DIMENSIONES DE LA PERSONA
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Seres Multidimensionales:
Todos somos seres multidimensionales, existimos simultáneamente en varias dimensiones. Tenemos una serie de cuerpos que por la frecuencia vibratoria de la sustancia que los constituye, tienen diferentes estados, funciones y características propias. Esos cuerpos tienen rangos precisos dentro de los cuales mantienen su constitución esencial. Como el agua que mantiene su estado liquido mientras su temperatura sea menor a 100º C, de ese punto en adelante se transforma en vapor. Es decir cambia su constitución esencial.
Cuerpo Físico: En la 3 dimensión se encuentran los Cuerpos Físicos de todas las entidades manifestadas en el aquí y el ahora. Esos cuerpos están constituidos por energía en longitudes de onda larga, energía condensada de baja frecuencia vibratoria, en lo que llamamos sustancia material. Energía en una posición especifica en el holograma tridimensional del universo, partículas organizadas por información divina específica para dar lugar a átomos, molíéculas, cíélulas, órganos y cuerpos. Cuerpos Físicos con los que la consciencia experimenta para obtener comprensión “en carne propia†sobre el orden del universo. Orden que permite la continuidad eterna de los procesos evolutivos que conducen a la comprensión de la esencia del amor, lo que realmente fundamenta todo lo que sucede.
La materia de los cuerpos físicos es creada simultáneamente en las primeras tres dimensiones. En la primera dimensión se manifiesta desde el punto de creación del universo como una Fuerza Elíéctrica sobre el eje de Y, la voluntad emanada por el absoluto. Un flujo elíéctrico genera instantáneamente un Campo Magníético a 90º de la dirección de su movimiento, por eso en la segunda dimensión se manifiestan los campos magníéticos sobre el eje de X. Estas dos fuerzas combinadas generan una reacción condensadora llamada Fuerza Gravitatoria que es la que termina condensando tambiíén a 90º, sobre el eje de Z, en la tercera dimensión la energía en materia, en lo que llamamos masa.
Cuerpo Etíérico: En la 4 dimensión se encuentran los Cuerpos Etíéricos, cuerpos morfo-geníéticos, los verdaderos generadores de la forma individual que tiene la infinidad de Cuerpos Físicos. Moldes virtuales contenedores de la energía que se condensa en materia. “Campos†donde se encuentra la in-forma-ción, lo que da la forma y la conducta instintiva automática asociada a cada cuerpo, su función especifica y sus características esenciales. En esa dimensión etíérica sobre el eje elíéctrico de la columna vertebral, están ubicados los “Chakras†o vórtices transformadores de energía, los que transforman y comunican lo sutil con lo físico. Se ubican exactamente sobre los sistemas glandulares, para que su energía active procesos químicos específicos en el cuerpo físico. En esa dimensión tambiíén se ubican las energías masculina, positiva, centrifuga y la femenina, negativa, centrípeta responsables del vórtice que genera el campo electro-magníético personal y el llamado Aura, energía manifestada como una serie organizada de colores fuera del rango de percepción normal de la vista, que reflejan exteriormente lo que sucede en el interior de todo ser humano. Algunos seres humanos más sensibles son capaces de percibirla.
Cuerpo Astral: En la 5 dimensión se encuentra el Cuerpo Astral, el contenedor de las emociones, sensaciones y deseos personales. Matrices ubicadas en esa dimensión permiten que la energía astral, la energía de las emociones, de mayor frecuencia vibratoria y de menor longitud de onda que la energía etíérica, se muevan conectando lo etíérico, lo físico y lo mental. Esa energía emocional es la que ponen en movimiento a la mente. Tambiíén en esa dimensión se conectan e interactúan los cuerpos astrales de todas las entidades.
Cuerpo Mental: En las dimensiones 6 a 10 se encuentra el Cuerpo Mental con sus archivos psicológico, intelectual, de personalidad, de destino y de las comprensiones obtenidas. Estas son las dimensiones a las que llega la energía de las emociones para convertirse en sentimientos positivos o negativos dependiendo de las creencias falsas y las comprensiones instaladas. En la mente los sentimientos se transforman en pensamientos, decisiones y se ordenan las acciones o las omisiones que producen resultados de armonía o de sufrimiento en nuestra vida. Son esos resultados los que producen comprensión sobre el orden del universo y sobre lo que es verdad. Una creencia puede ser falsa o verdadera, solo cuando actuamos basados en ella podemos verificar que es verdadera porque produjo resultados de armonía en nuestra vida o falsa porque produjo conflicto, sufrimiento, perdida de energía vital, depresión y somatización de enfermedad. Al encontrar una creencia falsa de esta manera, la borramos de nuestra mente, cambiamos nuestra conducta pues no volveremos a actuar basados en ella y con ello se produce la evolución de nuestra consciencia.
