Por... Enrique Quintana
Tarde o temprano nos pegará el temporal, un remolino financiero cuyas proporciones e impacto no conocemos aún.
Esta semana, Janet Yellen, presidenta de la Junta de la Reserva Federal de Estados Unidos (EU), mandó a los mercados la señal de que al menos en las dos próximas reuniones de su Comitíé de Mercado Abierto no se incrementarán las tasas de interíés. La próxima reunión será los días 17 y 18 de marzo, y la siguiente los días 28 y 29 de abril. Despuíés, no sabe.
Además, Yellen señaló que la inflación debiera converger al 2.0 por ciento antes de darse ese movimiento. En enero, hubo deflación de 0.1 por ciento a tasa anual en EU, o 1.6 por ciento si se excluyen los precios de los alimentos y la energía.
La mayor parte de los pronósticos, de acuerdo con Bloomberg, indica que la tasa de la Fed subiría un cuarto de punto en el tercer trimestre y otro cuarto en el último trimestre de este año.
En el segundo trimestre de 2016, el consenso indica que las tasas de referencia estarían en 1.5 puntos en lugar del 0.25 por ciento actual, seis veces más.
Salvo que algo completamente inesperado ocurra, a partir de algún momento de la segunda mitad de este año estaremos viviendo un ciclo alcista de las tasas de EU.
El más reciente periodo de alzas ocurrió poco antes de la gran crisis de 2008 y 2009. Las tasas de la Fed estuvieron en 1.0 por ciento hasta marzo de 2004 y comenzaron una ruta alcista hasta la mitad de 2006 cuando llegaron a 5.25 por ciento. Luego, ya sabemos lo que pasó.
En 1999 hubo otro ajuste. Las tasas despegaron desde 4.75 por ciento y llegaron a 6.50 a mediados de 2000. La economía norteamericana frenó y creció sólo 1.0 en 2001, incluso con algunos trimestres de signo negativo.
Otro brinco en las tasas comenzó al arranque de 1994 cuando estaban en 3.0 por ciento y llegaron hasta 6.0 por ciento en el primer trimestre de 1995. No quiero ni evocarle lo que le pasó a Míéxico en esa coyuntura, pero usted seguramente lo recuerda.
No siempre cuando han subido las tasas en EU sobreviene un gran problema en los mercados financieros o en la economía… pero sí muchas veces.
Por esa razón, no puede descartarse que si a finales de este año comienza un ciclo alcista tengamos, desde la última parte de este año, un escenario muy complicado, y no se diga para 2016.
Al explicar el recorte presupuestal, el secretario de Hacienda dijo lo siguiente al enumerar los factores que complican el entorno: “la inminente normalización de la política monetaria de los Estados Unidos, lo cual conllevará a un alza en las tasas de interíés y, por lo tanto, generará volatilidad y menor disponibilidad de flujos financieros hacia los países emergentesâ€.
Si nos atenemos a los antecedentes que le he referido, creo que incluso se queda corta la consideración del secretario Videgaray. Hay posibilidades elevadas de que tengamos un año y medio tormentoso en el entorno financiero mundial.
¿Hay algo que podamos hacer para guarecernos de este temporal? Eso será materia de otro artículo