«Hay que sudar la camiseta»: Ya lo advertía el presidente de la patronal de banca, Josíé María Roldán, a finales del pasado año cuando pronosticaba que la feroz competencia entre las entidades financieras para dar críédito a la demanda solvente en España se prolongaría a lo largo de 2015.
La recuperación económica, el menor coste de la financiación en los mercados y la cada vez menor rentabilidad de la operativa con renta fija están espoleando una guerra comercial en los bancos que primero se libró en los príéstamos a pymes para extenderse despuíés a las hipotecas.
En la contienda para ampliar su base de clientes y fidelizarlos, y al mismo tiempo proteger su cuota de mercado, los bancos han abaratado el críédito en el último año, aunque la magnitud de la variación dista mucho entre entidades, según la información recogida en sus presentaciones de resultados.
Popular, BBVA y Sabadell son los bancos que más han rebajado sus príéstamos en el último año. La entidad que preside íngel Ron lidera el ranking de agresividad comercial, con una disminución de 34 puntos básicos, lo que ha situado su rendimiento del críédito en el 3,53% a cierre de 2014. Aún así, se mantiene como el más alto de la banca española.
A continuación, BBVA y Sabadell han aplicado un recorte de precio de 20 y 19 puntos básicos, respectivamente, con lo que sus tipos de interíés se colocan en el 3,32% y en el 2,80% en cada caso. En menor medida, tambiíén ha abaratado sus príéstamos en España Santander (-6 puntos básicos), mientras que Caixabank (-2 puntos) y Bankinter (un punto) han aplicado descensos inferiores.
Popular, Sabadell y BBVA tambiíén han rebajado sus príéstamos en el último trimestre de 2014 con relación al anterior, frente al resto de entidades que han optado por mantener el precio sin variación. En cualquier caso, la evolución a la baja del precio de los críéditos de la banca española se ve mitigada para las entidades porque este es el rendimiento del conjunto de la cartera y no solo de la nueva producción.
Bankia no está incluida en la comparativa porque aún no ha presentado sus resultados de 2014 a la espera de que se dilucide quíé porcentaje de la carga asumirá el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) en el pago de las indemnizaciones por las reclamaciones por la salida a Bolsa en 2011.
La banca confía en que reducir la remuneración de los depósitos seguirá compensando los menores rendimientos de los críéditos, lo que evitará que se comprima su margen de clientes, que describe una suave tendencia al alza, y permitirá proteger sus cuentas desde la parte alta de la cascada de resultados.
Pero el precio por el pasivo minorista está cada vez más cerca de tocar suelo, por lo que el principal reto de la banca a corto plazo es lograr compensar el abaratamiento de los príéstamos con mayores volúmenes en un año en que el saldo del críédito se mantendrá sin variación o crecerá ligeramente, según algunas entidades.
En cualquier caso, en la segunda fase de la guerra del críédito que se ha abierto en el nuevo ejercicio, el precio no es el único reclamo de la oferta bancaria, sino que las entidades financieras se esfuerzan por adaptar cada vez más sus productos a las necesidades de la clientela.
En cuanto a los críéditos a empresas, íéstas valoran la velocidad de respuesta a sus solicitudes de príéstamo y el conocimiento en profundidad de su negocio y necesidades. En la oferta de hipotecas, cobra fuerza una cada vez menor exigencia de vinculación (nóminas, saldos medios, tarjetas, seguros, pensiones, etcíétera) y un porcentaje mayor de financiación sobre la tasación de la vivienda (LTV).
Alicia Crespo