Cuerpo Espiritual: Entre las dimensiones 4 y 10 hay una octava de frecuencias vibratorias, 7 dimensiones donde se ubican nuestros cuerpos sutiles. En la siguiente octava, entre las dimensiones 11 y 17 se encuentra nuestro Cuerpo Espiritual. Su centro de gravedad va ascendiendo de dimensión a medida que va acumulando comprensión, se va transformando el inocente en el sabio, hasta que se ilumina y entra a la siguiente octava de frecuencias vibratorias, transformándose en un Maestro ascendido.
Maestros Ascendidos: Entre las dimensiones 18 y 24, comienzan las jerarquías del Universo, los Maestros Ascendidos, que luego de haber pasado miles de años aprendiendo y evolucionando como seres humanos ahora deben emplear el mismo tiempo guiando y enseñando. Continuan su proceso evolutivo hasta que se transforman en Regentes.
Regentes: Se sabe que hay Regentes planetarios, regentes galácticos, regentes de universos y de súper universos, pero no es mucha la información que tenemos sobre las entidades que existen una octava de frecuencia más arriba a los Maestros Ascendidos, entre las dimensiones 25 y 31.
Divinidades: En lo más alto del triángulo de frecuencias vibratorias, entre las dimensiones 32 y 38 se encuentra la Divinidad. Las Divinidades creadoras de universos, las divinidades mantenedoras y las Pedagogas, las encargadas de generar los procesos de comprensión sobre todo lo creado.
Alfa y Omega: Por último en los dos extremos opuestos, en la dimensión 39 y la dimensión 0, están el Alfa y el Omega. Los principios opuestos que generan el orden y los equilibrios temporales que dan lugar a todas las dimensiones intermedias manifestadas entre ellos. El Alfa es el Dios Padre, el principio positivo, masculino, activo, radiante que tiene la información que permite ordenar la energía en forma, función y conducta. El Padre es movimiento, es la onda cuántica que tiene posibilidades infinitas de manifestación. El Omega es el Dios Madre, el principio negativo, femenino, pasivo, concentrante capaz de condensar la energía en una posición, de transformarla en infinidad de partículas que constituyen la sustancia material de todo lo manifestado. Es la interacción, el equilibrio temporal entre estos dos principios, el Ying y el Yang, el que permite el colapso de la onda de probabilidades infinitas en el momento que la consciencia escoge, decide, que forma material manifiesta para experimentar con ella.
El Absoluto: En la llamada Dimensión 40, se encuentra el absoluto que está en todas partes, como un súper fluido, súper conductivo que no genera resistencia al paso o al movimiento de ondas por su interior. Lo que los antiguos llamaron Ether y que por sus características es indetectable, sostiene en estado de constante neutralidad todo lo que se manifiesta, lo que toma forma. Su frecuencia vibratoria es infinita, por lo que su energía es absoluta. Allí está la gran mente de Dios, el gran contenedor que sostiene todo lo que existe y sucede, todas las dimensiones que conforman la infinita gradación de energía, la información de lo que sucedió durante la eternidad y lo que como una onda de probabilidades tiene potencia de suceder. Este orden dimensional perfecto que se ajusta al orden del espectro en que se descompone la luz, está diseñado para existan rangos de frecuencias que determinan el estado de la energía que allí se encuentra, energía en materia física, etíérica, astral, mental, espiritual. Organiza tambiíén a las jerarquías del universo y a los dos principios fundamentales de la realidad manifestada el Alfa y el Omega.
Un cambio en la frecuencia vibratoria que exceda el rango de longitudes de onda de una dimensión, determina un cambio de estado de la energía a la condición de la siguiente dimensión, lo que produce un cambio fundamental en su constitución esencial. Por eso es imposible que aparezca un cuerpo físico en la cuarta o en la quinta dimensión sin haber transformado fundamentalmente su estado, sus características, funciones y la energía que lo compone.
