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El período más crítico de alza inflacionaria en Rusia podría producirse a fines del primer semestre y podría alcanzar hasta 17,5 por ciento de crecimiento anual, según un pronóstico oficial publicado hoy.
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Económico, hacia junio la inflación acumulará ese porcentaje, y para diciembre deberá descender al umbral de 12-12,4 por ciento.
Comparativamente, los pronósticos del indicador superan los registros de 2014 y 2013, de 11,4 y 6,5, respectivamente. El Banco Central vaticinó un incremento de la inflación en 2015 al nivel de 15,0 por ciento.
En rubros específicos, los alimentos experimentarán un encarecimiento de 23,5-23,8 por ciento hacia junio, frente a un alza de precios de 15,2 puntos porcentuales para el resto de los artículos.
Tanto Economía como el Banco Central proyectan un pico inflacionario durante el primer semestre, y una curva a la baja para el resto del año, con un gradual descenso.
Se advierte sin embargo en el informe, sobre la vulnerabilidad de los riesgos de una subida del parámetro por encima de la marca de los 12,2, el pronóstico inicial, como efecto de la devaluación del rublo en 2014, cuya magnitud superó el 70 por ciento, acorde con la propia fuente.
El ministerio considera que el embargo decretado por Rusia en agosto pasado a productos de la Unión Europea, Estados Unidos y algunos países aliados (en respuesta a las sanciones de Occidente) constituye otro factor de peso en el fenómeno inflacionario.