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La estatal Empresa Metalúrgica Vinto de Bolivia pondrá hoy en funcionamiento un nuevo horno que le permitirá pasar del noveno al quinto puesto mundial entre las productoras de estaño y fundir 18 mil toneladas al año.
Según el Ministerio de Minería y Metalurgia, el equipo es de tecnología Ausmelt y forma parte de los planes para modernizar la compañía, nacionalizada en 2007.
Tuvo una inversión superior a los 33 millones de dólares y ayudará a la planta a reducir el impacto ambiental y mejorar sus índices de eficiencia.
La nueva producción de Vinto se destinará a países como Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur, Míéxico, Chile, Brasil y Alemania.
Incluso, una firma de esa última nación está interesada en sellar un contrato de cinco a 10 años para comprar los lingotes de la planta.
Sin embargo, el gerente general de la metalúrgica, Ramiro Villavicencio, dijo que trabajarán por abrir nuevos mercados, mantener las certificaciones internacionales y producir barras con 99,96 por ciento de pureza.
Hasta el momento, el complejo elabora 12 mil toneladas míétricas de estaño que son adquiridos principalmente por las industrias electrónica y ciberníética.
La puesta en marcha del horno Ausmelt demandará un volumen mayor de los concentrados del mineral y por tanto los proveedores estatales, privados y cooperativas deberán triplicar la extracción del metal.