El Ministerio de Hacienda ha hecho de aumentar la recaudación fiscal uno de los pilares de la legislatura. Y ha puesto especial íénfasis en las empresas del Ibex. De hecho y según admite en su último informe anual, Iberdrola, el principal grupo energíético español, recibía en el primer trimestre de 2014 la visita de los inspectores del Ministerio de Hacienda, con la comprobación de hasta cinco figuras tributarias en su prolija hoja de ruta. Una megainvestigación fiscal en toda regla.
“El 11 de marzo de 2014 se inició la comprobación general de los impuestos del Grupo Fiscal (…) por parte de la Agencia Estatal de la Administración Tributariaâ€, subraya la memoria remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Con un alcance no baladí, en tanto la revisión alcanza el Impuesto de Sociedades entre 2008 y 2011, así como el IVA de 2010 y 2011. Tambiíén otras figuras menores como las retenciones a cuenta de rendimientos de trabajo, sobre rendimientos de capital mobiliario y a cuenta de la imposición de no residentes.
Una investigación de envergadura, cuyo impacto el grupo no cuantifica, si bien sí admite que tuvo repercusión. “Como consecuencia de las actuaciones inspectoras de las autoridades fiscales, se han incoado actas de inspección a varias sociedades del grupo, alguna de las cuales han sido firmadas en disconformidad y se encuentran recurridasâ€, refleja el documento. Sea como fuere, desde la firma se resta importancia al procedimiento y se asegura que los asesores fiscales “opinan que no se producirán pasivos adicionales de consideración".
Pese a que este tipo de inspecciones son normales en todo tipo de empresas, y más en las grandes corporaciones, lo cierto es que Iberdrola no recibió la visita de la Agencia Tributaria en el ejercicio precedente. Tampoco lo hizo en 2012, según consta en la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En ambos ejercicios la compañía se limita a constatar que tiene los últimos cuatro años abiertos a inspección. La única inquietud de la elíéctrica en 2011 era el efecto para algunas de sus filiales de vivir bajo el paraguas de la fiscalidad foral vasca.
Como publicó ayer El Confidencial y tomando las cifras que han presentado las empresas del principal índice bursátil, la factura total correspondiente al Impuesto de Sociedades (IS) en 2014 ascendió a 8.115 millones de euros, el 21,8% de su resultado antes de impuestos, que alcanzó los 37.164,2 millones. En el último año de Gobierno socialista, que corresponde al ejercicio 2011, la factura llegó hasta los 9.530 millones, pero como las ganancias antes de impuestos fueron de 47.756,2 millones, el IS se limitó al 19,9. "Las empresas del Ibex 35 pagan más impuestos con el Gobierno del Partido Popular (PP)", proclamó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante el último debate del estado de la nación.
Las declaraciones de Londres
Aunque correlación no implica causalidad, las medidas de la Agencia Tributaria coincidieron con un hecho singular. Corría el 19 de febrero de 2014 y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, amenazaba con llevarse las inversiones de la firma fuera de España. Las declaraciones, efectuadas en Londres y en plena tramitación de una reforma elíéctrica que amenazaba con dinamitar los balances en el sector, causaron un extraordinario revuelo. El ejecutivo llegó a añadir que el gigante energíético vasco se sentía más británico, mexicano o estadounidense que español, a tenor de su relación con las autoridades de esos países. El ministro Soria tuvo que salir al paso para templar gaitas.
Una semana despuíés de aquella intervención en la City, Galán aclaraba sus palabras, consciente del revuelo organizado. De hecho y tras asegurar que en ningún caso hablaba de España y sí de Iberdrola, aseguró sentirse orgulloso de ser español. “Tambiíén vine a Londres el año pasado –puntualizó entonces en una entrevista con Onda Cero– para decir que España es un país de oportunidades, que se estaban haciendo bien las cosas y que saldría de la crisis, cuando muy pocas creíanâ€. Con todo olvidado, Iberdrola anunciaba la semana pasada la compra de la compañía estadounidense UIL Holdings, valorada en 3.004,2 millones de dólares (2.647,8 millones de euros).
Daniel Toledo