https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/578535_309183112513431_22101468_n.jpgLa aparición de tensión en el sustrato cósmico neutro e inmutable creó la primera polaridad, la que produjo un movimiento en alguna dirección y con ello dio lugar al espacio/tiempo. Esa primera polaridad -que surge del deseo de crear- tenía un aspecto activo y otro pasivo contrario. De ella surgieron la dimensión, la posición, la duración, el espacio limitado que oscila a distintas frecuencias para producir la apariencia de materia y todas las sensaciones que la limitada percepción de los seres humanos experimentan ante ella. Visto así el universo no sería otra cosa que infinidad de tensiones polares que ocurren en el neutro sustrato que es la mente de Dios…
Desde allí la paz, o el estado de reposo solo puede darse cuando se unen los opuestos, cuando se complementan el uno al otro. Cuando el píéndulo se detiene exactamente en el centro neutro que separa los dos aspectos polares contrarios. La tensión solo desaparece y se detiene la oscilación, cuando se acepta y se reconoce su existencia simultánea. Cuando se reconoce que no pueden existir el uno sin el otro, como las dos caras de una moneda nacen simultáneamente…
Tu proceso evolutivo -que tambiíén está basado en la existencia de infinidad de opuestos, de tu libre albedrío y de tu responsabilidad individual- es reforzado precisamente por la Ley del Píéndulo. Esta garantiza que siempre que decidas experimentar uno de los dos estados que conforman una pareja de opuestos, tengas que experimentar obligatoriamente el otro. El universo está conformado por opuestos que al crear tensión y fricción, generan la energía que impulsa todo lo que existe al movimiento y al cambio. Además las experiencias contrastantes que producen esa infinidad de estados opuestos de ser te facilitan discernir y comprender que tipo de pensamientos y acciones causan caos o armonía en tu vida. Crean certezas sobre cuales caminos debes tomar para lograr la felicidad que anhelas…
Tu realidad está sostenida por un complejo entramado de opuestos. Toda pareja de opuestos está compuesta por dos estados de ser que tienen atributos, cualidades y características contrarias. Existen para crear experiencias contrastantes que iluminen tu mente. La tensión existente entre ambos crea la energía que impulsa la alternación de un extremo al otro y viceversa. La oscilación entre infinitos estados opuestos es la que mantiene la realidad en movimiento, mientras crean un entramado que sostiene la vida e impulsa la evolución de la consciencia…
Hay pares de opuestos en todos los niveles y dimensiones de la realidad. En un mismo día cambias varias veces de extremo: eres armonioso/ácido, sereno/reactivo, orgulloso/humilde, quieres/odias, sientes miedo/confianza, utilizas tu razón/intuición, tu mente/corazón, eres introvertido/extrovertido. Alternas momentos opuestos: día/noche, lluvia/sol, invierno/verano, sol/luna, los mismos eventos son opuestos paz/guerra, consenso/conflicto, caos/orden, armonía/sufrimiento. Todo estado tiene su par opuesto, conforman un gigantesco motor que impulsa la vida y la evolución de la consciencia…
Toda polaridad píéndula. La misma energía que emplea la mente buscando permanecer en uno de los dos estados opuestos -a veces ignorando el otro- la lleva inevitablemente a experimentar el opuesto que no quiere considerar. El par castidad-lujuria es un ejemplo claro y actual: El propósito de muchos era el de permanecer en castidad y reprimir a toda costa su lujuria. Sin embargo esta decisión no la hacía desaparecer, permanecía en las profundas y oscuras aguas de la inconsciencia. Allí esperaba el momento oportuno de debilidad de la mente para surgir violentamente y apoderarse de ella. La ignorancia de la Ley no exime a nadie de sus resultados. Toda energía empleada para llevar el píéndulo al extremo izquierdo lo lleva a regresar inevitablemente al derecho…
Para trascender la dualidad de los opuestos necesitas convertirte en testigo. El testigo aparece cuando logras observar simultáneamente los dos extremos de la polaridad, cuando descubres que se alternan y coexisten para impulsar la evolución de tu consciencia. Cuando encuentras un punto desde el cual mirarlos simultáneamente, sin parcializarte por uno ignorando al otro. En ese punto de neutralidad que no tiene tensión te conviertes en testigo. Desde allí no experimentas la tensión entre los opuestos, te sitúas por encima de la polaridad, la trasciendes y al hacerlo nunca pierdes energía…
Como testigo permaneces alerta y consciente, pero neutro y desapegado, sin envolverte en lo que sucede, en una especie de meditación contemplativa, observando la vida como una película. Desde ese estado de consciencia observas tu personalidad sin identificarte con ella. Tus actos se vuelven totalmente conscientes, serenos, sin ninguna reactividad. Lo puedes lograr cuando comprendes que todo lo que sucede es siempre perfecto….
Cuando eres testigo vives totalmente en el presente, fluyes sin pasado, por eso todo se vuelve nuevo para ti y lo que haces ocupa toda tu consciencia. Como testigo no le llevas la contraria a nadie, llegas a acuerdos, apoyas y cooperas, por eso nunca pierdes energía vital y aceleras tu proceso evolutivo…
Convertirte en testigo es el camino más rápido que tienes para llegar al Ser