Josíé Ignacio Goirigolzarri aseguró la semana pasada que Bankia tiene músculo suficiente para devolver los 3.100 millones de la salida a bolsa sin necesidad de más ayudas. Pero esa devolución, si se produce –como todo indica que será–, no saldrá gratis a los ciudadanos. Para empezar, ese reintegro equivaldría aproximadamente a cuatro años del dividendo que tiene previsto pagar la entidad a partir de 2015. Y el principal perceptor de ese pago es el Estado a travíés del FROB, que tiene el 60,9% de Bankia. Pero, además, la valoración bursátil actual (la más alta del sector) se resentiría al dejar de descontar esa rentabilidad por dividendo, lo cual impediría al fondo de rescate ejecutar sus planes de vender nuevos paquetes de acciones el próximo año.
Se trata de un asunto del que habla todo el mundo en el mercado tras el escándalo destapado por los informes de los peritos del Banco de España, que da alas para demandar a la entidad a los más de 300.000 accionistas que acudieron a la OPV en 2011 y a los que compraron posteriormente en mercado antes de la nacionalización. Como es sabido, este informe ha provocado un duro enfrentamiento entre el antiguo supervisor y el ministro de Economía, Luis de Guindos.
La entidad tiene asumido que tendrá que devolver el dinero, ya que la colocación fue una ampliación de capital de Bankia, no una venta de acciones de BFA; de hecho, las condenas que ya han dictado los tribunales señalan a la primera como responsable. Y no descarta una medida similar al arbitraje de las preferentes para zanjar la cuestión rápidamente: así evitaría un colapso judicial y que este asunto planee sobre la entidad durante años. Oficialmente, afirma que es "demasiado pronto" para tomar una decisión.
Adiós al dividendo hasta 2018
Casi nadie se atreve a poner todo esto por escrito. El bróker BPI es de los pocos que lo han hecho, y considera que los informes de los peritos "hacen temer que Bankia tenga que compensar a los inversores que participaron en la OPV (además de otras posibles multas). Recordamos que los 3.100 millones de esa ampliación de capital suponen 350 puntos básicos de su ratio (frente a un core tier 1 del 10,5% fully loaded a septiembre de 2014). Esto tambiíén puede poner en peligro el establecimiento de una política de dividendo por el grupo".
En otras firmas de primer nivel que solicitan el anonimato han hecho los cálculos del impacto que puede suponer esta devolución. Para ello, toman la previsión de beneficios de Bloomberg, que es de 949 millones para 2014, 1.223 millones para 2015, 1.383 millones para 2016 y 1.528 millones para 2017. Dado que el payout (porcentaje del beneficio que se destina a dividendo) normal en el sector financiero es del 50%, devolver los 3.100 millones de la salida a bolsa implicaría dejar a los accionistas sin dividendo hasta 2018.
Y no hay que olvidar que el grueso de ese dividendo habría ido a parar al FROB, con lo que el Estado sería el mayor perjudicado; no tendría que poner más dinero como nuevas ayudas, pero no empezaría a recuperar las que ya ha puesto hasta dentro de cuatro años.
La cotización puede caer un 30%
Y eso no es lo peor. Lo peor es que la valoración actual de Bankia en bolsa contempla que ese pago de dividendo ofrezca una rentabilidad en torno al 5% por ese concepto. Y si esa rentabilidad pasa a ser cero durante cinco años, eso eliminará la prima con que cotiza actualmente Bankia y, en consecuencia, hará caer su precio. ¿Cuánto? Eso, como siempre en bolsa, es imposible de saber. Sin embargo, las firmas consultadas estiman que el banco puede pasar a cotizar a una vez su valor en libros, cuando actualmente cotiza a 1,3 veces. Ello significa una caída teórica del 30%.
Y el principal perjudicado de ese movimiento sería de nuevo el FROB. El fondo de rescate necesita que el valor llegue a niveles en torno a 1,58 para poder ofrecer el descuento necesario con que obtener el precio (1,51 euros) con que vendió el 7,5% del capital en febrero. Ahora mismo, Bankia se sitúa en 1,25, luego necesita una subida del 26,4% para que alcance el nivel que le permita una nueva venta. Si además cae otro 30%, el fondo de rescate puede despedirse de colocar más paquetes durante mucho tiempo.
"Una cosa es que Bankia pueda pagarlo, como dice Goiri, y otra cosa que no afecte a su cotización", concluye una de las fuentes consultadas. Porque afectará muy notablemente. Y la consecuencia será que el Estado tardará mucho más de lo previsto en recuperar los 22.400 millones inyectados para rescatar a Bankia