El Estado se convierte en el gran perjudicado de la mayor liquidación de la historia española. La quiebra de Martinsa Fadesa habrá costado ya a Bankia -por herencia de las cajas- y al banco malo Sareb más de 1.000 millones de euros del total prestado y puede superar los 1.300 millones, según aseguran a este diario fuentes de la inmobiliaria.
El presidente de Martinsa Fadesa, Fernando Martín, ha presentado la liquidación al no llegar a un acuerdo con el grupo de acreedores, encabezados de largo por la Sareb, que acumula un deuda superior a los 1.400 millones heredada de, sobre todo, Caja Madrid, pero tambiíén de otras cajas nacionalizadas. Según fuentes de Martinsa, para el banco malo -cuyo riesgo financiero está garantizado al 100% por el Estado- habría sido menos costoso aceptar un acuerdo con Martín, porque habría podido recuperar al menos un 25% de la deuda, que ahora se hace inalcanzable con la quiebra.
Diversos fondos buitre ofrecían ayer hacerse cargo de la deuda de Martinsa Fadesa con hasta un 96% de descuento, dada la alta probabilidad que ven de que todos los acreedores pierdan el grueso de lo prestado, según fuentes del mercado.
Fuentes de la Sareb replicaron que "lamentablemente, la mejor opción es lo que ha pasado, no había otra alternativa de continuidad viable". En el banco malo, cuyo primer accionista individual es el estatal Frob con un 45% del capital, consideran todavía prematuro hablar de píérdidas y cuantificarlas. Confían aún en obtener en la liquidación activos con potencial que permitan recuperar en lo posible y a lo largo de los próximos años lo prestado a Martinsa Fadesa.
La Sareb es el principal acreedor con los citados 1.400 millones seguido de CaixaBank (908 millones) y Banco Popular (580 millones). La deuda total es de 7.000 millones y los acreedores sólo ven calidad en activos de la inmobiliaria valorados en 800 millones y se los van a disputar sin que la Sareb los pueda copar.
El origen de este desastre se produjo en 2007, cuando, según los informes periciales del Banco de España, Caja Madrid se convirtió "en una de las entidades que más riesgo asumió en la fusión de Martinsa con Fadesa" y llegó a acumular un riesgo en la inmobiliaria de 1.032 millones "de los cuales solo un 28% con garantía real". Los peritos sostienen que el entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, incurrió en "posible trato de favor" a la inmobiliaria forjada por Fernando Martín. El responsable de la concesión del príéstamo en Caja Madrid, Carlos Vela, fue contratado por Martín como nuevo consejero delegado y, un año despuíés, íéste fue recuperado por Blesa para la caja días antes de la primera suspensión de pagos de la inmobiliaria. Posteriormente los riesgos de Caja Madrid con Martinsa se acumularon en el nuevo grupo BFA-Bankia unido a otros de Bancaja y resto de cajas integrantes en la fusión. Ya en 2012, la Unión Europea condicionó su rescate bancario a España a, entre otras medidas, la creación de la Sareb. El entonces nuevo presidente de Bankia, Josíé Ignacio Goirigolzarri, traspasó los activos tóxicos a la Sareb con un descuento medio superior al 50%, y que ya supuso una primera píérdida para el Estado superior a los 500 millones en el caso de Martinsa, aunque la entidad no desvela el montante final. Otras cajas nacionalizadas hicieron lo mismo convirtiendo a la Sareb en el gran acreedor de Martinsa Fadesa.
La Sareb confiaba en que, tras comprar con descuento esa deuda, podría recuperar e incluso registrar beneficios en su balance si Martinsa Fadesa remontaba el vuelo, pero ha sido imposible. Fernando Martín les ofreció el pasado año una refinanciación que implicaba una quita del 66% y convertirse en accionistas. La Sareb ha descartado esa opción al cuestionar la gestión de Martín y que íéste se haya fijado estos años una retribución fija de 1,5 millones de euros anuales.
Fuentes próximas al promotor inmobiliario aseguran que este salario "es ínfimo comparado con los 2.400 millones que íél mismo ha perdido tras absorber Fadesa" y niegan que representantes de la Sareb y de otros bancos le hayan solicitado su marcha en las últimas semanas para asumir la quita. "En ninguna reunión se lo han pedido, al contrario, le pedían que continuara".
En la banca acreedora señalan que, como en todas las liquidaciones, se examinará ahora si Martín ha incurrido en responsabilidades penales y critican que en los últimos meses se haya embarcado en caras aventuras como la de intentar pleitear con el ex propietario de Fadesa, Manuel Jove. "Las costas judiciales de la derrota ante Jove pueden superar los 60 millones". "Falso, serán menos de 20 millones", replican en Martinsa.
Las cifras son, en todo caso mareantes, y convierten a la inmobiliaria en un símbolo del auge y caída de la burbuja inmobiliaria apoyada por las cajas.
Queda ahora por decidir quiíén administrará la compleja liquidación. La favorita, la consultora KPMG, puede presentar problemas de incompatibilidad al haber trabajado con la Sareb.
CARLOS SEGOVIA