La banca española va poco a poco sacudiíéndose el castigo al que la sometieron las agencias de calificación financiera desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y el inicio de la crisis económica y financiera en el país. Standard & Poor’s anunció hoy la primera mejora de rating para CaixaBank, Sabadell, Bankia y su filial BFAy Cecabank desde el inicio de la crisis. Para Bankinter, se trata de la segunda subida, puesto que ya hubo una primera mejora el pasado junio. Las calificaciones financieras del conjunto de la banca comenzaron a descender con claridad en 2010 y tocaron fondo en 2012, desde cuando se mantenían sin cambios.
La agencia de calificación financiera ha terminado por trasladar a estas entidades la mejora de rating que ya decidió en el pasado mes de mayo para el rating soberano, y que tuvo su reflejo en la calificación de Santander y BBVA, que ayer se mantuvo sin cambios. Además, con la excepción de Cecabank –a la que mejora únicamente como reflejo de la mejor calificación soberana–, el aumento del rating de las citadas entidades se justifica tambiíén por una “notable mejora en sus posiciones de capitalâ€, según explica Standard & Poor’s.
La agencia ha decidido elevar el rating de Caixabank a largo plazo a BBB desde BBB-; el de Bankinter a BBB- desde BB+; el de Banco Sabadell, a BB+, desde BB; el de Bankia, a BB, desde BB- y el de BFA, de B+ desde B. S&P tambiíén eleva el rating de Barclays a BB+ desde BB.
Con esta decisión, Caixabank se sitúa al nivel del rating soberano y de BBVA y se consolida en la clasificación de grado de inversión –que la distingue de la inversión especulativa o bono basura–, mientras que Bankinter logra recuperar esta categoría. Pese a la mejora de rating, Sabadell, Bankia y BFA se mantienen sin embargo en la categoría de bono basura puesto que su calificación es inferior a BBB-, según el criterio de Standard & Poor’s.
Perspectiva negativa
La mejora de rating tiene sus matices. Así, concede una perspectiva negativa al rating de Sabadell y de BFA-Bankia, lo que supone que puede ser rebajada de nuevo, aunque esta advertencia tiene que ver, no tanto con el perfil de riesgo de las entidades, sino con el hecho de que la regulación bancaria europea tiende a retirar el apoyo público a los bancos, una circunstancia que S&P viene recogiendo en sus rating y que justifica tambiíén la perspectiva negativa de banco Popular, al que concede un rating a largo plazo de B+.
Standard & Poor’s ha decidido mantener sin cambios su calificación para Santander, BBVA, Kutxabank, Ibercaja, Popular y Abanca. Estas tres últimas aún están en el grupo de entidades con calificación de bono basura.
La agencia de calificación alaba la recuperación del sistema financiero español, aunque lanza algunas advertencias. Prevíé la continuidad en el descenso de las provisiones, que no llegarán a normalizarse hasta 2016. “La banca española necesitará más tiempo para gestionar sus activos problemáticos –la agencia estima que, incluyendo activos inmobiliarios, representan el 18% del total del críédito– y es probable que sigan arrojando una cuantía de activos tóxicos más elevada que sus competidores internacionalesâ€, explica.
La agencia apunta tambiíén a que llevará tiempo hasta que el Gobierno mejore sus finanzas públicas y restaure el equilibrio presupuestario perdido durante la crisis. Aun así, prevíé la estabilidad del mercado inmobiliario español y apuesta por el regreso del crecimiento económico, con aumentos del PIB del 2% de 2015 a 2017.