The Associated Press
Los sindicatos belgas cerraron el lunes un mes de protestas laborales contra las políticas de austeridad del gobierno con una huelga general que paralizó el tráfico aíéreo y ferroviario y detuvo a las empresas en todo el país.
La huelga del lunes responde a las medidas del gobierno belga, próximo a los empresarios, de reducir los salarios de los empleados, ampliar los horarios de trabajo y restringir servicios sociales.
Además, la huelga tuvo un efecto internacional inmediato porque el aeropuerto de Bruselas, un bullicioso núcleo de conexión para las rutas europeas y del resto del mundo, suspendió su tráfico por completo.
La portavoz del aeropuerto Florence Muls señaló que unos 600 vuelos se habían cancelado, afectando a 50.000 pasajeros.
Las protestas laborales, las más duras en años, comenzaron el mes pasado con una manifestación que atrajo a 120.000 personas.