La política europea, imprecisa y procíclica, tiene mucho más de arte que de ciencia. Los equilibrios de poder son frágiles, las condiciones inestables y las alianzas, cualquier cosa menos duraderas. Pero si algo persiste despuíés de casi ocho años de crisis es la capacidad de las instituciones de mandar mensajes sin necesidad de guardar las formas diplomáticas y sin tener del todo claras las consecuencias.
En el Eurogrupo del próximo lunes, la situación de Grecia será, una vez más, una de las protagonistas. No es uno de los temas principales, o el único, de la agenda, pero la sombra del tercer rescate ya ocupa los corrillos de Bruselas. Como las tensiones de las últimas dos semanas entre Madrid, Lisboa y Atenas, que han llevado a la Comisión a pedir calma a las partes y mediar.
En este contexto, el Eurogrupo podía haber optado por bajar las pulsaciones, pero fiel a su estilo de cal y arena ha optado por una salida bastante más complicada. Según fuentes del Ministerio de Economía, el Eurogrupo ha pedido al ministro español, Luis de Guindos, que haga ante sus colegas una "exposición sobre las reformas estructurales de estos años, y en especial sobre el sector servicios". Una forma de enviar un mensaje muy claro a Grecia sobre lo que los socios quieren para aprobar la revisión del segundo programa de rescate y para empezar a negociar si hace falta un tercero. De demostrar quiíén va bien y quiíén no y quíé camino es el que hay que seguir para volver al crecimiento.
Pero es tambiíén, y de forma muy directa, un recado institucional a Francia. La Comisión dio la semana pasada dos años más a París para cumplir con el objetivo de bajar el díéficit público al 3%. El equilibrio presupuestario es desde hace tiempo uno de los grandes problemas del país vecino, pero no el único. Europa pide, exige, que Hollande ponga en marcha un programa de reformas estructurales realmente profundo. Y quiere poner a España como el alumno aventajado y demostrar, tal y como defienden los halcones desde hace años, que la austeridad y las reformas, combinadas, dan buen resultado.
"No creemos que tengamos que darle lecciones, a nadie. Es simplemente compartir la experiencia española porque es empírico que esas reformas han dado resultado y el crecimiento así lo pone de manifiesto. Y compartir estas experiencias con nuestros socios es siempre un ejercicio interesante. En este caso es España en otros puede ser otro el que nos cuente. No es con ánimo de imponer a nadie, es simplemente explicar lo que hemos hecho y de ponerlo en conocimiento de otros países por si puede ser de utilidad", explican fuentes de Economía.
En el equipo de Luis de Guindos hay gran satisfacción por el desarrollo de los acontecimientos. La mejora del crecimiento y el empleo de los últimos trimestres hace que se encare el segundo semestre, el electoral, con otra cara. Y el respaldo de Europa es crítico. Economía espera que la Comisión, este mismo lunes, mande un mensaje claro en el que se diga incluso de forma explícita que "el objetivo de díéficit de 2015 es alcanzable", aunque no está claro si el Eurogrupo irá tan lejos como para asumir que se cumplirá completamente.
Las previsiones son mejores y hoy mismo el consenso de Funcas ha elevado la previsión de crecimiento al 3%, más de un punto por encima de los cálculos conservadores europeos. Y de ser así, el efecto sobre el resto de partidas sería inmediato. "La Comisión considera que España es un ejemplo para otros países que van retrasados en reformas estructurales, reformas que explican el comportamiento de la economía española respecto a otros. Por eso mismo la presidencia del Eurogrupo considera, y así lo ha dicho, que España es un claro ejemplo que puede dar muchos ideas para los que están diseñado sus planes de reformas", indican desde el Ministerio de Economía.
Pese a todo, en España consideran que el margen adicional concedido a Francia, pese a sus reiterados incumplimientos, es razonable. "La aplicación de los planes tenía grado de flexibilidad y las condiciones Francia las ha justificado convenientemente. Son razonables. Fue nuestro caso en 2013, y ahora Francia está en una situación complicada y cumple las condiciones", añaden esas mismas fuentes.
Lo más singular de la propuesta del Eurogrupo es que ha pedido a España que explique concretamente, no las reformas del sector financiero o del mercado laboral -pues ya han sido discutidas largo y tendido durante los últimos dos años- sino sobre el sector servicios, desde los horarios comerciales a la Ley de Unidad de Mercado o de servicios profesionales.
Y es singular porque esas son, precisamente, algunas de las reformas en las que Bruselas siempre insiste cuando hace informes sobre la situación española. Pero no para ponerlas como ejemplo a seguir, sino porque su entrada en vigor ha sido o es tardía y sus efectos, modestos.
PABLO R. SUANZES