La espiral bajista en el precio del petróleo se reactiva. Despuíés de cerrar su peor mes en seis años, inicia diciembre con otro correctivo, próximo al 3%. El precio del barril de Brent se desinfla a mínimos de 2009, en 67 dólares.
El fin de semana, lejos de relajar los ánimos en el mercado del petróleo, ha agravado las alertas. Las reacciones a la decisión de la OPEP de mantener sin cambio su cuota oficial de producción se suceden, y en la mayoría de los casos reflejan la resignación ante nuevos descensos en el precio del crudo.
Para colmo, nada más confirmarse que la OPEP seguirán bombeando 30 millones de barriles diarios, las perspectivas sobre la demanda vuelven a enfriarse con las nuevas referencias sobre Estados Unidos y, en especial, China.
Las primeras cifras de consumo en el puente festivo de EEUU apuntan a un descenso significativo de las ventas. Y en China, un mercado clave para el conjunto de las commodities, el índice PMI manufacturero se ha desinflado a mínimos de ocho meses, por debajo de lo esperado y al filo del umbral de los 50 puntos que separan la contracción del crecimiento.
El inicio de diciembre coincide además con la reincorporación plena de los inversores estadounidenses a los mercados financieros. El pasado jueves, el día que se celebró la cumbre de la OPEP, Wall Street cerró sus puertas con motivo de la celebración del Día de Acción de Gracias. Y el viernes sólo abrió sus puertas a media sesión.
La reincorporación plena de los inversores de EEUU acelera si cabe las caídas en el precio del barril tipo West Texas, de referencia en el mercado estadounidense. Su cotización se desinfla hasta los 64 dólares, en sus niveles más bajos desde julio de 2009.
El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, no sólo baja del umbral de los 70 dólares. En su desplome se desinfla hasta los 67 dólares, sus mínimos en cinco años, desde finales de 2009.
Las firmas de inversión se apresuraron la semana pasada a revisar a la baja sus previsiones sobre el precio del petróleo. Países como Arabia Saudí reconocieron que detrás de la decisión de la OPEP aflora la idea de frenar el boom del petróleo no convencional de EEUU.
Pero la inacción de la OPEP y el consiguiente desplome en el precio del petróleo pasa factura a grandes países productores. Uno de los más afectados vuelve a ser Rusia. La Bolsa de Moscú se desploma otro 4% y el rublo ruso renueva sus mínimos históricos frente al dólar.