MW de carbón; 700 MW de hidráulica;665 MW de eólica, entre España y Portugal, y casi 150 MW de otras plantas renovables.
El problema para las energíéticas nacionales a la hora de pujar es que los activos que resultaban más interesantes podrían crearles problemas de competencia, y lo que no, como los de generación, eran de poco valor dado el exceso de capacidad, especialmente los ciclos. Por eso, ofertas como la de EDP, la compradora natural de Eon, con la que compite en la zona norte, fueron muy bajas. EDP consideró que el valor del paquete completo no llegaba a 2.000 millones. Se quedó fuera, como tambiíén Endesa, que solo quería las redes y los clientes de Eon.