Por... Francisco Aguirre A.
El organismo establece una escala de alertas del 1 al 6 considerando el grado de destrucción de un asteroide, y para los anuncios se tomaron el cuenta aspectos religiosos y culturales de cada país.
Armaggedon, Impacto Profundo o El Día de la Independencia. En numerosas oportunidades, Hollywood ha festinado con un hipotíético fin de los tiempos, causado por alguna invasión de alienígenas poco amistosos o un asteroide rumbo a la Tierra. Pero lejos de los efectos especiales y las palomitas del maíz, existe un riesgo real allá afuera, con millones de asteroides potencialmente peligrosos para la raza humana.
Es por ello que la ONU, considerando la posibilidad de un anuncio, determinó desarrollar un programa que detecte una de estas amenazas, además de analizar la forma de comunicarlo a la población.
Todo comenzó en 2008, cuando en todo el mundo los especialistas observaron un objeto que se dirigía directo a la Tierra. Por 20 horas, astrónomos expertos y aficionados vieron cómo se dirigía hacia Sudán, aunque en el Minor Planet Center, organismo que recopila los reportes de este asteroides, no se recibió la autorización respectiva para dar cuenta de la amenaza.
Afortunadamente el asteroide 2008 TC3 no causó daños significativos, pero sí dejó una enseñanza: no existía un protocolo para la ocasión.
Así, la ONU reunió a un equipo de científicos especializados en la detección y observación de cometas y objetos similares, dando origen a la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglíés), institución que coordinará el rasteo de amenazas y ofrecerá la información a los distintos gobiernos en caso de algún peligro. í‰stos por su parte, tendrán la obligación de hacer los anuncios respectivos a travíés de mensajes sencillos, dejando de lado los tecnicismos, y tomando en cuenta aspectos religiosos y culturales de cada país.
Pero no es todo. Tal como en los casos de tornados o terremotos, el grupo estableció una escala de alertas que va del 1 al 6 dependiendo del grado de destrucción del objeto en cuestión. De esta forma, en la escala "Broomfield", el Nº1 de color verde, se considera un objeto visible que podría estallar en la atmósfera. En la escala 6 de color negro en tanto, se habla de una "destrucción global", con objetos de un tamaño de más de 600 metros.
Entre otras recomendaciones del informe, se evitarán las comparaciones con las bombas nucleares con respecto a la fuerza del impacto y se tendrán encuentros periódicos y tranparentes con la prensa, quien además de los canales oficiales, son los encargados de transmitir la información a la población.